Prólogo
Desde la capital de Italia, Tracy Vacarelly nos demostrara su constancia y dedicación para la escritura, misma que al comienzo debido a la falta de apoyo de sus padres así como de otros que tampoco alentaron su talento produjo que ella decidiera abandonar su pasión por este arte, sintiéndose defraudada consigo misma ya que para ella el escribir era una forma de dejar su brillo, esa luz que la caracteriza y que quería dejar plasmado en sus escritos. Al ver que nadie lo percibía y solo ignoraban lo que deseaba proyectar la condujo a tomar esa decisión.
Con el tiempo y con las palabras de su futuro esposo retomaría su hábito, ese que prende esa chispa que la caracteriza y que la lleva a adentrarse en mundos de fantasía y ficción que solo sus escritos pueden hacer.
El envolverse en estos produjo que su vida real se complicara, dando varios giros, unos buenos como empezar a ser escritora en una casa editorial para publicar sus historias como siempre lo quiso y el ser madre de Isadora.
Como no toda en la vida es perfección en Tracy se dejaba visto por los momentos terribles que pasaría y que invadirá de problemas su vida, Uno de ellos se trataría de un serio bloqueo de escritor, uno que experimentara trayéndole consecuencias así como también el lastimoso proceso de divorcio de su esposo Paolo.
Sin embargo, la llegada de un ser fuera de las leyes de lo natural le brindara una compañía que la ayudara a darse cuenta que no todo está perdido, así como recobrar ese brillo que posee para la escritura, uno que no ha perdido y que solo ella puede y sabe cómo encenderlo de nuevo. Pero ¿quien será ese alguien fuera de lo natural que ha estado en silencio contemplando cada hecho?