Gina durmió mal esa noche, la certeza o la duda latente de lo que pasaba entre Gerald y Julieta estaba ahí. Las fotografías seguían guardadas, sin que ella se atreviera a tocarlas. Bastaba con saber que estaban ahí. No necesitaba verlas para imaginar lo que mostraban. Ben nunca mentiría sobre algo así. Y aun así, no las quería ver. No quería enfrentarse a esa verdad que podía desmoronar por completo lo que apenas estaba reconstruyendo con Gerald. Pensó en lo que él había hecho por ella últimamente. El viaje, las atenciones, el cariño que parecía real. ¿Qué ganaba con mirar el pasado si podían arreglar las cosas? Él la había perdonado por lo de Ben. Tal vez esto era lo mismo. Un error. Una debilidad. ¿Quién era ella para condenarlo si no era capaz de perdonarse a sí misma? Dejo las fotos

