EL REENCUENTRO

1335 Words
El timbre de su voz hizo que mis piernas se quedaran bien fijas en el piso. Lo escuché y era el mismo tono ronco y profundo que pensé que ya había olvidado. ¿Mar?… no fue la falta de dos letras en mi nombre, fueron esas 3 letras en SU voz las que hicieron que me estremeciera. Me estremecí de la misma forma en la que se te contrae el cuerpo cuando la ola rompe contra tus piernas al entrar al mar, cuando el agua te moja y descubres que es más fría de lo que imaginaste, cuando das un paso atrás antes de volver a entrar… Así, di también un paso hacia atrás, nadie más me había llamado Mar en estos cinco años… y no quería que nadie me llamara de esa forma nunca más. Porque esa era la forma en la que Él me llamaba. —Gustavo —me sorprendí al darme cuenta que las palabras sí me lograron salir. —¿Cómo estás? —empezó a caminar hacia donde yo estaba, como si al haber escuchado su nombre fuera un permiso para que se pudiera acercar. —Bien ¿Y tú? —me dio un beso en la mejilla. Cerré los ojos mientras todo el cuerpo se me estremecía una vez más. —También, gracias… No sabía que vendrías. —Darío siempre me cayó bien —sonreí muy falso, ¿acaso estaba insinuando que me invitaron por compromiso? ¿Por qué no iría si todos éramos parte del mismo grupo de amigos? Que me hubiera alejado después de lo nuestro, no significaba que odiara a todos los demás, solo lo odiaba a Él. —Amor, te estuve buscando —Erick llegó, y la forma en la que Gustavo abrió los ojos hizo que mi sonrisa ya no fuera falsa, ahora sonreí complacida y extendí mi mano para tomar la mano de Erick. —Erick, te presento a Gustavo. —Mucho gusto ¿Se conocen de…? —Erick levantó la ceja en plan de novio celoso queriendo averiguar quien era este misterioso amigo. —Tuvimos amigos en común —respondió Gustavo dándole un apretón de manos. Tuvimos amigos en común, ¿en serio dijo eso?… maldita rata de alcantarilla, de todo lo que pudo decir… escogió eso… como si hubiéramos sido dos simples conocidos que tuvieron conocidos en común. Me alegré de que hubiera dicho eso, porque solo eso fue necesario para que otra vez se me derramara la bilis del coraje recordando porque terminamos como terminamos y recordando también el patán que había sido, que era y que seguiría siendo. —¿Nos vamos mi Mariquita? —Gustavo contuvo la risa e intentó disimularla con un tosido cuando Erick me llamo Mariquita. Sonreí irónica, tomé de la mano a Erick y nos fuimos a nuestra mesa. —María creo que toda la boda quedo embarazada después de esas miradas que te estabas dando con el objetivo, agradece que no soy tu novio real… que si no, ya te hubiera terminado después de haberlos encontrado. Para ser conocidos que solo tuvieron amigos en común el ambiente estaba demasiado tenso… —¿Mariquita Erick? ¿En serio me dijiste Mariquita? —Ay ¿Qué tiene de malo? Se escucha muy tierno. —Erick, para la próxima mejor no seas tan proactivo. Erick se rió y yo solo puse los ojos en blanco negando con la cabeza. Después de mi encuentro con Gustavo no nos quedaron tantas ganas de bailar. Mi actitud se desinfló como un globo viejo, esos a los que ya se les ha salido el aire y no pueden sostener su peso para seguir volando. Todo mi buen humor se había quedado en ese encuentro, y eso, que ni si quiera lo había visto de la mano de la hermana gemela de Megan Fox. Erick entendió que yo no recuperaría la actitud de “animal party” y decidimos que lo mejor era irnos. Cuando llegamos a mi casa Erick estacionó su coche afuera de mi edificio, lo apagó, se desabrochó el cinto de seguridad y se acomodó para decirme algo importante, me tomó de la mano con actitud paternal y empezó a hablar: —María, sé reconocer cuando algo no está superado y por la forma en que ambos se vieron, eso no está superado en ningún universo… necesitas salir con un clavo real que te ayude a sacar el clavo pasado. Yo te adoro mi Mariquita —y los dos nos reímos otra vez— yo te puedo acompañar todas las veces que quieras, de verdad lo hago con gusto, amo estar contigo. Pero… como decía mi abuelita: —Erick era el mejor empleando frases de su abuela— “Pomada del olvido, ungüento de otro amor, seguido seguido, hasta que cese el dolor…” María… necesitas otro amor. —Lo sé, lo sé y yo también creo que ya es hora, quizá necesitaba verlo solo una vez más, no sé cuantos años más pasarán para volverlo a encontrar, pero espero que para la próxima boda lleve un clavo de verdad —sonreímos, Erick me apretó la mano y yo no pude evitar hacerle otra pregunta— Oye… ¿Y no te fijaste si iba con alguien?. —No, después de que nos fuimos él regresó con el grupo de hombres con el que estaba desde que cruzaron miradas cuando nos encontrábamos en la pista de baile… porque si creíste que nadie se dio cuenta, yo sí me di cuenta que ahí fue cuando descubriste a el objetivo. —¿Qué raro? ¿Iría solo? —Deja ya de estarte preguntando cosas de él, tienes que pensar en nuevos horizontes por amor de Dios. —Ya… ya, está bien, gracias por acompañarme y perdón por no dejarte beber hasta el amanecer. Nos dimos un abrazo y cuando entré en mi departamento, hice justo lo contrario a las indicaciones de Erick… Pensé en Gustavo mientras me quitaba los zapatos, incluso se me olvidó el costo del maquillaje y me desmaquillé, me lavé la cara, los dientes, me puse una pijama cómoda y tomé mi teléfono… me mordí el labio mientras abría f******k ¿Quitarle o no quitarle el block? Suspiré… no era tan valiente, mejor abrí **… su cuenta tenía candado así que solo podía ver la foto de perfil en miniatura. Salía con un traje de esquiar, no se veía nada… pero bueno, estaba solo, si tenía novia no eran de esas parejas que ya salen juntos en la foto de perfil… ¿Y si era amor de f******k? ¿Y si en f******k sí tenía fotos de él y la doble de Megan Fox (que yo imaginaba) donde salían los dos juntos abrazados? Me mordí la uña del pulgar y arruiné el manicure, la volví a morder mientras sopesaba mis opciones. Me temblaron los dedos, se me contrajo el estómago y sudé frío. Le quité el block y dejé salir poco a poco todo el aire de mis pulmones, empecé a mover mi dedo con la precisión de un cirujano intentando que no se me fuera a ir ni un solo like por error… revisé y revisé, no había indicios de una novia, solo había fotos con sus amigos, fotos donde aparecía él solo vestido de traje ¡Jesucristo, que guapo con esa corbata de rayas! ¿Arriba de un presidio? ¿De cuándo acá se volvió importante? Seguí husmeando y me llamó la atención un artículo que compartió de bebidas energéticas. Lo abrí y me pareció interesante, pero sobre todo me resultó muy útil para mi nuevo proyecto, tan útil que me levanté por mi computadora para hacer unas anotaciones. En cuestión de minutos ya me había olvidado de él y me había puesto a trabajar con la inspiración que la madrugada me había regalado. Me quedé dormida y me despertó el dolor en la espalda por lo incómoda de mi postura, revisé el celular y ya tenía 4 llamadas perdidas de Pau.
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