ZAYN El silencio después de mis palabras fue largo, incómodo, casi insoportable. Vi cómo Ethan abrió la boca, nervioso, intentando justificarse. —Yo… no fue lo que parece, Lía, yo… —balbuceó, la voz quebrada. Lía lo fulminó con la mirada, y al segundo sus labios temblaron. Las lágrimas que había estado conteniendo se desbordaron de nuevo, cayéndole por las mejillas en un torrente que le hacía daño hasta verla. —¡Claro que fue lo que parece, Ethan! —gritó, golpeándose el pecho con la palma—. Siempre dices que me quieres, que soy especial, y luego… ¡me haces esto! Ethan trató de acercarse, pero ella se apartó con un movimiento brusco, abrazándose a sí misma. —Lía, escúchame… —dijo él con un tono más bajo, como si tratara de bajar la tensión—. Yo no sabía que vendrías. Si lo hubiera sab

