Capitulo 5: Recordando

1184 Words
Desperté esta mañana con dolor de cabeza. El despertador había sonado y yo no tenía ganas de levantarme para ir a la escuela. Salí de la cama con el pijama a preguntarle a Joan si podía faltar. pero antes le envié un mensaje a Lee. *De: Savannah Bakker Para: Lee Chang Oye, creo que hoy faltaré a clases. Me duele mucho la cabeza. Desperté así. Mañana haremos lo de las fotos* ¿Por qué siento que olvido algo importante? Me encogí de hombros y salí de mi habitación. En el pasillo, me crucé a Joan. -Oye, Jo... -no llegué a terminar- -¡Savannah! -pegó un grito que me reventó el tímpano y el cráneo- ¿Cómo estás? ¿Te duele? ¿Necesitas algo? ¿Tienes hambre? -con cada pregunta me tocaba la cara, la frente y los hombros- -Tranquilo. Sólo iba a decirte que hoy me desperté con dolor de cabeza. Y quería preguntarte si podía faltar a clases... -empezamos a caminar hasta la cocina- Y sí, tengo hambre. -¿Qué paso ayer? -me miró con una extraña expresión. No entendía su preg... Oh no- Por cómo cambió tu cara, diría que acabas de recordar. -llevé mi mano hasta la parte trasera de mi cabeza. Dolía horriblemente y estaba un poco hinchada.- Ven, vamos a la cocina y me cuentas bien. -Cielos... -susurré. Todavía no podía creer que trataron de violarme. Al entrar en la cocina estaba Zoe y Caleb. Yo seguía en shock, agarrando mi cabeza- -¡Savannah! -exclamó Zoe y se acercó a abrazarme- ¿Cómo te encuentras? -yo no podía articular palabra alguna. Me soltó, yo seguía en la misma posición. Miré a Caleb- -Acaba de acordarse. -habló Joan- Si no le preguntaba qué había pasado ayer, no lo pensaba. -De nada -dijo Caleb. Una lágrima bajó hasta mi mentón- Ayer al fin dijiste bien mi nombre. -Gracias, Alfredo. -traté de sonreír pero todavía estaba un poco impactada. Saqué mi mano de la herida- -Y volvemos a lo mismo... -dijo él, rodando los ojos. Yo me senté en un taburete frente al suyo y Joan me sirvió el desayuno- Lindo pijama... -me sonrojé un poco- -No sabía que habría gente en mi casa... -expliqué y empecé a devorar mi desayuno- Cielos, tengo tanta hambre. -Es normal. Ayer estuviste desmayada y no cenaste. -explicó mi hermano- Por cierto, tu pijama es muy revelador. Tuve que cambiarte yo de ropa, hermanita. Estás gorda. -dijo Joan. Yo lo miré indignada- Es broma. -se rió- Qué bien que Caleb estaba cerca y te ayudó con esos tipos. ¿Vas a contarme lo que pasó? -Yo... -tragué saliva- Acompañé a Lee a su casa, que era a la vuelta de la heladería. Después, cuando estaba regresando a casa, sentí pasos y respiraciones detrás de mí. Me di vuelta y habían dos tipos que me decían cosas como "Vamos a divertirnos si no te resistes" y eso. Yo me asusté, uno me agarró del brazo y... -sentí un nudo en la garganta-Fue tan similar a ese día -volví a llorar- Me solté y empecé a correr. Ellos me persiguieron y lograron atraparme. Me llevaron hasta un callejón y, el que me sostenía, me empujó, haciendo que me golpeara la cabeza contra el suelo. El otro tipo hacia vigilancia mientras que el que estaba conmigo me decía cosas horribles y me quitaba la chaqueta. Yo trataba de alejarlo y empujarlo, pero él me pateaba. Mis costillas y mis brazos deben estar morados. Yo seguía aferrada a mis rodillas a pesar de los golpes. Luego llegó Rigoberto, -miré a Caleb- y peleó con ellos. No recuerdo más nada después de eso. -Después Caleb te trajo a casa y explicó que unos tipos trataban de abusar de ti. Estuviste desmayada desde entonces. Te traeré una aspirina. -salió de la cocina en busca de la dichosa pastilla mágica- -¿Eran tus familiares? -preguntó Caleb- -¿M-mi-mis qué? -¿Cómo sabía él de eso?- -Vamos, Savannah. Lo sé todo. -a todo esto, Zoe estaba más callada de lo normal. Raro en ella- -¿Cómo lo sabes? -ladeé la cabeza- -En la agencia todos hablan de ti. -Agen... ¿Eres de la A.S.P.E.? -abrí los ojos- -Sí, lo soy. No creerás que peleo así porque soy un simple adolescente buscapleitos ¿O sí? -De hecho, sí. Pensé que sólo las personas inteligentes eran agentes. -Zoe rió y se ganó una fea mirada de parte de su hermano- Y no, no eran mis familiares. -Sí soy inteligente. -exclamó como niño pequeño- -Claro, Frank. -Caleb. Ca-leb. ¡Caleb! -gritó- -Si tu dices, Mario... No sé si recuerdas, pero tengo una pelota de tenis en la cabeza y me late. Si no gritas, sería mejor. -hasta eso llegó Joan con la pastilla- -Oye... ¿A qué te refieres con "ese día"? -preguntó Zoe- Por lo que dijiste que fue similar a "ese día". -Savannah, no tienes que explicarlo si no quieres. -dijo Joan al ver que palidecí. Estaba cansada de no poder superarlo, en algún momento iba a tener que hablar de eso- -No, está bien. Tendré que contarlo en algún momento. Eres el único que sabe. -tomé la pastilla- Me violaron. -solté sin mas- Narra Caleb Donovan: "Me violaron" Sólo eso dijo y yo me atraganté con lo que estaba desayunando. Zoe dejó la cuchara suspendida en el aire y la miró con los ojos abiertos. Se veía tan vulnerable... -Tenía ocho años y estaba jugando con mi perrito, cuando un primo mío, que en ese momento tenía dieciocho años, me agarró del brazo y me arrastró a una habitación vacía. Trataba de resistirme, ya que había visto a mis tíos haciendo lo mismo con chicas que secuestraban, pero fue inútil. Él me golpeó y abuso de mí. -lagrimas corrieron por su cara. Miraba a la nada, ausente, recordando esa horrible escena- Cuando terminó de hacer eso, yo vi el arma que él siempre tenía encima. La agarré y le apunté para alejarlo. Él se rió,me la arrebató y me disparó en la pierna. Yo lloraba y gritaba. -Joan se tensaba a medida que escuchaba el relato- Mi padre entró y le dijo "¿Ya terminaste de hacer lo que te pedí?". Ese desgraciado le había dicho que lo hiciera. Yo lloraba, mirando y tocando mi herida. Me dolía todo. Yo sólo tenía ocho años. -abrazó a Joan- Según él, era para "hacerme fuerte". Hubiera deseado morir en ese momento. O directamente no haber nacido. -se separó de su hermano y se levantó del asiento- Discúlpenme. -se fue de la cocina limpiando sus lagrimas- ¿Cómo puede ser que alguien le haga eso a una pequeña niña de ocho años? Bien... Eres mafioso... Pero, ¿hay necesidad de ser tan hijo de puta? Zoe y yo nos quedamos estáticos en nuestro lugar luego de escuchar eso. Joan tenía los puños apretados. Me dio lastima escuchar su historia. Yo creía que ella, al estar criada por esos sádicos malditos, sería igual, pero no. Ella es totalmente diferente a lo que creí que sería una chica criada entre mafiosos.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD