1

1427 Words
Estábamos celebrando él triunfó de la señorita Rincón, podía mirar que ese pudiera ser mi triunfo, si no fuera por culpa de mi jefe, el prefirió darme el puesto de secretaria y no me dio él, puesto que yo quería, pero que le puedo hacer, fue la decisión que el tomo y yo necesitaba él trabajó, así que me toco acostumbrarme a su decisión, aunque me molesta verle la cara y pues no me gusta trabajar para él, es frio y controlador, acostumbra ha coger con varias mujeres y eso a mí no me gusta. Estaba viendo borroso, cuando un hombre se acercó. —Cómo te llamas—dije yo mientras intentaba reconocer su cara, pero  no podía ni siquiera ver su rostro, es la primera vez que me pasa esto mientras tomo tomando. —Mi nombre no importa, dime el tuyo.—dijo él, pero no reconocí su voz, la conozco de algún lugar, pero no tengo ni idea de donde, no se me viene nadie a la cabeza. —No gracias.—dije sería. No reconocía su voz y no pensaba ir para ningún lado con una persona que prácticamente no conozco, porque si no veo su cara, no lo conozco, aunque si se la viera tampoco lo conocería y si lo hiciera no pensaba decirle mi nombre a este hombre, pero quisiera saber la razón por la cual veo tan borroso, es que ni siguiera puedo darme el lujo de decir que es porque uso lentes y están rayados, porque ni siguiera es así, mis ojos están en perfecto estado. —Buena chica, es un gusto conocerte que te parece si me acompañas a mi habitación.—dijo él. Yo fruncí el ceño, no sabía que se creía este tonto al pensar que lo acompañaría a su habitación, obviamente no me movería de acá, ni mucho menos si se me dificulta ver su cara, que tal que sea un violador, un ladrón, aunque lo único que tengo es mi teléfono del resto nada más, pero no podía hacerlo. —No salgo con extraños—dije sería. Mientras no sepa quién es y no lo haya mirado 50 mil veces y hablado unas 10 mil, no me movería de aquí con un hombre que no conozco, ni menos a su habitación, deberá esta completamente loca, aunque bueno si lo estoy, ya me lo han dicho muchas veces, yo estoy loca por aguantarme un jefe tan estúpido como él que tengo. —Sin rodeos solo necesito que me ayudes a llegar a mi habitación, no puedo solo.—Dijo él y yo intente ver su cara, pero no era capaz. No sabía sus intenciones, pero no estaba segura si confiar en él, aunque no sería yo si no confiara en todos. —Qué habitación es.—dije yo y no pude ver su expresión. En serio lo pienso hacer, lo acompañaré a su habitación, aunque bueno solo lo acompaño y me voy para mi casa a descansar porque mañana tengo trabajo. —314—Dijo y yo asentí. eso la ubica en una de las suite, porque para mi gusto este hotel tenia suite de la 300 a la 500, del resto eran habitaciones sencillas. —Está bien, te ayudó—Respondí. Me levante con cuidado para no caerme al piso. No sabe cómo me gustaría poder verle la cara al menos, pero desde que me tome ese último trago, no enfoco bien la mirada, de milagro y se por dónde voy caminando. Cuando llegamos al ascensor, nos subimos en él. Pude notar la luz del botón del número del piso, era uno de los últimos, pero entre mas rápido dejara a este hombre en su habitación, mas rápido me podre ir a mi casa a descansar algunas horas. Cuando el ascensor se detuvo empecé a caminar hasta la habitación 314, con un poco de dificultad metí la llave donde creí que era la puerta, pero cuando la puerta abrio supe que esa si era. —¿Porque no entras? —Pregunte cuando se quedó hay parado en la puerta. Tal vez esta esperando que me vaya para poder estar tranquilo en su habitación. —Me cuesta caminar—Respondió. No puedo creer que esto me este pasando a mi, no debería no confiar en una persona que ni conozco, peor bueno ya estoy aquí. —Ven entonces—Comente y le ayude a que entrara a su habitación. —Cierra la puerta no sea que alguien entre—Menciono. Sinceramente no entiendo para que quiere que cierre la puerta si yo voy a salir ahorita, pero lo voy hacer, para que el se sienta mas seguro. —Está bien—Conteste. Cerré la puerta tras de mi para luego llevarlo hasta un sofa que había en la habitación, me levante y di media vuelta para caminar hasta la salida, pero sentí una mano en mi brazo que me jalo para luego atrapar mis labios, me demore un poco en reaccionar pero luego se seguí el beso, no sabia porque este hombre me estaba besando, ni menos porque yo le estaba siguiendo la cuerda pero claramente me gustaba. Sentí como su otra mano tocaba mi muslo suavemente provocándome pequeños escalofríos en todo mi cuerpo, eran suaves, pero eso desviaba mi atención, sentí como el me jalo hasta sentarme encima de él y profundizar el beso, ahora sus dos manos pasaban por debajo de mi ropa sin pudor alguno. Sus manos se dirigieron a mi muslo y los apretó con fuerza, logrando que soltara un gemido, su cuerpo se empezó a levantar del sofá conmigo encima para empezar a caminar hasta la cama y depositarme en ella con cuidado. Sus manos comenzaron a pasar por todo mi cuerpo hasta retirarme la camisa, sus labios bajaron de mi boca hasta mi ombligo dejando besos húmedos por donde pasaba. Solté un suspiro pero me tense cuando senti sus manos en mi pantalón. —Alto..por favor—Mencione mientras intentaba recuperar el aire. —Disfruta, solo se vive una vez—Comento con voz ronca. No entendía como podía disfrutar algo que todavía no hecho por primera vez, es simplemente un terreno muy desconocido para mi. —Soy virgen—Comente un poco apenada. —Bueno haré de esta noche especial—Respondió mientras retiraba mi sostén. Mis mejillas se sonrojaron mas, debía parecer un tomate, pero no le respondí nada, solo deje que besara mis pechos, me mantenía en silencio absoluto, pero solté un leve gemido cuando me mordió uno. Poco a poco la ropa fue desapareciendo, hasta que quedamos completamente desnudos, el abrió mis piernas y se metió en la mitad, me miro a los ojos antes de buscar mi boca con la suya, el beso era fuerte pero toda mi concentración fue desviada cuando empecé a sentir un dolor pulsante en mi entre pierna, sentía como algo se estaba abriendo paso lentamente en mi, el dolor era un poco fuerte, pero cuando termino de entrar en mi unas lágrimas salieron. —¿Te lastimé? —Pregunto con tono de preocupación. S cara seguía siendo un poco borrosa, pero ahora me importaba mas el dolor que tenia en mis piernas, era pulsante e insoportable, pero aun sintiendo ese dolor negué con mi cabeza, pero el no se movió para nada, asi que decidí hablar. —No, sigue por favor—Respondí. El soltó un suspiro antes de comenzar a moverse lentamente, el dolor seguía presente y me incomodaba demasiado, entonces sentí como una de sus manos bajo a mi clítoris para comenzar a masajearlo, poco a poro el dolor estaba siendo remplazado por un poco de placer, cuando el dolor paro el dejo de tocarme para luego seguir moviéndose de una manera mas rápida. De mi boca salió un pequeño gemido por el placer, no podía creer que algo que tanto miedo le tuve, hecho de una manera puede ser un poco placentero la primera vez. Mis manos estaban en su espalda mientras el aumentaba el ritmo a sus embestidas hasta un punto en el que le enterré las uñas, escuche salir de el un quejido, pero no se detuvo, se siguió moviendo hasta que sentí como algo entraba en mi. El se tiro encima mío, su respiración estaba acelerada y la mía también, el salio de mi, se puso al lado, sentí como su mano llego a mi cintura y me jalo con fuerza hasta chocara con su abdomen Lentamente sentí como el sueño se apoderaba de mis ojos dejándome completamente entregada al abrazo de mi desconocido
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD