Charlotte. - Oye, dormilona – la voz de mamá me hace doler la cabeza. – Vas a llegar tarde a la escuela. ¡Charlie! – me sacude un brazo. - No quiero ir hoy – escondo mi cabeza en la almohada, sin abrir los ojos. - ¿Estás enferma? - De sueño, sí. - Charlie – dice de reproche. – Cariño… Lentamente le dirijo la vista, y entorno los ojos porque la luz me encandila durante unos segundos. - ¿Qué? – me estiro en la cama, bajo la mirada de preocupación de mi madre. – ¿Qué pasa? - Timmy dijo que ayer vino Connor, cuando yo no estaba. – dice haciendo una mueca. Siento cómo mi corazón se encoje cuando ella menciona su nombre, y recuerdo todo lo ocurrido la noche anterior, como una horrible pesadilla. - Sí – termino por sentarme en la ca

