Lia
–Tomen a Alonzo y salgan de aquí.
Anunció Angelo de forma imperativa y presentí que tendría problemas de no obedecerlo.
Me dije a mi misma que la situación ya se encontraba controlada, así que no perdí más tiempo y fui a buscar a Alonzo.
–¿Te crees el salvador de tu amigo? –se mofó el contrario, mirando a Angelo cual si estuviera dispuesto a atacar en cualquier segundo inesperado– Tu aparición estelar no postergará la muerte de Conte.
Traté de no prestar atención a dichas amenazas y centrarme en el castaño. Leticia era ayudada por Francesco y para mi buena fortuna, Fernando se acercó a nosotros para coger a su amigo y trasladarlo al vehículo.
–Vaya amigo, te dieron la paliza de tu vida. –exclamó mientras me ayudaba a ponerlo de pie y caminar– Te irás con las chicas y dejarás
