Aproveché el descanso médico que me dieron en el diario para pasarla bien con Maicol. Nuestra relación había recobrado el entusiasmo del principio y él se mostraba más solícito, afanoso, mimoso, dulce, romántico y cariñoso conmigo y eso me gustaba y estremecía mucho, prendiendo mis fuegos y los deseos de que me bese y acaricie y hasta que me haga suya, je. Fuimos a pasear por el parque El Olivar, que es acogedor, tranquilo, apacible y muy grande. A mí siempre me ha gustado el verdor de los parques, combinado con el límpido celeste del cielo y el vuelo rasante de las golondrinas. Me fascina mucho oír también el intenso cantar de los pájaros y soy asidua fanática del del sosiego que se percibe entre las bancas y los empedrados. Me encanta pasear junto a las mariposas flotando entre las fl

