Capítulo 8 - El amor de Ana

4991 Words
Llegó el día miércoles y Jeff cumplió su promesa junto a unos guardias Sasha y el príncipe Julián acudieron al hospital nuevamente para hacer la sesión de sanación que acostumbraba realizar Ana, nuevamente la esperaba la enfermera, los guardias se quedaron en la puerta custodiando mientras todos nuevamente se caracterizaron para no llamar la atención de nadie, en ese minuto Jeff estaba muy preocupado ya que pensaba que en cualquier minuto volverían a atacar a Ana por lo que dio instrucciones a sus guardias, en caso de cualquier movimiento sospechoso, debían inmediatamente entrar y sacar a Ana del lugar. Jeff jamás había visto como Ana sanaba a las personas y tampoco podía imaginar cómo lo hacía, La enfermera le comentó a Ana sobre el nuevo caso de una persona que estaba muy mal de salud esta vez era un hombre muy humilde que era padre de cuatro hijos, todos se conmovieron con la historia ya que él repentinamente enfermó y se encontraba muy grave Ana procedió hacer la sesión de sanación todos observaban alrededor de la camilla. Para Sasha y Dennie no era novedad lo que iban a ver, pero Jeff tenía muchas preguntas en su cabeza ya que él sabía que uno de los poderes de la Estrella Dorada era el de sanación, pero no lo imaginaba. Ana tomó las manos de aquel hombre y nuevamente esa luz dorada comenzó a salir, su estrella brillaba pero era una luz tenue, el cuerpo del hombre estaba rodeado de esa hermosa luz y transmitía una sensación de paz, todos estaban conmovidos al mirar aquel noble acto, Jeff simplemente quedó sin palabras no lo podía creer, era demasiado hermoso, sentía que de verdad todos los esfuerzos que había hecho valieron totalmente la pena y observaba a Ana con orgullo ya que de alguna forma él la ayudó a forjar todo eso, Dennie sentía que estaba luchando contra él mismo, contra su ambición contra sus ansias de poder y que sin duda el amor estaba ganando, sentía que ya no quería poseer la Estrella Dorada, sino que al parecer su elección era ser el dueño del corazón de Ana lo que también era una apuesta muy elevada ya que sentía que Jeff en realidad escondía sus verdaderos sentimientos y que era un rival muy poderoso para él, aquel hombre fue sanado y fue un momento maravilloso para todos ya que su familia pensaba que quedarían absolutamente solos y que esos cuatro pequeños quedarían sin padre, la esposa de aquel hombre le agradeció a Ana por su noble gesto y le regaló una medalla de madera que ella misma confeccionaba, lo que llenó profundamente su corazón se sentía llena de amor y que de alguna forma tenía que comunicarlo y retribuirlo a través de la sanación era la manera en la que ella quería transmitir esos sentimientos. Al terminar aquel día en el hospital llegaron a casa y Sara los esperaba con una deliciosa cena Jeff dejó explícitamente instrucciones para que así fuese ya que sabía perfectamente bien que Ana llegaría muy agotada después de utilizar ese maravilloso poder. No podía sacar de su cabeza aquella imagen hermosa, donde Ana se veía majestuosa brillante llena de luz y de paz, se sentía muy atraído por lo que ella transmitía, pero algo lo detenía y no lo dejaba traspasar más allá de sus sentimientos, no transmitió ninguna palabra durante la cena simplemente contemplaba a Ana con otros ojos, con otro desplante y no entendía que era ese sentimiento que lo llenaba y al mismo tiempo lo atormentaba. Al finalizar la cena Jeff se atrevió a acercarse a Ana para poder conversar con ella. - Mi querida Ana, quería decirte lo orgulloso que estoy de ti, eres demasiado hermosa por dentro y por fuera. Ana se sonrojó al escuchar las palabras de Jeff, el supuesto príncipe se dio cuenta, pero lo único que hizo fue dar media vuelta e irse a su habitación a dormir. -Muchas gracias, Jeff, de verdad me encantan tus palabras - Dijo Ana algo tímida - Es la verdad, eres la chica más linda de todas, tienes todo lo que cualquier hombre querría tener – Ana simplemente suspiró con las palabras de Jeff. -Recuerda que debes seguir entrenando, tu entrenamiento todavía no termina, Ya sabes defenderte sabes pelear, sabes usar tu poder de sanación, pero todavía no aprendes a esconder tu estrella y eso es muy importante, por favor quiero que retomes tu entrenamiento. -De acuerdo Jeff tienes toda la razón, debo aprender a dominar todas mis habilidades. Al día siguiente, Jeff se dispuso a entrenar nuevamente a Ana, necesitaba que ella escondiera su estrella a toda costa mucho más ahora que el enemigo la estaba acechando, a pesar de que también pensaba que quizás ellos tenían otros mecanismos para detectar a la dueña de la Estrella Dorada. Ana se dispuso a obedecer las órdenes del Jeff - Escúchame Ana lo que vamos a hacer ahora es muy arriesgado ya que con el nivel de poder que vas a lanzar hacia afuera, es muy probable que los enemigos logren detectar en dónde estás, esto deberíamos hacerlo en otro lugar muy apartado para no correr riesgos. - No te preocupes Jeff yo creo que el enemigo ya tiene identificado mi paradero por eso me atacaron, no puedo paralizarme por eso, debo continuar desarrollando mis habilidades - De acuerdo Ana necesito que hagas brillar al máximo tu estrella - ¿Dices que tengo que sacar mi máximo poder hacia afuera? - ¡Así es!, ¿crees que puedas hacerlo? - ¡Claro que sí!, pero me da algo de miedo, ¿estás seguro de esto? - ¡No tengas miedo, yo estoy contigo! De alguna forma Ana se sentía muy segura estando con Jeff, porque sabía que él podría solucionar cualquier problema que surgiera. Entonces Ana se dispuso, cerró sus ojos, Jeff estaba atento ante cualquier movimiento sospechoso, entonces de pronto la estrella de Ana comenzó a brillar, Jeff la animaba- ¡Vamos Ana tú puedes!, ¡sigue así! - el resplandor llegó muy alto y de pronto algo se salió de control, Ana comenzó a levitar y su brillo aumentó de forma muy grande, Jeff ya había visto algo muy similar en las sesiones de entrenamiento a lo largo de los años pero esta vez este brillo era mucho más intenso, hermoso, pero al mismo tiempo aterrador, de pronto la tierra comenzó a temblar, todos salieron de la casa a mirar el espectáculo, Sasha se encontraba en el balcón observando y al ver que todo comenzó a temblar salió corriendo a auxiliar a su amiga ya que sabía que probablemente Ana se había excedido en gran medida al sacar su poder El temblor se sintió hasta el Reino de Serpens, todos se preguntaban qué sucedía, Si era un fenómeno natural o provocado por alguien, Alhena ordenó a todos sus súbditos a estar en alerta máxima, ya que aquel temblor era provocado. Sasha llegó al lado de Jeff. - ¡Jeff detén esto por favor! - ¡Es mi culpa yo le dije que lo hiciera, no puedo detenerla, si lo hago corro el riesgo de morir al acercarme! - ¡Quizás yo pueda detenerla! - ¡No Sasha! ¿de qué forma podrías hacerlo? - ¡No sé! recuerda que yo controlo la naturaleza, debe haber algo que pueda ayudarla Dennie observaba completamente asustado la escena, no entendía cómo una persona podía ser tan dulce y aterrador a la vez, le parecía loco y fuera de todo lugar Entonces Sacha invocó a las esporas y las lanzó a su amiga, pero no hubo efecto alguno, Ana estaba completamente envuelta por su aura de color dorado y su energía cada vez crecía más y más, lo que finalmente provocó que la tierra siguiera temblando sin parar, entonces Sasha se fue contra Jeff. - ¿Me puedes decir en qué estabas pensando cuando le dijiste que hiciera esto? - Necesito que ella aprenda a esconder su estrella, una de las maneras que encontré es que ella agote gran parte de su energía entonces quizás así pueda esconderla de manera más fácil - ¡Pero ya ves el resultado! creo que no fue una buena idea - ¡Lo sé, ahora no sé cómo detenerla! Entonces Jeff hizo brillar su Estrella Blanca, quizás al ver el resplandor Ana se detendría Sasha se aterró al ver la escena ¿Estás enfermo?, ¿cómo puedes hacer esto? no hagas eso Jeff, ella puede pensar que la vas a atacar - ¿Entonces qué sugieres?, ¿como la detengo? - En ese minuto Sasha se puso enfrente de ella a una distancia considerable - ¡Por favor, Ana, detente! ¡detente! ¡basta no sigas por favor! – A lo que Jeff agregó - ¡Ana el entrenamiento se ha terminado basta! - Pero no hubo resultado, Ana seguía incrementando su energía Mientras tanto Alhena observaba de lejos el acto que estaba dando su hermana, junto a sus sirvientes. - ¡Pero miren nada más que tenemos aquí!, mi hermanita haciendo un espectáculo para todos, jajajajajajaja…. Quiero que vayan contra Jeff de Spartus y elimínenlo, ¡no quiero fallas! – Dos de los sirvientes de Alhena fueron a cumplir con su pedido, mientras ella se devolvió a su castillo. En ese momento, uno de los sirvientes fue contra Sasha y la lanzó lejos, mientras el otro más fuerte atacó a Jeff sin tregua, Ana no paraba, eran 2 seres oscuros que solo tenían forma humana, no se les veía el rostro. Sasha se fue con todo contra aquel extraño ser usando sus poderes de control de la naturaleza, Jeff luchaba con todo su poder, hizo brillar su Estrella Blanca y usó su espada, ¡Viento! – Exclamó Sasha para formar la fuerte ventisca y formó un remolino en el que envolvió a esa figura oscura, mientras fue en ayuda de Jeff, éste logró enterrar su espada contra la negra figura, pero no le hizo daño alguno, entonces entendió que eran seres mágicos, entidades demoníacas y no podrían dañarlos físicamente, Jeff juntó sus manos e invocó su poder exclamando - ¡Fulgur!, un poderoso rayo blanco salió y dio en el blanco, la figura se retorcía en el suelo, pero la otra entidad logró zafarse del remolino de Sasha y fue directamente contra Ana, quién se sintió amenazada y al ver que iba a ser atacada, se movió, el oscuro personaje chocó contra la gran cantidad de energía que emanaba la chica y cayó tan rápido como un rayo al suelo, Ana vio que era un enemigo y fue con todo contra él, lo tomó y lo volvió a lanzar lejos, pero se reponían de inmediato y ambas sombras se fueron contra Jeff, quienes lo tomaron por sorpresa con mucha rapidez, Sasha fue en su defensa pero uno de los dos personajes le lanzó un hechizo que la dejó inmóvil, Ana no creía lo que veía y fue de inmediato a auxiliarla. - ¡No te preocupes por mí Ana, salva a Jeff! – Ana se levantó y fue en auxilio de su maestro, una de las figuras oscuras lo sujetaba por detrás mientras el otro intentaba asfixiarlo, Ana lanzó energía y soltaron a Jeff de inmediato. - ¡Vengan contra mí, demonios! – Exclamó Ana enfurecida, pero no, ambas sombras fueron nuevamente detrás de Jeff, quién se recuperaba del ataque, entonces Ana fue tras ellos y se interpuso delante para que no lo lastimaran, Jeff no podía hablar pero sintió algo especial al ver que ella lo estaba protegiendo, las figuras lanzaban energía contra Ana, pero ella no se movía, era un escudo protegiendo a su amigo, de pronto una frase vino a la cabeza de Ana, no sabía que era pero lo dijo - ¡Stella rutilans! Y una enorme capa de energía salió de ambas manos de Ana, que fue directamente hacia ambas sombras y se produjo un gran estruendo, los demonios habían lanzado energía también y Ana tomó a Jeff para protegerlo, pero éste al ver que un rayo venía directo hacia Ana, logró voltearse y dio contra él, todo en fracción de segundos, Jeff quedó inconsciente y Ana manchada con su sangre, lo vio y aquel rayo no era rayo, si no, una espada que terminó incrustada en la espalda de Jeff. Ana no resistió la furia y nuevamente los atacó con todo, tenía rabia y pena por lo sucedido, entonces pidió al cielo que le brindara otro ataque mas fuerte que acabara con esos demonios y su petición fue concedida, alzó sus manos y gritó - ¡Occidere stellam!, un gran rayo de energía salió de sus manos dando justo en el blanco, ambos seres se desintegraron ante el impacto, Sasha logró volver a la normalidad y la espada negra con la que atacaron a Jeff desapareció, no así su herida. Ambas chicas fueron a auxiliar a Jeff, quien estaba gravemente lastimado, lo llevaron adentro y llamaron de inmediato a un doctor, quien no dio buenas noticias, la espada había atravesado un órgano vital y sólo le quedaban horas de vida. Todos estaban devastados con la noticia, pero Ana sabía que podía sanarlo, por eso esperó a que el médico se fuera. - Sasha, intentaré sanar a Jeff, no dejes que nadie entre a la habitación -Esta bien, ve tranquila – Ana entró en la alcoba y observó su cuerpo, estaba inconsciente, su respiración era lenta, entonces se arrodillo a su lado y tomó sus manos, tenía miedo de que en cualquier minuto dejara de respirar, intentó hacer la sesión de sanación, pero estaba débil por la gran cantidad de energía que había utilizado, lo intentó una vez más y no pudo, se levantó y salió corriendo, todos se asustaron al verla salir, Ana corrió hacia su habitación y se encerró en ella, salió hasta su balcón y se arrodilló, miró hacía el cielo y comenzó a pedir. - Por favor, tú que estás ahí por encima de mí, restaura mi energía, necesito sanar a Jeff – Sus lágrimas caían una tras otra suplicando y luego de un rato, vio que una luz cálida cayó desde el cielo iluminándola y restauró sus fuerzas, sintió como aquel poder circulaba por sus venas, un leve brillo cubrió su cuerpo y salió de su alcoba muy segura, todos la miraron atónitos. - Ana, ¿qué pasó? – Preguntó Sasha muy curiosa - Nada, Ahora si podré curar a Jeff, tranquila – Sasha quedó desconcertada, pero no quiso preguntar más para no tardar su tarea. Esta vez Ana entró y se arrodilló, tomó sus manos y en un instante el brillo cubrió toda la habitación, tanto que relucía hasta afuera y todos lo vieron, la sanación tardó más de lo acostumbrado, ya que la herida de Jeff era de muerte y también era un ser Noble al poseer una estrella, por lo que la energía que Ana utilizó fue toda la que se le restauró, lo suficiente para cumplir esa misión, entonces concluyó, se levantó, abrió la puerta, vio que todos estaban esperando y cayó desmayada. Al día siguiente, Jeff despertó y estaba sano, no tenía ni siquiera la cicatriz del ataque, sólo se sentía un poco débil, pero nada malo, de inmediato preguntó por Ana. - ¿Dónde está Ana? - Tranquilo Señor, la señorita Sasha está con ella, la está cuidando – Le contestó uno de los guardias - ¿Cuidando? ¿le pasó algo malo? - No Señor, solo se desmayó – - Debo ir a verla… - ¡No se levante! – Exclamó Sara, - usted estuvo muy mal y tiene que descansar… - Pero Jeff hizo caso omiso y de igual forma se levantó. - ¿Por qué es tan terco? – Dijo Sara enojada Ana se encontraba profundamente dormida en su cama, Sasha se encontraba con ella acompañándola, en ese momento llegó Dennie, quién tocó la puerta. - ¡Buenos días! ¿puedo pasar? - ¡Sí claro, pasa! – Respondió Sasha - ¿Cómo se encuentra? Estoy muy preocupado por ella - Tranquilo Julián, ella solo duerme porque utilizó demasiada energía. - ¿Estás segura? - ¡Claro, lo más probable es que no despierte en 2 o 3 días! - ¿En serio? - ¡Si, tienes que entender que ella es un ser distinto a muchos, su energía es clave para su misión! - Claro, lo entiendo - ¿Puedes quedarte un momento? Necesito un vaso de agua, muero de sed - Claro ve tranquila – Sasha salió de la habitación y Dennie se sentó su lado, mientras la contemplaba tan serena, se veía hermosa profundamente dormida, comenzó a acariciar sus cabellos y hablaba para sí. - No sé qué hiciste para hacer cambiar mi persona, pero cada día que pasa, descubro algo distinto de ti, eres bella y aterradora, pero sé que eres buena, quisiera poder ganarme tu corazón – De pronto Jeff llegó a la habitación, vio que la puerta estaba entreabierta y escuchó una voz familiar, era el Príncipe, se quedó escuchando lo que decía. - Me gustas mucho Ana, creo que me estoy enamorando de ti – Jeff al oír estas palabras se asomó levemente y vio que Julián le dio un beso en la frente Ana, se molestó en sobremanera - ¿Enamorado? ¡Pero qué atrevido! – Pensó molesto Jeff y decidió entrar, - ¿Qué haces aquí principito y sólo con Ana? – Dennie notó el tono de Jeff y solo por molestarlo tomó la mano de Ana y dijo. - Nada comandante, sólo vine a ver a mi futura prometida, estaba muy preocupado por ella ¿tiene algo de malo eso? – y para terminar su frase, besó la mano de Ana, Jeff sintió que la sangre le iba a salir por los oídos y se acercó de forma violenta a Dennie tomándolo de sus ropas. - ¿Se puede saber de dónde sacaste tanta insolencia y tanta imaginación? – Dijo Jeff mientras lo sostenía de su ropa mirándolo frente a frente. - ¿El Comandante del ejército de Sión está celoso? – Preguntó Dennie con tono burlesco - ¿Celoso? Más bien la protejo de ciertos buitres y patanes – Dennie se largó a reír - ¿Patán yo? Te recuerdo que soy un príncipe y lo que estás haciendo tú es una insolencia - Aunque seas el Rey del mundo no me interesa, Ana es muy preciada para mí y yo aún tengo mis dudas de tu procedencia. - ¡Ja! Mírate, ¿qué podrías ofrecerle?, dices eso porque es evidente que estás ardiendo de celos, que lástima porque en la jerarquía ella tendría que estar conmigo, no con un sirviente plebeyo como tú, ni siquiera tu Estrella Blanca te salva, porque no es legendaria – Jeff sintió que le ardía todo y empuño su mano para ir directo contra el rostro de Dennie, pero Sasha le detuvo el brazo. - ¡No Jeff detente! – y los separó - ¿Se puede saber qué ibas a hacer? ¿qué falta de respeto es esta?, ¿no les da vergüenza? les recuerdo que están en la habitación de una chica, si quieren agarrarse a golpes, vayan afuera – Sasha los empujó a los dos hacia el pasillo y cerró la puerta. - ¿Qué diría mi madre, la Reina Aurora si te viera hacer esto? - ¡Lávate bien la boca antes de nombrar a la Reina! – Exclamo Jeff enfurecido - No quiero que pretendas a Ana, ¿te quedó claro principito? - ¿Y quién eres tú para impedirlo?, ¿qué vas a hacer al respecto? - ¡Yo soy quién manda en este lugar!, o respetas las reglas o te largas de aquí. - El hecho de que mi madre haya confiado en ti no significa que yo también lo haga, ¿qué pasa si convenzo a los soldados de seguirme y derrocarte? – Jeff tomó a Dennie nuevamente de su ropa y lo arrastró hasta afuera, los guardias al ver semejante acto fueron tras él y Sasha al oír el escándalo se asomó por el balcón. Jeff tiró al suelo al príncipe - ¡Intenta hacer algo en mi contra y me vas a conocer! – Dijo Jeff mientras desenfundo su espada, apuntando a Dennie - ¡Señor, ¿qué hace? ¿Por qué apunta al príncipe? – Preguntó uno de los guardias - ¡No se metan en esto!, aquí el Príncipe de Sión tiene intenciones de derrocarme, ¿les parece bien? ¿ah? ¿les parece bien? - Grito Jeff enfurecido - Eso es imposible mi comandante – Expresaron los caballeros presentes - Denle una espada al soberano príncipe, ¡vas a pelear como hombre si quieres mi puesto! – Dennie no sabia que hacer en ese minuto, él no tenía idea de como pelear, era hijo de un científico, no un luchador con títulos - ¡Y si quieres a Ana, tendrás que matarme! ¡Vamos! – Jeff le quitó la espada a uno de sus guardias y se la lanzó a Dennie, - ¡Levántate cobarde y pelea! – Dijo Jeff desafiante, pero el falso príncipe no sabía qué hacer, entonces entendió que no sería fácil ganarse el corazón de Ana, primero tendría que aprender a pelear y después obligadamente deshacerse de Jeff, Dennie se levantó y tomó la espada, todos lo miraban expectantes, Sasha no podía creer lo que veía, Jeff estaba dispuesto a todo, incluso a matarlo si fuese necesario, nadie nunca se había atrevido a desafiarlo de esa manera, Dennie quedó en evidente ridículo ya que ni siquiera sabía tomar la espada, los soldados se retiraron burlándose del joven príncipe inexperto, Jeff se acercó a él y con su espada le quitó la suya éste quedó como un verdadero payaso ante todos que se rieron a carcajadas de la situación, Jeff se sintió victorioso con tan poco y le dijo. - ¿Me preguntaste que… qué puedo ofrecerle yo? Veo que mucho más que tú principito, esto es para que sepas a quién tienes enfrente, yo no soy cualquiera y no te preocupes por la jerarquía, el Reino de Sión ya no existe, por lo tanto la jerarquía tampoco, yo tengo una estrella ¿y tú? ¿tienes alguna? Como ves, no soy un simple plebeyo – Dennie solo lo escuchó y se retiró furioso del lugar. Salió de la casa y fue a ver a su padre que seguía viviendo en el hotel, necesitaba hablar con alguien, ordenar sus ideas, llegó hasta el lugar y ahí estaba su triste padre, sentado en su escritorio leyendo libros. - ¡Papá! Soy yo… - El viejo científico volteo a verlo y se levantó de su silla contento a abrazar a su hijo. - ¡Hijo mío!, as vuelto, te e extrañado mucho - ¡Yo también papá! Necesitaba verte - Siéntate hijo, ¿por qué no me habías venido a ver?, estaba muy triste - Perdóname papá, sabes hoy pasó algo que… - Hijo, ese mundo no es para ti, yo sabía que volverías… - ¡No papá!, me enamoré de una chica… - El viejo científico se puso serio y quitó sus lentes - ¿Qué dices hijo? - Lo que oíste… me enamoré de Ana, la hermana de Alhena, es tan distinta a ella… - ¡No lo puedo creer Hijo!, pensé que habías recapacitado, ahora estás peor que al principio - ¿Por qué? La verdad es que ya no quiero su estrella, estuve días tratando de descifrar lo que siento, pero finalmente me di cuenta de que estoy enamorado y quiero su corazón, quiero su amor. - ¿Y qué vas a hacer cuando ella descubra que no eres un príncipe y sólo eres hijo de un científico? - ¡No tiene por qué saberlo! - ¡Dennie lo que mal empieza, mal acaba! debes decirle la verdad a esa niña si la amas de verdad, debes ser sincero con ella - ¡Pero si le digo todo ella me odiará y no querrá saber más de mí - ¿Te das cuenta de cuál es el costo de la mentira Dennie? Escucha a tu viejo padre que cometió muchos errores en la vida y hoy los pago contigo, te veo y me veo a mí mismo cuando era joven, no cometas más errores. - ¡Papá!... no me digas eso, me entristezco más, porque sé que ella no me hará caso, no soy nadie - ¡Dennie, eres mi hijo, soy un científico de renombre, as lo que sabes hacer – Entonces a la mente de Dennie vinieron aquellas personas a las que Ana ayudaba, él sabía de ciencia y podía ayudar a curar a la gente de sus enfermedades. - ¡Papá, tienes razón! vieras lo que ella hace, es maravilloso, puede sanar a las personas, a sanado a muchas - Los ojos de Dennie brillaban cuando le hablaba a su padre contándole de los dones de Ana, el viejo científico se dió cuenta - ¡Dennie! tú sabes que yo soy viejo y te conozco, lo que sientes por esa muchacha no es amor, es admiración, sientes que es bueno lo que hace porque traspasa todas la leyes de la ciencia y la física y logra hacer esa noble labor, es eso hijo, quizás llegues a enamorarte, porque la admiración es el primer paso, no lo arruines, ¿as pensado que ella podría ayudarte a cumplir tus sueños?, ¿qué quieres hacer?. Dennie no lo había pensado de esa manera y sintió que su padre tenía razón - ¿Te gustaría ser un gran médico? el mejor de todos lo tiempos... - Papá, creo que as dado en el clavo, podría hacer un hospital más moderno y hacer muchos descubrimientos, pero tengo miedo de la reacción de ella... - Te va a perdonar, si dices que tiene un gran corazón, puede que te entienda y si no, tienes que asumir las consecuencias de tus actos - En realidad es ese tipo el que más me aterra... -¿Qué tipo? - El comandante Jeff de Spartus, es terrible, la protege demasiado y yo sé que está enamorado de ella aunque lo niegue - jajajajajaja... no conozco ningún comandante que no tenga carácter, es lógico que la cuide, la opinión de ese tipo no es la que importa, si no, la de ella - Pero él es capaz de matarme papá - Si sabes decir las cosas, no lo creo, además ya te dije que debes asumir las consecuencias de tus actos - Creo que tendré que esperar el momento justo para hacerlo, - Los dos harían una linda pareja ayudando a los demás, no necesariamente tiene que ser algo amoroso, puede ser tu amiga - Es que si la vieras papá, comprenderías porque me siento enamorado - No esperes demasiado, hazlo pronto, si dejas pasar más tiempo la situación se te escapará de las manos, ese es mi mayor consejo - Ya me siento mejor, te prometo que seguiré tu consejo papá - Al día siguiente Dennie quiso hablar con Ana, pero ella seguía dormida, Jeff dio órdenes estrictas de que no fuera molestada por nadie y solo Sasha podía estar con ella, así que tuvo que esperar 3 días para poder hablar con Ana, esta despertó de su largo sueño y Dennie fue el primero en querer charlar con ella. -Ana, necesito hablar contigo en privado - Dijo Dennie asustado - ¿Qué ocurre? - ¡Vamos a otro lado, no quiero que Jeff me vea contigo, es capaz de golpearme! - ¿Por qué dices eso de Jeff? - Hazme caso por favor Ana - Dennie se llevó a Ana hacía la colina y estaba nervioso - ¡Dime ¿qué pasa?, me asustas Príncipe - Ya no me llames así... - Dennie tomó aire y estaba totalmente decidido a enfrentar la verdad pero justo en ese minuto, llegó Jeff empujando fuerte a Dennie, quién cayó al suelo. - ¿Querías pasarte de listo principito? ¿qué fue lo que te dije? - ¡Jeff que haces! - Exclamó Ana sorprendida - ¡Lo que hago es protegerte!, ¡ahora mismo me vas a decir quién ese el viejo con el que te ves a escondidas! - Dijo Jeff levantando a Dennie de sus ropas - ¡Espera Jeff yo...! - ¡No se te ocurra mentir! te e estado vigilando, ¿crees que soy imbécil? - Ana no podía creer lo que veía - ¡Guardias! ¡Arrestenlo y llevenlo al calabozo! - Los guardias tomaron a Dennie y lo ataron de manos - ¡Tú y yo, tenemos una conversación pendiente, eres un estafador!- Exclamo Jeff con furia contra Dennie, mientras los guardias se llevaban al falso príncipe Jeff les dio otra orden - ¡Una vez que encierren a esta rata, quiero que arresten al viejo ese y me lo traigan! - Dennie al escuchar esa orden comenzó a gritar y forcejear - ¡No Jeff, no le hagas daño, él no tiene nada que ver! - Gritaba Dennie desesperado, pero Jeff no lo tomó en cuenta, Ana estaba asustada, tenía una expresión de miedo en su rostro, Jeff se dio cuenta y la tomó delicadamente y la abrazo - Perdoname por gritar tan fuerte, sé que no te gusta, pero mi deber es protegerte y ese tipo me tenía con muchas dudas, por eso puse a un guardia privado para que lo vigilara y lo sorprendió ayer en actitudes sospechosas, evidentemente él no es ningún príncipe, te lo aseguro. - ¿Qué vas a hacerle a ese chico? - ¡Darle lo que se merece, es un suplantador! - ¿Qué significa eso? - ¡Un castigo ejemplar! - Ana se asustó con las palabras de Jeff, éste lo volvió a notar y la abrazó más fuerte
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