Paula había dejado todo aparentando ser quien no era para poder vivir tranquila con el hombre de sus sueños, un hombre que estando enamorado de otro se casó con ella, pero que después de 2 años de matrimonio parecía haber despertado sentimientos por ella, llevándola a sentir plena y querida en un martrimonio feliz. Nada importaba más que ellos, aunque no fuera querida por su suegra y una de sus cuñadas. Sin embargo, lo que ella llamaba felicidad, pronto tomaría un rumbo diferente, al darse cuenta de que su marido tenía un amorío, obligándola así a volver al lugar del que nunca debió salir. Su puesto como la heredera de la familia Reyes