Mi cruel Alpha

             Los bosques interminables que nos rodeaba con arboles gigantes que nos protegerían, el olor a hierba fresca y tierra por la mañana que te inundaba todos los sentidos y la cristalizad del pequeño rio donde todos jugábamos creciendo rodeados de las mejores cosas que la natura puede ofrecer y el amor de mi pequeña familia fue lo mejor. Mi madre era una humana mate de el beta de la manada Black Moon un amor como una chispa que se apago demasiado rápido, ella no pudo resistir al dar a luz a mi hermano y murió poco después dejando atrás a mi adolorido padre que tenia que segur adelante, segur por nosotros sus cachorros. Solo tenia 4 años cuando mi madre murió a mi corta edad no entendía demasiadas cosas pero a mirar la cara de mi padre me di cuenta que también murió una parte de el. Aun si su mate se fue nuestro padre nos crio con mucho amor dedicando su vida a nosotros y a su manada.                Los años pasaron y poco a poco me transformaba en una señorita pero aun si crecí con todo el amor de nuestro padre fue bastante duro para una chica crecer igual que las otras lobas me hacia falta mi madre y por la falta de su cariño me transforme en una chica introvertida, demasiado tímida y  sin amigos solo hablaba con mi familia y mi loba Aly, con una apariencia algo gótica morena con ojos verdes me gustaba vestirme con ropa holgazana y mi color favorito era n***o media 172 cm y pesaba unos 90 kilos todo esto me transformaba en la  burla del entero instituto todos me conocían como Moby Dik no me sentía bastante motivada para hacer algo con mi cuerpo o mi vida.                                                                                  Siendo lobos podíamos escuchar la vos de nuestro lobo interior de cuando nos nacimos poco a poco sintiendo mejo la conexión asta que después de la edad de 15 años éramos preparados para nuestra primera transformación que venia de manera inesperada por mi suerte la primera ves para mi paso en casa en la cena con mi padre y hermano presentes, sentada en la silla comiendo con tranquilidad me quedo sin poder respirar por el dolor que atravesaba mi cuerpo, caí al suelo revolcándome  mis huesos se escuchaban romperse como leña seca es algo que no puedes explicar en palabras pero con la ayuda de mi padre Adam logre superar la crisis y completar mi transformación.                                                             -Eres hermosa hija.- dice mi padre al mirarme. Miro mi reflejo en el gran espejo que tenemos en la entrada una loba blanca como la nieve con ojos verdes esmeralda mas vivos que nunca, bastante grande en tamaño se dice que el tamaño del lobo es equivalente con su ego y Aly lo tenia bastante presente y con razón era valiente una buena amiga siempre tomaba las mejores decisiones de ella recibía los mejores consejos pero igual respectaba mis decisiones nunca me regañaba por equivocarme y lo mejor hacia lo posible por defenderme fue muy difícil controlarla después de mi transformación cuando me hacia bullying, estaba verdaderamente perfecta en interior y exterior. El ultimo paso para devenir un lobo completo era encontrar a tu mate que pasaba después de cumplir los 18 años porque a partir de esa edad a las lobas nos consideraban aptas para dar a luz con éxito a cachorros sanos y a los lobos tenían que estar bastante maduros para formar una familia y se manifestaba por un olor mas fuerte y placentero que todos los demás una corriente que cruce tu cuerpo al solo tocarlo, una atracción s****l que nadie mas podría apagarla, la necesidad loca de estar todo el tiempo a su lado. Igualmente lobos y lobas soñaba con el momento de encontrar a nuestro mate tener a tu eterno amor a tu lado significaba mucho mas que un simple amor nos completaba nos hacían mas fuertes, algunos tenían suerte de encontrar a sus parejas a poco tiempo de cumplir los 18 otros tardaban años y aunque vivíamos mucho mas que los humanos el dolor de no tener a tu alma gemela a tu lado era insoportable pero al final todos teníamos una mate que la Diosa Luna nos otorgo para la eternidad. Había también la posibilidad de ser rechazado por diferentes motivos y difícilmente alguno se podrían recuperar y la mayoría acababan suicidándose por el dolor de perder a tu mate o por su indiferencia. Mi papa fue uno de los que se recuperaron después de perder a mama, el siempre dice que tuvieron muchos momentos bonitos a los que se aferro y así recordarla por toda su vida.