Sipnosis
AÑOS ATRÁS :
Lo lamento señor Callen, pero usted no podrá caminar.
Dice el doctor bajando el rostro con un suspiro y mi madre se echa a llorar en el hombro de mi padre.
Sólo escucho la noticia y cierro los puños con el rostro sereno.
—Alexander ¿Sabes quién es el responsable de esto?
Demanda mi padre con voz autoritaria y tuerzo los labios.
—¿Quién más podrían ser? Tus supuestos “Amigos” el mayor de los Brown.
—Alexander…
—Padre te lo he dicho mil veces, no confío en esa gentuza y no dudo que ellos mismos hayan asesinado a Roberto… Son una asquerosidad de familia.
Hablo frunciendo el ceño mientras recuerdo exactamente como el mayor de los Brown estaba al lado de mi auto y al verme se puso nervioso.
No fue mera casualidad de que a mi nuevo auto se le fueran los frenos.
—Alexander… No hay pruebas de que haya sido ese chico, no podemos culpar injustamente.
—Padre, no es casualidad de que eliminaran todos los videos de las cámaras de seguridad, todo fue planeado y buscaré todas las pruebas para que ese maldito infeliz se pudra en la cárcel.
Hablo apretando los puños con furia.
Mi padre solo suspira y al cabo de un rato ambos se marchan, pero no sin antes apapacharme como un bebé.
Miro al doctor que ha permanecido en una esquina en silencio.
—Doctor, haga todo lo que sea necesario… Necesito volver a caminar y vengarme de ese mal nacido, se que me ha envidiado toda su vida.
ACTUALIDAD:
Quebrarse en mil pedazos… Siempre había escuchado esa frase en muchas personas “Siento mi corazón quebrarse en mil pedazos” Y ahora lo estoy viviendo en carne propia… Es un sentimiento indescriptible ¿Cómo podré sobrevivir a esto? Es lo que pensaría una persona común.
Con un hermoso vestido blanco de novia junto a mi ramo de flores observo como el hombre que sería mi esposo en unos minutos me engaña con mi propia hermana menor.
—Jeral…
Susurro inaudible, pero lo suficientemente alto para que ambos escuchen y se separan de inmediato.
—Camila… Lo siento sólo fue un pequeño desliz.
Habla el muy cínico acomodándose la camisa y el corbatín.
—¿Un desliz? ¿Cómo las otras veces Jeral? ¡Es con mi hermana!
Le grito sintiendo impotencia y el solo rueda los ojos.
—¿Ahora piensas hacer un escándalo? Controlate Camila.
Bateo mis pestañas varias veces para que las lágrimas no caigan y miro a mi hermana menor.
—Rosita…
—¿Qué rayos está pasando? Te estuve buscando Camila.
Escucho la voz de mi madre que se acerca a nosotros con el ceño fruncido.
Al parecer se da cuenta del tenso ambiente y mira con atención a mi hermana y prometido.
—¿Acaso me perdí de algo?
Pregunta con interés y mi hermana se acerca a ella llorando y se arrodilla a los pies de nuestra madre.
—Mamita por favor, no dejes que Camila se case con el hombre que amo… ¿Qué sería de mí?
Dice con un llanto desgarrador y me quedo en shock.
Nuestra madre se arrodilla junto a ella y la toma del mentón.
—Mi niña… ¿Por qué no me lo habías dicho desde antes? ¿Por qué tuviste que esperar hasta ahora?
—Es que no quería que mi hermana sufriera… Pero ya no puedo más… Mamita… Mi corazón solo le pertenece a Jeral.
Llora desconsoladamente mientras abraza a nuestra madre.
—Ya mi princesa no llores… Arreglaré esto por ti ¿Sí?
Dice y ambas se colocan en pie, pero mi hermana no deja de chillar.
—Siento hacer esto Jeral, pero tendrás que casarte con mi pequeña Rosita, ella te ama con sinceridad y no puedo permitir que sufra.
Dice mi madre y en este preciso momento mi corazón deja de bombear sangre para bombear trozos de vidrio.
—¿Qué? Pero madre…
—Tú cállate Camila, eres más mayor que mi pequeña, debes hacer feliz a tu hermana menor no seas cínica ¿Qué dices Jeral?
—La verdad es que no me importaría… Rosita es una joven muy linda y educada.
Habla mientras se acerca a mí hermanita, toma una de su mano y deja un beso en ella.
¿Dónde está todo el amor que me juró?
—Has tomado la mejor decisión Jeral.
Escucho la voz de mi hermano que se acerca a nosotros con su traje a la medida y una sonrisa en el rostro.
—Theodoro… Agradezco tus consejos.
Habla Jeral con una sonrisa cómplice.
—Por supuesto, mi hermana menor va a ser una agradable compañía, Camila es muy impulsiva y eso no será bueno para tu matrimonio.
Dice mi hermano con una sonrisa como si estuviera hablando del clima.
No soporto más esta situación y huyo del lugar.
Entro a la habitación qué tenía reservada del lujoso hotel y cierro con llaves detrás de mí, me arranco el vestido literalmente aún sin derramar una sola lágrima.
Abro el armario y me coloco unos vaqueros junto a un polo, busco entre mis maletas una de las gorras qué compré especialmente para nuestra “luna de miel” qué se suponía iríamos a un lugar muy soleado y caluroso… Maldito mentiroso.
Pienso mientras me lo coloco así desbaratando el hermoso recogido qué tardó horas en hacerse.
Y pensar que hoy sería el día más feliz de mi vida… Lo que me hicieron no tiene precio.
Pienso dirigiéndome a la puerta para marcharme, pero por impulso miro por última vez por el gran ventanal de mi habitación que da una hermosa vista hacia el jardín que es donde está decorado todo lo de la boda junto a la gran mayoría de los invitados que esperan sin saber que pasa realmente.
Por medio del ventanal observo como mi hermano se acerca a los invitados tomo un micrófono y habla.
—Lamento hacerlos esperar, pero ha ocurrido un pequeño imprevisto, así que les quiero pedir dos horas más por favor… Mientras esperan pueden pasar por el comedor y comer algo… La casa invita…
Me alejo del ventanal y dejo de escuchar la voz de mi hermano… Asi que respiro profundamente y tomo mi última decisión junto a los ahorros que tengo, se suponía que era para la luna de miel, pero eso nunca pasará.
Pienso mientras salgo de la habitación con un rostro inexpresivo.