—Si no hubiera tomado ese vino después de despertar, habría muerto. Pero mírame ahora —comencé, con la voz entrecortada—. Me dejaron en un bosque, sola, y ahí supe que era tarde. No sabía nada de lo que me habían hecho. No fue hasta hace unos años que supe lo que era: no envejecía, mis heridas sanaban rápido, era más rápida de lo común, tenía fuerza sobrehumana… todo en mí era distinto. Y cuando asesiné a un ciervo por primera vez, comprendí que era un fenómeno. Lo miré a los ojos, buscando comprensión. —Solo he asesinado a dos personas, pero eran muy malas. Querían hacerle daño a los demás, Donovan. No fue mi elección, compréndelo, por favor. Él me miraba, la confusión y la preocupación reflejadas en su rostro. —Blake, no… no sé qué decir… —murmuró, sin poder procesar del todo lo que

