Reencuentro con mis ex compañeros de escuela 1
El otro día me crucé casualmente saliendo del banco con un antiguo compañero de escuela. Luego del saludo habitual en donde no dejó de comerme con los ojos el escote, les dije que los extrañaba y que cuándo se reunían, Él me dijo que casi no se reunían ya con las chicas, pero que ellos se juntaban una vez al mes a jugar fútbol en un club deportivo local. Acto seguido me invitó a verlos jugar la próxima vez que se reunieran.
Me quedaba cerca al trabajo, y era a las 7pm el jueves de la siguiente semana, así que aunque no le confirmé (quería sorprenderlos) le dije que lo tendría en cuenta.
Él insistió mucho en que sería muy feliz, que serían muy felices si me viesen ahí para recordar viejos tiempos.
En ese entonces era mucho más tranquila y tímida, claro pero aún así los chicos seguro conservaban recuerdos muy importantes de nuestras tardes de la adolescencia. Estoy segura que mis senos desnudos son los primeros que muchos vieron de cerca por primera vez y que algunos pocos tocaron. También estoy segura que muchos recuerdan mis labios. Y algunos menos pero muy privilegiados probaron mis agujeros. Solo cogí con tres de mi generación, a dos de los cuáles desvirgué en medio de un juego o de una fiesta. Las promociones mayores en cambio sí me gozaron e idolatraron en su mayoría y aún ahora —tantos años— después tengo amantes habituales entre ellos a los que me cojo gustosa, cada vez que podemos coincidir, por los viejos tiempos.
Sin embargo sentía tenía que sacarme el clavo con mi propia generación. Crecimos juntos y me parecía tan injusto que no me hayan hecho disfrutar y que no me haya comido tantas vergas en su apogeo.
Cuando hubieron reencuentros de ex alumnos generalmente no iba porque se cruzaba con el trabajo, mis otros amantes o si iba terminaba rodeada toda la noche con las generaciones posteriores y era cogida desde el estacionamiento hasta que terminábamos la noche en un hotel o una casa en pequeños gang bangs que concluían al día siguiente. Que mis compañeros fueran acompañados invariablemente con sus esposas o novias de turno, tampoco les ayudaba a ponerme al día.
Esta vez era mi oportunidad...
Llegué cinco minutos después de las 7pm con un traje sastre cortísimo y de gran escote que dejaban poco a la imaginación. Es mi ropa usual de oficina. Ese día me había negado a coger con cualquiera, quería estar descansada para ellos, quería comerme la mayor cantidad de pollas posibles.
Si bien mi jefe requirió mi culo me las arreglé para que su agenda estuviera muy ocupada y que su esposa fuera en la tarde a recogerlo del trabajo. Así no podía cogerme. Lo siento, porque amo esa polla, pero estas eran más y muchas serían nuevas para mí.
Porque sí, por si no les quedó claro, yo iba a coger, a coger con tantas me fueran posible. Todo dependía de ellos.
Aún así me llevé una sorpresa...
A pesar que el partido ya había empezado llamé la atención de todos, incluido el equipo contrario, haciendo perder la concentración de los muchachos. Jugaban esa vez con un equipo del propio club, formado por muchachos más jóvenes que mis compañeros. Todos vigorosos en sus veintes, cuando nosotros ya estábamos en nuestros treintas.
Era fútbol, así que 11 contra 11. Había muchachos en la banca y el resto de los chicos de mi salón también estaban ahí. Solo los de mi escuela sumaban 20.
Yo me puse en la tribuna casi vacía en el lugar más llamativo en donde pudieran verme. Salté y grité cada gol que me dedicaban sacándose la camiseta. Y los del equipo contrario hacían lo propio, con señas obscenas hacia mí incluidas y mostrándome su paquete, Lejos de ofenderme me prendía más.
En una de esas, que uno de los chicos que me cogí en el pasado metió gol, me abrí de un tirón el traje y la blusa y les mostré las tetas, para estar a la par que me mostrara el pecho, y se sacara la camiseta. Luego me la cerré y siguieron jugando.
Parece que mi presencia les dio mucha ventaja porque los jovencitos se distraían mucho mientras ellos eran efectivos haciéndome ver lo vigorosos que aún seguían, Realmente querían mostrarme lo machos que son y lo que tenían para ofrecerme.
Me fui acercando a la primera fila, la más cercana al ras del campo cuando ya estaba por acabar el primer tiempo. Cuando estaban distraídos jugando me saqué el calzón ya mojadito, y cuando el siguiente gol llegó y mi compañero se acercó a celebrarlo conmigo, le puse el hilo en la cara y me lo chapé delante de todos, mientras que con la mano le cogía el duro paquete. El resto del equipo nos rodeó "para celebrar", tocándome y metiéndome mano, y sobándose contra mí, todo el rato.
Yo feliz abrí nuevamente todo el saco y blusa y liberé mis tetas. Así el campeón chupó mis senos y todos tocaron por un instante pero tuvieron que volver a jugar. Los del otro equipo decían cosas soeces sobre compartir a su puta, o cómo se tirarían a esa Milf.
Me quedé el resto del primer tiempo con la blusa y el saco abierto pero cubrí un poco los senos. Cuando el enésimo gol consecutivo de nuestro equipo llegó me despojé al fin de toda la ropa de la parte superior y el goleador se sacó la camiseta, me besó mucho más fuerte que el anterior y me levantó del culo, Sentí su paquete a mil, me dio su camiseta mojada, los demás chicos se acercaron también pero el árbitro —que se había quedado casi al margen todo este tiempo— los hizo regresar. Me puse la camiseta empapada mientras mi compañero se puso una limpia.
El árbitro antes de retomar, se acercó a mí y me pidió que dejara de interrumpir el encuentro o que aplicaría las reglas conmigo. Yo le dije que había venido a disfrutar del encuentro y que me encantaría me aplique el castigo adecuado que una chica como yo merece. El muy sinvergüenza dijo que me iba a hacer soplar el p**o (silbato) toda la noche.
Yo solo le sonreí diciéndole que era claro que yo tenía más experiencia que él en eso.
Se fue no sin decirme puta, entre dientes.
No me ofendo por eso. Soy muy puta.
A los pocos minutos terminó el primer tiempo y ya antes que pite me había fijado donde estaban los vestidores así que me dirigí hacia ahí adelantando a mis compañeros.
Al llegar me senté en una banca y me quité la camiseta, dejé mis cosas a un lado y me abrí de piernas para que solo se vean mis medias y mi coño bien jugoso. Con la falda recogida casi hasta mi cintura.
Cuando llegaron se quedaron sorprendidos y en círculo me rodearon, Todos querían lanzarse a la vez. Les dije que primero los campeones. Solo dos metieron los goles, Llamé al primero que me besó y me volvió a besar mientras le bajaba el short y le jalaba un poco la pinga.
Les dije "no tenemos mucho tiempo y la verdad estoy feliz de verlos. ¿Tendrán tiempo luego sin que sus mujeres estén fastidiando?" Me dijeron que solían tomar un par de cervezas y cenar juntos cada vez que se veían así que tenían unas dos a tres horas más, aparte del segundo tiempo, eso hacía un promedio de la medianoche.
Me pareció poco pero peor era nada. No iba a perder la oportunidad de mi vida. Si bien he tenido más vergas para mí por más tiempo esto era especial. Era conectar con el pasado y quería que en verdad me conecten y reconecten en el presente, por todos lados.