CAPITULO 4

3178 Words
 Llevo toda la noche sin descansar, lo único en lo que pienso es en cómo podría cambiar mi vida si llegara a marcharme con otras personas que no sean mis padres, siempre he estado sola y siempre lo estaré, pero no hay día en el que no piense en mi futuro y si seré capaz de seguir sobreviviendo yo sola. A la mañana siguiente me levante de mi cama y fui directamente al baño a beber agua, mientras veía mi cara pálida y mis ojeras moradas como si me hubiera peleado con alguien toda la noche seguí el camino hacía mi armario a ponerme un top n***o con un vaquero, después seguí con una sudadera negra para no pasar frío toda la mañana. Ese mismo día tenía clase de lengua con la profesora Sanz una mujer bastante pequeña con los ojos muy grandes y llamativos, lo que la hace tan peculiar son sus bolsos en forma de gatos, le encantan por lo que siempre llevaba cosas de gatos. Mientras nos explicaba la sintaxis llaman a la puerta y cuando esta se abre aparece Nanny.   -          Buenos días, señorita Sanz ¿podría llevarme a Emma un momento? -          Por supuesto no hay problema – y Emma por favor no te olvides de estudiarte esto último – me dice mientras recojo mis cosas de la mesa. -          Si por supuesto – me giro y salgo por la puerta para marcharme con Nanny. -          Emma – hace una pausa mientras seguimos caminando hacia la sala de reuniones - ¿te acuerdas de lo que estuvimos hablando el otro día? -          No sé a qué te refieres. -          Me refiero a la posibilidad de irte a vivir con una familia, sé que te cuesta hablar conmigo y que esto es muy precipitado, pero ahora mismo se encuentra en el despacho una pareja muy amable a las que les gustaría poder conocerte – no tenía palabras para poder decir lo que pensaba. -          Vale… Bueno yo… -          Sé que estás nerviosa, pero ¿estás preparada para conocerles? – me miro a los ojos con la esperanza de ver algo de ilusión en ellos, pero creo que lo que vio fue unos ojos llenos de miedo. -          Si – me limite a decir. -          De acuerdo, pero antes de entrar… quiero decirte que siempre me vas a tener aquí para lo que necesites y si surge que te vas con ellos seguiremos en contacto ¿de acuerdo? -          Si claro.  Entramos a la sala y lo primero que vi fue a una mujer bastante hermosa de pelo castaño con ojos azules de unos treinta y seis años, en su mirada podía apreciar la ilusión de una mujer llena de amor, a su lado se encontraba su marido, pero este otro tenía una mirada inexpresiva y extraña eso a mí me incomodaba, su melena rubia y sus ojos marrones aún más. Se levantaron de las sillas y me brindaron la mano. -          Bueno, señores Coleman esta es Emma como os comento mi superior lamento que no pueda estar presente hoy con nosotros – deje de escuchar en ese momento mientras Nanny le hablaba de cosas que yo casi no podía entender. No podía dejar de mirar a esa mujer que tenía una sonrisa pintada en su mirada. -          ¿Emma estás de acuerdo? – me pregunto Nanny y no entendía a qué se refería con que si estaba de acuerdo. -          Les decía a los señores Coleman que van a poder hablar contigo a solas un rato ¿te parece bien? – los tres se quedan mirando y esperando mi respuesta. -          Sí. Claro. -          Entonces os dejaré para que podáis hablar perfectamente, volveré en un rato – Nanny sale y yo me siento en un sillón del despacho mientras tengo a esa pareja delante. -          Nos alegra que podamos verte hoy Emma, estábamos muy ilusionados con ese momento – rompe el hielo la mujer mostrando lo nerviosa que se encontraba. – me presento yo soy Luan y este es Maison. -          Me presentaría yo también, pero ya sabéis mi nombre – en ese momento los tres empezamos a reírnos rompiendo el hielo por completo y empezando así una larga conversación. -         Nos han contado un poco sobre ti y lo que paso hace no mucho tiempo, sabemos que para ti no es nada fácil esta situación, pero nos gustaría que supieras que puedes hablar perfectamente con nosotros, tampoco queremos obligarte a hablar si te parece incómodo – Luan me coge la mano con miedo a cómo podría reaccionar, aunque debo decir que no me disgusto su amabilidad y cercanía conmigo. -          Gracias Luan, pero es cierto que esto se me hace un poco raro y no os conozco de nada. -          Tienes toda la razón Emma – salta a hablar Maison después de un rato sin mencionar palabra alguna. – hace mucho tiempo que llevamos casados exactamente veinte años, nos conocimos en la universidad, nos hicimos muy buenos amigos rápidamente, ya que a ella le gustaba el mismo grupo de rock que a mí, con el tiempo nos enamoramos y nos casamos. Siempre quisimos tener hijos, pero lamentablemente dios no quiso que así fuera. Lo intentamos por mucho tiempo, pero no lo conseguimos – Maison le coge la mano a su mujer  y ambos se miran con tristeza. -          Lo siento mucho – no quise volver a decir nada que les hiciera sentir mal. -          No te preocupes estas cosas no solo nos pasan a nosotros – Luan me mira con duda. – hay algo que quieres preguntarnos y no te atreves a decirlo. -          Bueno me preguntaba… por qué quisierais adoptar a un adolescente y no a un bebe o un niño más pequeño. -          Es una muy buena pregunta – dicen ambos y me miran seriamente. – como ya no somos tan jóvenes como nos gustaría preferimos adoptar a un adolescente al que podamos ayudar y que pueda entendernos a tener un bebe al que no podamos atender todo el tiempo que necesitan, ambos trabajamos y los bebes tienen muchas necesidades que ya no podemos darles. – Luan se mira y toca las manos sin parar. -          Bueno, pero a un adolescente también hay que darles tiempo, no todos son tan amables y buenos que vayan a hacer mucho caso a su nueva familia. -          Eso es cierto – Maison me mira sorprendido y sonríe de una manera extraña. Después de algún tiempo hablando con ellos llamaron a la puerta y apareció Nanny con su carpeta en mano, entró y me pregunto su podía salir un momento, accedí despidiéndome de la pareja tan peculiar y me fui a la sala de espera. La misma en la que espere a Tamara cuando vinieron sus padres adoptivos, quizás esta sea una señal de como acabara este día, adoptada. Después de haber esperado media hora en la sala cogí mi coca cola dando vueltas por toda la sala mirando los carteles y la ventana mientras los coches pasaban de largo, cuando me gire me di cuenta de que ahí estaban mirándome Nanny y los señores Coleman. -          Emma los señores Coleman se marchan ya, despídete de ellos. -          Por supuesto, me alegro de haberos conocido sois muy guay. – Luan se ríe y se acerca a mí. -          ¿Puedo darte un abrazo de despedida? – me quede extraña a su pregunta, pero cedí con la cabeza. – pronto nos volveremos a ver estoy segura. – se aparta de mí y se despide, Maison en cambio  solo se despide de mí con la mano. -          Adiós Emma fue un placer. -          Hasta otra. Poco después de que se fueran yo me quede con Nanny a hablar sobre lo que hablamos y que tal me parecían, yo no podía decir mucho por qué no sabía que decir ante esa situación tan rara. -          Emma necesito que me digas si te han gustado o no es muy fácil. -          Es que no tengo nada que decir, son muy amables y Luan es muy divertida. -          ¿Y Maison? –levante la mirada sorprendida a su pregunta – ¿no te parece gracioso y amable? -          Si… claro es solo que… es muy extraño y tiene una mirada que intimida eso es todo. -          Está bien ahora tengo que marcharme a una reunión, pero ya seguiremos hablando ¿vale? -          Sí. Algo en mí me dice que algo malo va a pasar, no tengo ni idea de cómo acabara todo esto, pero estoy segura de que nada bueno. Me siento culpable ¿Cómo pretendo ser adoptada si ni siquiera he averiguado nada de los asesinos de mi abuela? Y peor aún sigo sin saber nada del inspector Rodríguez y me estoy volviendo loca ¿le habrá pasado algo malo a él también?, quiero pensar que todo lo que me ha pasado es una simple pesadilla, pero no es así. A la mañana siguiente todo parecía normal el ambiente como siempre, niños correteando por los pasillos mientras la monitora los persigue, otros sentados en sus sillas pensando en la nada, otros hablando unos con otros y yo sigo sola en un banco escribiendo en mi diario. Todo iba bien hasta que Nanny me manda a llamar con el conserje, presiento algo malo. Voy hasta su despacho y toco la puerta, cuando entro me fijo que esta Nanny, el director y los agentes de policía. -          Buenos días, Emma, siéntate – me dice el director y cedo a su propuesta. -          Te hemos mandado a llamar porque queríamos hablar contigo – nunca había visto una expresión tan seria en la cara de Nanny. -          Emma tenemos que contarte algo, pero primero queremos decirte que lo sentimos mucho por hacerte pasar por todo esto – interrumpo al director -          Decidme que es lo que pasa – les miro fijamente. -          Ayer encontramos el cuerpo del inspector Rodríguez, había desaparecido desde hacía un año – no podía creer lo que escuchaban mis oídos, no puede ser que el inspector haya muerto. – creemos que lo asesinaron las mismas personas que asesinaron a tus padres y a tu abuela. -          ¡Un momento! Dijisteis que mis padres murieron por un accidente de coche no que los habían asesinado – no podía reaccionar, empecé a hiperventilar. 4 -          Emma tranquila, agentes creo que no deberían de decir nada más – dijo el director. -          ¡NO! Quiero saber todo lo que no me habéis contado – quería coger el jarrón de que estaba en el estante y estrellarlo contra la pared. -          No creo que sea buena idea Emma – Nanny me sujeta, ya que apenas podía sostenerme de pie. -          Señora tenemos que hacerlo ella fue una de las últimas en ver con vida al inspector. Y aunque parezca extraño sabemos que el inspector estaba obsesionado con este caso, pensamos que investigo algo que hizo que lo asesinaran – el agente se levantó y vino hacia mí. – Emma si pudieras darnos aunque sea una pequeña pista, algo que te comentó y no le prestaste atención nos ayudaría para seguir investigando. -          No hable mucho con él y tampoco me dijo nada extraño que me hiciera dudar. -          ¿Estás segura Emma? ¿Ni siquiera tu abuela antes de morir? – en ese momento el tiempo se detuvo, deje de respirar y mi cuerpo no respondía ¿acaso sabían lo que me dijo mi abuela? Y ¿qué tiene que ver con todo esto? -          Creo que ya es suficiente – Nanny me llevo hasta la puerta y me llevo a la máquina de refrescos. – siento mucho lo que acaba de pasar, no deberían de hacerte esas preguntas – me dice mientras me da la Coca-Cola. -          ¿Por qué me han preguntado esas cosas? ¿Qué tiene que ver mi abuela con el inspector? Y ¿por qué han dicho que mis padres fueron asesinados? No entiendo nada de esto y me estoy volviendo loca. -          Emma tranquilízate creo que se habrán equivocado – la mire y vi que mentía. -          Nanny no me mientas – con lágrimas en los ojos le cogí de las manos – sé que sabes que no mentían y prefiero que me lo digas tú. -          Está bien te lo contaré, al parecer la muerte de tus padres no fue un accidente, ellos tenían un enemigo, alguien muy poderoso que quería vengarse de ellos. Aún no sé sabe con claridad quien es por eso lo están investigando. -          Dime que no es cierto, dime que todo lo que me estás contando es mentira por favor. -          Siento que te tengas que enterar de esta manera Emma, también pasó lo mismo con tu abuela, no la mataron una banda callejera si no ese hombre al que buscan, parece ser que también la mando a matar – esto tiene que ser una pesadilla mientras escuchaba las palabras de Nanny más me cuadraba todo, cuando mis padres recibían llamadas raras y se marchaban al despacho a hablar. -          No quiero que te preocupes Emma ya lo están buscando y lo encontraran y te prometo que pagará por todo lo que ha hecho. No pude aguantar más todo lo que había vivido hoy, me fui al cuarto y cuando llegue solo pude tumbarme en mi cama y comenzar a llorar. En mi mente pasaron tantas cosas como si ahora quisiera matarme y terminar lo que comenzó, matar a mis padres, a mi abuela y al inspector no sería suficiente para él, necesitaba saber quién era ese hombre y no descansaré hasta poder vengarme. Mi monitora vino a buscarme para cenar ni siquiera me di cuenta de que había anochecido, no quería comer, no quería ver a nadie y tampoco vivir, al no responder a nadie Nanny vino a mi habitación para comprobar que era lo que me pasaba y porque no quería comer, supongo que pensaban que mi tristeza era leve. Poco después de que viniera Nanny volvió a la habitación y se acercó a mi cama con un bol de ensalada y una tableta de chocolate, no pude negarme a caer en la tentación de comerme esa deliciosa tableta. Pasaron dos días desde que me entere lo que de verdad le paso a mis padres y a mi abuela y yo seguía sin querer hablar con nadie y tal fue mi enfado con la vida que ni siquiera escribía en mi diario, ese diario que me ayudaba a dejar plasmados mis pensamientos y preocupaciones. Yo solo deseaba poder cumplir la mayoría de edad para marcharme lejos de esta ciudad que me trae tantos malos recuerdos, empezar de cero en algún lugar que nadie supiera de mí ni de mi pasado así sería tan sencillo todo. Solo tenía un problema y era seguir viviendo en este centro lleno de niños trastos y adolescentes enfadados con el mundo, a veces tenía imaginaciones de como poder escaparme de este lugar y no volver, pero casi nunca nos dejan solos y el conserje siempre está pendiente de todo y de todos. La mejor idea de huida que he tenido en todo este tiempo fue poner una excusa de salir de comprar con algunas de las chicas del centro, entrar en un centro comercial y perderme de la vista de las demás, buscaría la primera estación de billetes para coger el autocar y marcharme a la primera ciudad que me pareciera un buen lugar para vivir seguramente me encontraría con algún depravado que quiera estar con una jovencita, buscaría un trabajo de camarera o cajera de algún supermercado, pero buscaría la manera de ganarme el pan y vivir por mi cuenta.   -        Emma… ¡Emma! – mientras estaba pensando en mi plan de huida Nanny aparece a mi vista. -          ¿Si? -          ¿En qué estabas pensando? Te ves muy seria – se sienta en la misma mesa que estoy con una gran carpeta roja. -          Solo estaba pensando en mis cosas. -          Sigues pensando en – en ese momento deja de hablar para no decir nada inapropiado.  -          Si te refieres a lo de mi familia tienes razón siempre estoy pensando en lo mismo, pero ahora no puedo hacer nada – miro mi vaso de agua medio vacío. -          El rencor no te va a llevar a ningún sitio Emma. -          Puede, pero es a lo único que nos podemos aferrar – hubo un silencio incómodo y después sacó una sonrisa y me miró. -          Cambiando de tema tengo algo aquí que espero que te saque una sonrisa – de la carpeta veo que saca una hoja con varias firmas y nombres, en ella ponía mi nombre. – es la hoja de adopción perdón de tu adopción con la familia Coleman, quieren adoptarte Emma, pero antes de eso quiero saber si estás de acuerdo con esto, no me gustaría que fueras a vivir con unas personas que no te sientas cómoda. -          ¿Estás hablando en serio? Llego el momento de decidir sobre mi destino ¿irme a vivir con los señores Coleman o esperar a otros padres que quieran adoptar a una chica como yo? Ahora más que nunca puedo cambiar mi rumbo y poder estudiar y vivir libre, o quizás cambien de opinión una vez que viva con ellos, pero ¿si les caí bien la primera vez que nos vimos por qué iban a cambiar de opinión? Es una gran decisión que hay que tomar con calma aunque en cierto modo yo no soy quien decide con quien sí y con quien no, sé que Nanny es la que está haciendo que esto sea posible sin ella no tendría la oportunidad que puedo tener con ellos. -          ¿Emma? Debo saber qué es lo que piensas de esto, porque, sino, no puedo hacer nada al respecto. ¿Y si no me aceptan? ¿Y si cambian de opinión? Y lo peor aún ¿Y si ese hombre mata a mi nueva familia? -          No sé qué contestar es una decisión muy difícil – bebí de la poca agua que me quedaba en el vaso y trague saliva para contestar a la que podría ser lo que cambie mi vida. – esto es muy difícil para mí pero creo que -          Tranquila estás totalmente en tu derecho y entenderé que no quieras decidir ahora, sin embargo sería bueno que tengas una idea de lo que quieres – me da la mano y la aprieta levemente. -          Siempre he tenido claro mi decisión, pero tenía que estar segura de que no fuera ningún error, creo que lo mejor para mí es irme con ellos. Creo que Nanny se sorprendió con mi respuesta, creo que pensaba que diría que no y que me quedaría aquí con todos hasta encontrar otra familia o hasta que cumpliera la mayoría de edad, ahora sí puedo decir que mi vida va a cambiar en un abrir y cerrar de ojos, solo espero que mi decisión no sea la errónea. 
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