-Tengo una reserva –dije a la recepcionista del hotel -Permítame su identificación –dijo sonriendo de manera amable –esta es la llave de la habitación compartida -¿Habitación compartida? –pregunté inquieta -La reserva que hizo su esposo a su nombre indica habitación compartida –dijo la señorita. Asentí confundida ¿Por qué Anthony haría eso? Era una modesta pero espaciosa habitación bien distribuida, había dos camas enormes, un vestidor con puerta y un baño con lo necesario para el aseo personal. -¿Ya estás en la ciudad? –dijo Anthony a través del teléfono -Apenas llegamos –dije cansada -Lamento que tuvieras que hacer eso –dijo apenado –no tuve otra opción -¿Por qué la habitación tengo que compartirla? -Lo siento mucho, pero no había habitaciones contiguas para alquilar por una se

