Temporada de putear III

1414 Words
No, no, era nada de eso. Mi opción tenía poca diferencia con la rutina que ya traía. O sea, de mañana cuatro o cinco horas durmiendo a pata suelta, de tarde mucha playa y a la noche mucha v***a. El único cambio sería el de pieza, ya que cruzaría la calle hasta la verdulería y pasaría las noches, encerrada en otra pieza, garchando con 4 o 5 machos. Había llegado a esa decisión luego de lo que ahora les cuento. Cuando el Petiso aún no había regresado, luego de cuarenta y pico de minutos en los que sin parar ni un segundo, el n***o hijo de puta con su enorme pedazo de v***a, me había desarmado el ojete sin ninguna compasión, sacándome de lo más profundo de los intestinos cuatro o cinco brutales acabadas y al final, (conmigo en cuatro patas, con las rodillas en un charco de caca que por primera vez me sacaban a fuerza de v***a. ----------------------------------------------------------------------------------- Tomando el helado jugo de naranja que mi vieja me había preparado y mientras aguardaba me trajera un sándwich caliente y más jugo, algo que mi cuerpo necesitaba a gritos antes de levantarme y encarar una ducha. Calcule que con suerte llegaría pasadas las cuatro y decidí que ya no valía la pena ir a la playa. Apenas comenzó a oscurecer sin soportar más la expectativa de ver las nuevas vivencias que me estaban esperando en la verdulería, salí de la ducha y me tome un tiempo para arreglarme, aprovechando que me habían dejado sola me equipe para merecer, y cinco minutos después salí ansiosa rumbo a la verdulería. Rosendo, el que casi me desfondo a pija, al verme, se adelantó a recibirme. No me avergüenza decirles que en un reflejo totalmente espontáneo me descubrí mirándole el bulto con el que me había roto el culo pocas horas atrás . ... Viniste Putita.. ...Me dijo... (lo suficientemente alto como para que sus amigos lo oyeran ... ...Y yo procurando que también mi respuesta se oyera claramente por todos... Dije... Claro Papito... Con todo lo que me prometiste... Cómo iba a faltar... No me quiero perder nada… A la vez que le decía eso giré sobre los altos tacos de mis sandalias y pregunté... ... qué te parece lo que me puse... ... estoy bien como para que me presentes a tus amigos... Un pañuelo enganchado en mi nuca se cruzaba cubriendo apenas mis pechos para terminar anudado en mi espalda… y para abajo había resuelto ponerme una tanga bastante especial, segura de que se le paraba a cualquiera macho que me viera. ... me la había comprado tiempo atrás, mi novio (el veterano), entre otras cosas que me regalaba para que yo luciendolas le pajeara el bocho... ...esta tanga era en realidad una rústica trenza de cuero (al estilo de las riendas de un caballo), que justamente formaba parte de un conjunto con el que me transformaba en su yeguita. . . ...con esa gruesa trenza de cuero separándome las nalgas y encima tan solo el pañuelo, era imposible que alguien no viera claramente que debajo sólo llevaba el culo desnudo y partido al medio... Hecha la exhibición para Rosendo, con un tirón me hizo avanzar y entré totalmente a la verdulería, dos tipos detrás del mostrador, otro entre los cajones de fruta y no vi al cuarto. Donde me pare ahora, era una pequeña superficie de cemento, pero parejita. Entonces el n***o Rosendo me dijo... ... bueno aqui podes presentarte bien a mis compañeros y pegó un grito ... Roberto, pará un poco y vení a ver qué te parece mi invitada... Una voz respondió.. .. pará un poco que ya me visto. . ... Rosendo le gritó... No precisas vestirte, venite como estés ... Yo inicié la presentación dando otro giro sobre mis tacos, y cuando me frené de golpe para sorprenderlos mirándome, la mirada se me fue automáticamente hacía el otro lado. Por dónde estaba entrando el tal Roberto, enseguida deduje que era el hermano de Rosendo, pero mis ojos y mi cuerpo sólo estaban atentos a lo que el loco traía bamboleándose entre las piernas. Un morcillon n***o, largo, grueso y parado al mango… El n***o totalmente en bolas y de v***a dura, se me iba arrimando mientras sus ojos me recorrían toda... Era grandote, mis ojos quedaban a la altura de sus gruesos labios, los que ya junto a mi se movieron diciendo... ...la verdad que está divina hermano... Me agarró las manos y me apretó a su cuerpo dando unos pasos de baile, su hermosa v***a desnuda y dura se refregaba en mi panza al aire. Sentir aquella guasca caliente y pegajosa, los ojos de los otros recorriendo mi cuerpo, pensar dónde estaba, qué había ido yo solita y sabiendo bien a qué y para qué, ya me puso calentita… En eso sentí otra voz que no supe de quién era, diciendo... Si garcha como nos contaste y le gusta todo... Va a estar de película la joda… Saber que el n***o había contado con lujo de detalles como me había cogido la noche antes, me calentó un poco más, y cuando otra voz dijo... Pero es bastante menudita, en serio te la comió toda con el orto... Eso ya fue como un desafío, me dí media vuelta y justo encontré los ojos del que había hablado, con la v***a del n***o acariciando mi espalda porque no me había soltado, miré al que dudaba de mi desempeño con el pijon de Rosendo en el culo y le dije... Se la comí absolutamente toda, durante 40 minutos o más, y además le dí cuatro polvos. Después veremos cuántos me sacas vos... Ya no aguantaba más y mirando a Rosendo le pregunté.. aquí no se puede hacer nada... Donde hay que ir... Roberto el hermano me empujó los hombros y dejándome llevar me arrodillé frente a él, tenía que mirar hacia arriba pues mí boca estaba a la altura de sus muslos, pero él agarrándose la v***a del tronco me puso la cabeza en mis labios y sin dudarlo se la entre a mamar, tenía el esperado olor a v***a de n***o, pero enseguida me dí cuenta de que también tenía olor a concha... Cuando me decia que debia ser del día antes y no se había lavado... Casi enseguida el loco echándose atrás y sacándomela de la boca, dijo ... ... bueno mañana nos vemos putita, ahora voy a seguir con la que estaba... que también garcha muy lindo.. Para redondear les cuento que resultó que esa noche me dejaron sin pija, solo el gusto de la del n***o Roberto en la boca y unos manoseos de otro de los compañeros de Rosendo. El hijo de puta no sólo tenía la guasca más larga y más gruesa que yo conocía, sino que,encima de eso luego de sentir que ya le había comido totalmente, sus 22 centímetros de negra, gruesa y hedionda v***a. Apenas sintió a sus huevos rebotando en mis nalgas el loco se olvidó de todo y conmigo en el piso, de cabeza enterrada en el almohadón parando el orto al máximo y las manos prendidas de mis nalgas intentando abrirme el culo un poco más, mientras el loco, aprovechando mi postura y manteniéndose de pie flexionando sus rodillas comenzó con una especie de lagartijas o sentadillas, en las que al flexionar las rodillas como para agacharse su tripon me llegaba bien al fondo, para de inmediato erguirse hasta quedar casi de pie dejándome apenas la punta de la pija en el orto, para nuevamente descargar su cuerpo sobre el mío y por tanto su guasca en mí culo. también negro me tenía bien ensartada, me había dicho al oído,... …"Querés que te siga garchando el orto como ahora… …"Si papi por supuesto"… …"Entonces no seas mala, dejá de venir a esta pieza y empieza a visitarme en la verdulería" "Yo al petiso no lo banco mucho, éstos días vine para sacarme el gusto de cogerte bien" "Pero si querés que te siga dando v***a, vas a tener que empezar a visitarme a mi y a mis amigos del trabajo" "Yo lo mire y pregunté… … "Cuántos son" …"Cinco, nada más, dijo" "Cinco escuché y la cabeza me dió vuelta". "Sin pensar ni un segundo le respondí"… "Si papito mañana mismo empiezo a ir" …"Y sin poder aguantarme, pregunté… …"Son vergudos como vos" "No tanto, pero bastante" Con la boca hecha agua, esperé que llegara la siguiente noche.
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