Somos Una Historia

6 Mateo

Conduce un poco mal al principio pero después se modera y maneja despacio tratando de contener el volante, tomó el cambio de velocidades para que ella solo maneje y use el freno y el acelerador, lo hace bien hasta cuando se trata de un tope o un bache en el camino, la tormenta cesó hace una hora pero el camino se cubrió de lodo y no afecta en nada la carrera que tendré contra Jordán o al menos eso espero. Pasan minutos y llegamos al lugar acordado la camioneta ya nos espera ahí y la primera en bajar es Lina que lleva una mochila negra, se dirige a mi puerta pensando que soy Mare al verme se detiene en seco y ve a mi chica del otro lado ya fuera del asiento del conductor, sonrío y tomó la mochila resulta ser ropa para dormir de Mare, ella me quita la mochila y la mete en la cajuela al menos ya sabe usar los botones del carro, Jordán baja de su vehículo y Thomas lo sigue de cerca nos ponemos de frente y la apuesta ya está hecha y no hay vuelta atrás.

-Tu manejas mi auto y yo la camioneta-digo y se sorprende por lo que digo-. Tu manejas mi coche y yo manejo tu camioneta.

-¿Dónde está el truco?-pregunta y reír es imposible de evitar.

-No hay ningún truco por eso le pedí a Mare que manejara-pasó una mano sobre sus hombros y le doy un beso en la mejilla-. Para que vieras que no había ningún truco no arriesgaría a Mare por más que quieras que lo haga.

Bufa en respuesta.

-De acuerdo-dice sonriendo.

¿A quién no el gustaría subir a mi auto?

Subimos a los autos pero antes de subirme a la camioneta Mare me da un beso en los labios y es súper apasionado, si me lo hubiera dado en una recamara y los dos estuviéramos solos la abría llevado a la cama sin pensarlo dos veces, acomodó la camioneta junto al auto que está a mi lado, si pierdo que lo dudo mucho no volveré a ver a Mare nunca más y le daré mi carro.

No me importa tanto como ella.

Mare.

Marena Jackson.

Mi novia.

Mare se pone entre los autos con cara de preocupación pero levanta las manos y da la señal para que avancemos y la camioneta reacciona a mi mando, aceleramos y dejamos atrás a Mare, a Lina y a Thomas, maneja dándole velocidad extrema al auto que maneja y me deja atrás, la camioneta solo llega a doscientos kilómetros por hora y el auto que maneja Jordán llega a trescientos kilómetros por hora pero ese idiota le va a pisar y se va desequilibrar en cierto punto del camino y es cuando pisare a fondo para que esto quede a mi favor, llega el punto de dar vuelta para regresar y el carro da la vuelta pero se le desequilibra al maniobrar el retorno y en la camioneta lo doy perfecto lo hubiera hecho perfecto también en mi coche, manejo a velocidad no acelerada porque ya sé donde se va a desequilibrar, me deja atrás y es cuando le piso un poco no a fondo pero si manejo acelerando, llegamos a un punto en donde pasa lo que tenía que pasar se le desequilibra el auto y es donde le acelero a fondo hasta adentro y lo dejo atrás y la señal de meta está frente a mí y es una persona no una marca.

Mare.

Los dejo atrás por mucho y paso la meta dando una vuelta en la camioneta me bajo de ella y lo que recibo al hacerlo son los brazos de Mare los que me reciben, los que me abrazan y envuelven, un beso en los labios uno largo y apasionado y al separarme de ella mi auto llega con su conductor enfadado de perder y deja mi auto a unos metros de la camioneta.

Mi camioneta.

Se baja y camina hacia nosotros en grandes zancadas Mare se gira para verlo y es cuando habla.

-Espero que no te arrepientas de elegirlo a él en vez de a mí-ella da una sonrisa débil.

-Cuándo Mateo me deje por cualquier razón serás la última persona en enterarse-dice ella seca y vacía-. ¿Qué le vas hacer a la camioneta?

La pregunta es para mí.

-¿La quieres?-se da la vuelta de inmediato.

-¿Me la estás regalando?-pregunta con una sonrisa en la cara.

Asiento quiero que ella se la quede a mí no me sirve de nada pero a ella puede que si le sirva, tengo muchos autos y la verdad ninguno se le compara a la camioneta, tiene buenas velocidades y buen balance estará en buenas manos.

-¿Cómo me ganaste con esa cosa?-vocifera la pregunta con ira.

-No la sabes manejar-respondo con tranquilidad-y no es el auto es el conductor.

-Siempre serás un hijo de papá-su veneno no me afecta-y espero que Mare se dé cuenta de eso a tiempo y te deje.

-Si ella se va... espero que encuentre a alguien mejor que tú. Por qué si me deja por ti entonces está completamente loca.

Avanza sin decir más empezando el camino a pie a su casa, Lina camina a nosotros pienso que me va decir lo mismo que su hermano pero es lo contrario nos dice que quedamos bien juntos.

-Quédate la camioneta para que no te vayas caminando-le digo a ella.

-¿Pero...?-asiento y da una sonrisa delgada.

-Te puedes ir a casa en ella y quedará en familia-digo y ella nos abraza a los dos.

-Se equivoca mi hermano...los dos se ven bien juntos-nos suelta y se sube a la camioneta.

Se va y me subo al auto con Mare de conductora, hacemos como hace unos momentos yo las palancas y ella las velocidades y el volante se regresa por dónde debíamos y llega en media hora, cuando llegamos a mi cuarto exhalamos y suspiramos, ella se cambia en el baño y la ropa nueva es diferente a la que lleva siempre una blusa de tirantes y un pequeño short que le llega antes de llegar a la entrepierna, trago saliva al verla así y más por el color que lleva.

Rosa pastel.

Me levanto de la cama donde estoy acostado y me acerco a ella en cuatro zancadas.

-¿Por qué me apostaste?-pregunta antes de que lo haga.

-No te aposté-arquea una ceja-solo dije que me alejaría de ti y que no me verías de nuevo.

-Apostaste una decisión que yo no tome-bajo la cabeza por su comentario-. No lo vuelvas hacer. Sabias que ibas a ganar ¿verdad?

-Claro que lo sabía, sabía que se iba a dejar llevar por tener el auto y como no sabe maniobrar era cuestión de que pasara.

-Y si usabas tu auto...

-Le hubiera ganado más fácil-digo reprendiendo una sonrisa.

-Bueno, no vuelvas a decidir por mí-asiento despacio, me da un beso en la mejilla.

Le beso los labios y ella responde al beso, camina hacia adelante conmigo siguiendo su paso no entiendo a donde me lleva hasta que toco el borde de la cama, intento quitarle la blusa pero sus manos me detienen.

-No, hoy no-murmura sobre mis labios.

-¿Cuándo?-beso sus labios de nuevo y ella no sé si lo hace para provocarme o para ver si la respeto.

-Gánatelo-dice sobre mis labios, muerdo su labio inferior y suelta un gemido que me calienta la sangre.

Trago saliva de nuevo.

Me siento en la cama y la jalo contra mí quedando en medio de mis piernas.

-¿Cómo me lo gano?-pregunto mirando los ojos miel que me hipnotizan.

-Haz algo que me guste demasiado y puede que lo haga-pasa una pierna sobre la mía para ponerla en la cama-. Por lo pronto porque no haces algo que me muestre lo que pasará.

Luz verde.

Pero no para quitarle toda la ropa.

Dijo muestra.

La tomó de la cintura levantando un poco la blusa que lleva, me empuja y la jalo conmigo cuando cae sobre mí la giro dejándola abajo de mí, beso sus labios pero pasando una de mis manos por su entre pierna y ella se eriza cuando lo hago, bajo por su cuello besando su piel hasta llegar a donde empieza su pecho, al subir mi mano centímetros son los que me faltan para llegar a lo qué hay entre sus entrepiernas, su mano me detiene y recuerdo lo que dijo.

Muestra.

No completo.

Me regreso a sus labios y los beso, extiendo la mano que tengo en su pierna y la jalo a mí subiéndola a mi espalda, Mare se eriza bajo mi tacto.

-Deténte por favor-está excitada y se ve.

-Deja que siga-ruego por otros minutos así-déjame quitarte la ropa.

-No, hoy no- dice y no me queda otra más que hacer lo que me pide.

Me bajo de ella y me recuesto por un lado da gracias con la vista ella se acomoda en la cama, la sensación de placer que sentí con ella en estos minutos no la olvidaré nunca.