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2216 Words
 Ha pasado mucho tiempo desde que me case con Christopher, y desde que me case con él solo hemos hecho el amor un par de veces, pero ese no es el problema el problema es que no quería conquistar Nórdico y mucho menos Caldera, cuando la reina Sara y el rey Sander reúnan la fuerza necesaria se desharán de nosotros, lo peor es que usa las fuerzas de Raider para apoderarse de Caldera pero varias partes de Caldera se reúsan a someterse, hay rumores por todo el reino de que ambos reyes se están poniendo de acuerdo para unir fuerzas con otros reinos para derrocarnos, mi padre murió hace dos años y yo subí al trono con Christopher a mi lado como mi rey, mi madre y todo mi reino me piden un heredero pero con mi marido no se puede cada vez que le digo se excusa que los reyes de Caldera lo pueden utilizar contra nosotros, pero lo que no sabe es que yo estoy dispuesta a traicionarlo si no me da un heredero antes del ataque que se está planeando en su contra. Hoy como todas las noches estoy parada viendo por la ventana la reina Sara ya ha de haber dado a luz a su tercer hijo, futuro rey de Nórdico cuando el rey Alexander diga que ya esté listo para mandar. Tengo muchos deseos de ser madre, y de darle a mi reino un descendiente hoy Chris no se escapara estoy dispuesta a que me haga el amor hasta el amanecer o parte de la noche. La puerta se abre y lo deja pasar, se ve como todos los días con el cabello bien arreglado, el traje azul marino que lleva hoy está perfectamente planchado sin una arruga, con tres franjas están a lo largo de su cuerpo, una amarilla el color de mi nación, una azul celeste representa a Nórdico y una roja como la flama de Caldera. -Sigues despierta Amaneth-dice con tono frio, se sienta en el sillón café que resalta en la habitación. -Tenemos que hablar Chris- digo acercándome a él- Raider espera un heredero- me siento en su regazo y comienzo a desbotonar su saco- y tenemos que dárselo-comienzo a besarlo sus labios están extrañamente tibios, pero lo que me sorprende es que se deje quitar el saco, siempre que lo intento me retira pero hoy se está dejando. Me acomodo mejor para besarlo mejor, pero me toma de la cintura y se levanta conmigo en sus brazos sin interrumpir el beso, al llegar a la cama me deposita con cuidado ella y se quita la camisa, sé lo que quiero y lo que quiero es un hijo de Chris. -Solo hoy- me dice mientras quita mi vestido- si quedas embarazada con está ves es que realmente tienes suerte-no quiere ser padre o no me quiere dar un heredero. Sus caricias son electrizantes hacen que mi cuerpo zumbe y vibre bajo su tacto, besa cada parte de mi cuerpo y con sus manos acaricia cada parte de mi piel, mi mente gurda cada roce de sus labios en las diferentes partes de mi cuerpo, la sensación que más me gusta es la de su mano recorriendo mi entrepierna, dura toda la noche recorriendo mi cuerpo y parte de la mañana. Me encanta cuando murmura mi nombre sobre mi piel, y sé que le encanta cuando yo digo el suyo al momento de que me besa el cuello o me hace estremecer cuando su mano sujeta mi cintura y me arre pega más a él. -Suficiente- dice y se pone de pie, alejándose de mí-ya es todo. -¿Se va a volver a repetir?-pregunto tanteando el terreno. -No, ya no se va a repetir-dice mientras se pone la camisa de nuevo- fue suficiente por hoy. -Mira Chris- me pongo de pie frente a él- tu y yo vamos a hacer esto hasta que yo lleve a tu hijo en el vientre, así te aguantas porque que yo quiero un hijo y mi reino también. -A pues entonces no duermo contigo-se quita de enfrente mío pero le sostengo la muñeca antes de que se aleje-¡Suéltame Amaneth! -No-sacude violentamente mi agarre pero no me suelto-no te voy a soltar Chris. -Escúchame… -Escúchame tu a mí- lo interrumpo antes de que algo pase- si para final de mes no me has tocado otra vez o mínimo el intento para que yo me embrace te juro que me divorcio de ti, y retiro a mis tropas de Caldera y de Nórdico y dejo que te maten los tres reyes que quieren tu cabeza como tú la de ellos, o dejo que Eliza te haga carbón- no me gusta llamar a la reina de Caldera así pero si quiero que sepa de quien me refiero tengo que hacerlo-a ti y a tu zorra de metal, ya sabes hasta cuando tienes y te juro que yo misma la buscare para decirle donde se esconde el ex rey de Raider ¿Me entendí?-su cara me dice mucho, sé que tiene tiempo metiéndose en la cama de la capitana Kendall, y ella fue la que mato al antiguo rey de Caldera, en ese caso la reina Sara no la dejara vivir a menos que el rey Sander se meta en esa decisión porque hasta donde yo sé la capitana y él eran mejores amigos. -¿Serias capaz de entregarme?-hasta la pregunta es necia- ¿me entregarías a mi hermano y a mi primo? -Hasta con un moño- digo arqueando una ceja, lo suelto y me regreso a la cama- es tu decisión y amorcito cuídate de que la zorra de tu capitana no se embarace antes que yo porque si es así ve pensando en donde esconderte, y que decir cuando la reina Eliza te encuentre. Se cambia y me deja sola en el cuarto bufando y maldiciéndolo, pero sobre advertencia no hay engaño, usare todas las medidas que conozco le escribiré otra carta a la reina Sara pidiendo mi perdón por los inconvenientes y entregare a Christopher junto con su zorra de metal para final de mes sino me vuelve a poner una mano en mi cuerpo, hago mil borradores de cartas y ninguna me gusta cómo suena, pero recuerdo que la reina Sara solía expresarse de ser madre de sus hijos de la alegría de regresar a Caldera y que ellos brincaran para que los cargara y de cómo los besos de ellos son tatuajes que se penetran hasta el alma, escribo una que me gusta cómo queda, y la guardo en mis pertenencias la mandare cuando se haga fin de mes. Ha pasado mucho tiempo desde que me case con Christopher, y desde que me case con él solo hemos hecho el amor un par de veces, pero ese no es el problema el problema es que no quería conquistar Nórdico y mucho menos Caldera, cuando la reina Sara y el rey Sander reúnan la fuerza necesaria se desharán de nosotros, lo peor es que usa las fuerzas de Raider para apoderarse de Caldera pero varias partes de Caldera se reúsan a someterse, hay rumores por todo el reino de que ambos reyes se están poniendo de acuerdo para unir fuerzas con otros reinos para derrocarnos, mi padre murió hace dos años y yo subí al trono con Christopher a mi lado como mi rey, mi madre y todo mi reino me piden un heredero pero con mi marido no se puede cada vez que le digo se excusa que los reyes de Caldera lo pueden utilizar contra nosotros, pero lo que no sabe es que yo estoy dispuesta a traicionarlo si no me da un heredero antes del ataque que se está planeando en su contra. Hoy como todas las noches estoy parada viendo por la ventana la reina Sara ya ha de haber dado a luz a su tercer hijo, futuro rey de Nórdico cuando el rey Alexander diga que ya esté listo para mandar. Tengo muchos deseos de ser madre, y de darle a mi reino un descendiente hoy Chris no se escapara estoy dispuesta a que me haga el amor hasta el amanecer o parte de la noche. La puerta se abre y lo deja pasar, se ve como todos los días con el cabello bien arreglado, el traje azul marino que lleva hoy está perfectamente planchado sin una arruga, con tres franjas están a lo largo de su cuerpo, una amarilla el color de mi nación, una azul celeste representa a Nórdico y una roja como la flama de Caldera. -Sigues despierta Amaneth-dice con tono frio, se sienta en el sillón café que resalta en la habitación. -Tenemos que hablar Chris- digo acercándome a él- Raider espera un heredero- me siento en su regazo y comienzo a desbotonar su saco- y tenemos que dárselo-comienzo a besarlo sus labios están extrañamente tibios, pero lo que me sorprende es que se deje quitar el saco, siempre que lo intento me retira pero hoy se está dejando. Me acomodo mejor para besarlo mejor, pero me toma de la cintura y se levanta conmigo en sus brazos sin interrumpir el beso, al llegar a la cama me deposita con cuidado ella y se quita la camisa, sé lo que quiero y lo que quiero es un hijo de Chris. -Solo hoy- me dice mientras quita mi vestido- si quedas embarazada con está ves es que realmente tienes suerte-no quiere ser padre o no me quiere dar un heredero. Sus caricias son electrizantes hacen que mi cuerpo zumbe y vibre bajo su tacto, besa cada parte de mi cuerpo y con sus manos acaricia cada parte de mi piel, mi mente gurda cada roce de sus labios en las diferentes partes de mi cuerpo, la sensación que más me gusta es la de su mano recorriendo mi entrepierna, dura toda la noche recorriendo mi cuerpo y parte de la mañana. Me encanta cuando murmura mi nombre sobre mi piel, y sé que le encanta cuando yo digo el suyo al momento de que me besa el cuello o me hace estremecer cuando su mano sujeta mi cintura y me arre pega más a él. -Suficiente- dice y se pone de pie, alejándose de mí-ya es todo. -¿Se va a volver a repetir?-pregunto tanteando el terreno. -No, ya no se va a repetir-dice mientras se pone la camisa de nuevo- fue suficiente por hoy. -Mira Chris- me pongo de pie frente a él- tu y yo vamos a hacer esto hasta que yo lleve a tu hijo en el vientre, así te aguantas porque que yo quiero un hijo y mi reino también. -A pues entonces no duermo contigo-se quita de enfrente mío pero le sostengo la muñeca antes de que se aleje-¡Suéltame Amaneth! -No-sacude violentamente mi agarre pero no me suelto-no te voy a soltar Chris. -Escúchame… -Escúchame tu a mí- lo interrumpo antes de que algo pase- si para final de mes no me has tocado otra vez o mínimo el intento para que yo me embrace te juro que me divorcio de ti, y retiro a mis tropas de Caldera y de Nórdico y dejo que te maten los tres reyes que quieren tu cabeza como tú la de ellos, o dejo que Eliza te haga carbón- no me gusta llamar a la reina de Caldera así pero si quiero que sepa de quien me refiero tengo que hacerlo-a ti y a tu zorra de metal, ya sabes hasta cuando tienes y te juro que yo misma la buscare para decirle donde se esconde el ex rey de Raider ¿Me entendí?-su cara me dice mucho, sé que tiene tiempo metiéndose en la cama de la capitana Kendall, y ella fue la que mato al antiguo rey de Caldera, en ese caso la reina Sara no la dejara vivir a menos que el rey Sander se meta en esa decisión porque hasta donde yo sé la capitana y él eran mejores amigos. -¿Serias capaz de entregarme?-hasta la pregunta es necia- ¿me entregarías a mi hermano y a mi primo? -Hasta con un moño- digo arqueando una ceja, lo suelto y me regreso a la cama- es tu decisión y amorcito cuídate de que la zorra de tu capitana no se embarace antes que yo porque si es así ve pensando en donde esconderte, y que decir cuando la reina Eliza te encuentre. Se cambia y me deja sola en el cuarto bufando y maldiciéndolo, pero sobre advertencia no hay engaño, usare todas las medidas que conozco le escribiré otra carta a la reina Sara pidiendo mi perdón por los inconvenientes y entregare a Christopher junto con su zorra de metal para final de mes sino me vuelve a poner una mano en mi cuerpo, hago mil borradores de cartas y ninguna me gusta cómo suena, pero recuerdo que la reina Sara solía expresarse de ser madre de sus hijos de la alegría de regresar a Caldera y que ellos brincaran para que los cargara y de cómo los besos de ellos son tatuajes que se penetran hasta el alma, escribo una que me gusta cómo queda, y la guardo en mis pertenencias la mandare cuando se haga fin de mes.
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