—Si me amas tanto como dices, entonces, por favor, desiste de esa idea que tienes de hacerlos pagar y vámonos lejos —me suplica—. Vamos con Mia y seamos tan felices como lo hemos deseado desde hace tiempo. Resoplo y aparto mi mirada de ella. Tal parece que no vamos a ponernos de acuerdo nunca. Pero, no quiero seguir discutiendo con ella y que todas estas cosas nos separen. Hemos estado alejados durante tanto tiempo y no puedo permitir seguir así. Necesitamos recuperar el tiempo perdido. —Antes, fuiste tú quien me pidió que estuviera de tu lado y te ayudara a acabar con Miranda —susurro—. Y, comportándome como un reverendo idiota, te dije que no y te hablé sobre la moral, lo que era bueno y lo que era malo. —¿Crees que me estoy comportando como idiota? —No, jamás —tomo su mano y l

