Charlotte Puedo recordar muy claramente mi cumpleaños número once. Fue entonces cuando mamá me dio “La plática” De acuerdo, yo ya sabía más o menos algunas cosas, pero era demasiado tímida para preguntar y aclarar mis dudas. Hasta entonces había ido dejando el pensamiento en un rincón muy alejado de mi cabeza, porque honestamente, lo chicos no despertaban un interés de esa dimensión en mí. Recuerdo a mamá diciendo que el amor era algo complicado, pero que valía la pena conocerlo. Y recuerdo que me reí. No creí que fuese una cosa tan seria, no le di mayor importancia. Mamá también me dijo que el chico indicado no sería aquel que hiciera todo perfecto, sino que sería aquel que cometiera errores pero viviera para repáralos. “El amor... el amor podrás sentirlo, Charlie. No puedo decirte

