Entregada

No soy de contar lo que me sucede, es más, prefiero evitarlo, me siento como si estuviese quejándome de todo y mi madre siempre decía: "Si te quejas de lo que te tocó vivir, recuerda que siempre hay gente que lo está pasando peor que tú" Claro, eso lo decía antes de cada castigo, de cada golpiza o de cada problema que surgía con mi papá porque ella no podía tener un hijo, eso era lo que la familia esperaba, un heredero al estúpido trono de la mafia, sucia y asquerosa mafia. Incluso recuerdo que lo dijo justo antes de entregarme a los "Ferreri" para ser su maldita esclava y todo ¿porqué? Porque soy mujer. Que mundo más de mierda ¿no? Mi nombre es Taylor Molcov, mis padres son Alya y Cedric Molcov, mido 1,65 cms. Peso 58 kilos, mis ojos son azules y mi cabello castaño es liso y me llega a la cintura, mi piel es blanca y mis pechos no son muy grandes, pero mis caderas se ven un poco anchas, no soy alguien que llame la atención pero tampoco me veo tan mal, tengan piedad de mi. Cuando mis padres al fin consiguieron tener un varón, mi hermano Matteo, me enviaron con los Ferreri como un trofeo para que ellos dispusieran de mí, es lo que hacen las familias de este estúpido clan, entregan a sus hijas mientras conservan a sus hijos. Es una forma de congraciarse con ellos, quienes son los líderes del clan "Temple", vale decir, sexo, drogas, alcohol y armas. Ellos lo manejan todo en este país y fuera de él pues... También. Les voy a contar cómo empezó todo, yo tenía 12 años, si, solo 12 años cuando llegué a vivir a la mansión, no era la única, también estaba Ninoska "Nino", Paulette "Polly" y Sandrine "Sandy", quienes me acogieron y me ayudaron con mis quehaceres, pero también eran unas niñas, Nino de 14, Polly de 15 y Sandy de 18, a veces recuerdo el rostro de Sandy cuando le tocaba subir con alguno de los hermanos, era un rostro tierno y alegre porque ella decía que era mejor eso que prostituirse en las calles con tipos sucios y horribles, al menos los Ferreri eran guapos y la trataban bien. Siempre podía ser peor. Los hermanos elegían a las que se quedarían en su casa, ¿al resto?, bueno, al resto lo enviaban a las calles a buscar drogas, a prostituirse con figuras de altos mandos para luego chantajearlos, entre otras cosas. No crean que me gusta vivir así, cuando pueda largarme, saldré de aquí y estudiaré leyes, eso es lo que me gusta, lograré con eso hundir a todos estos cretinos mafiosos, salvo a uno... Los hermanos Ferreri son tres, el mayor es Dante de 30 años, él tiene un defecto en una pierna que le impide moverse sin usar un bastón, producto de un accidente donde perdió a su novia con la que se iba a casar, luego viene Flavio de 27, el más malvado y cruel, y en último lugar está Alessandro, de 24 años, el más pequeño y el más destructivo de los tres. Alessandro es quién siempre viene por Sandy para llevarla a su habitación, cuando ella vuelve, normalmente, trae algún moraton en su cuello o en su rostro, su cabello despeinado y su ropa echa jirones, lamentablemente es así para nosotras, es lo que nos tocó vivir, aunque eso ya es pasado, ya todas las demás han pasado por eso y sólo faltamos Luccia de 13, recién integrada, Anna de 14, y yo. Hoy para mí es el peor día de mi vida, hoy cumplo 18 años, por regla estipulada en la mansión, a los 18 años es la edad en la que comienzas a subir al castillo, cómo le llamamos nosotras, hoy me toca subir con alguno de los Ferreri para ser su maldita esclava s****l, y por más que quisiera evitarlo, no puedo. Nos mantienen con una especie de pulsera que no se puede romper, créanme, ya lo he intentado, ésta tiene un GPS integrado que indica en todo momento donde estamos, así evitan que nos fuguemos y busquemos ayuda, aunque mucha ayuda no podremos encontrar, aquí la mayoría de la gente está del lado de los Ferreri, por lo que cuando salga de aquí, pretendo irme muy lejos. Las chicas me dan sus palabras de ánimo y yo sólo quiero salir corriendo de aquí, nunca he necesitado protección ya que nunca la he tenido, pero ahora, justo ahora, daría lo que fuera por tener una madre, una de verdad. Demonios, vienen llegando los tres en sus autos, esto quiere decir que me llegó la hora de morir. Al cabo de media hora y de haberme duchado, peinado y vestido de forma extravagante, otra de las chicas mayores, Agatha, que se dedica a la limpieza del castillo mayor y es casi mano derecha del mayor de los Ferreri, llega a buscarme. Mis nervios son notorios y las chicas me abrazan mientras Polly dice en mi oído... - Si te toca con Flavio mejor quedate quieta, si es Ale sólo dale lo que te pida y si es Dante... bueno, nunca es Dante. - Gracias por los bellos consejos. - Tranquila chica, sólo duele la primera vez. - Esa es Sandy. - Sueltate y relájate, así pasa más rápido. - Es Nino quién habla esta vez. La chica me apura y yo salgo corriendo con estos tacones horrendos mientras por dentro estoy rezando para que no me hagan daño, aunque sé muy bien que es lo que me van a hacer. Cuando llegamos arriba, Agatha me guía hacia un gran cuarto pero me pide que espere afuera mientras desde adentro se escucha como hablan ellos. - ¡Maldita sea Dante! Es mi hora de iniciar a la chica. - Ese es Flavio que está casi gritando. - No, ¡Diablos! Me toca a mi. - Alessandro cómo niño idiota. - No voy a aguantar peleas, si lo quieren hacer decidan ustedes y punto. - El debe ser Dante, nunca lo he visto de frente, dicen que es un ser frío y calculador, arrogante y maldito que daña lo que esté a su paso sin pensar en nada y en nadie, aunque también dicen que desde que murió su novia que él ya no ha vuelto a ser el mismo, ahora es mucho peor que antes. - Dante ¿Porque no vas tu? - Propone Flavio. - Yo queria tener a ese caramelo la primera vez. - Yo igual pero el jefe es el jefe y le toca. - Si, Flavio tiene razón, eres el único que no ha iniciado a ninguna de las chicas. - No estoy para juegos. - Solo una vez, Dante, solo una. - Ya que no pueden decidir entre ustedes, pues bien, lo haré yo. Agatha se acerca a mi y me dice al oído, con un olor a rosas emanando de su cuerpo. - Eres afortunada chica, el jefe será el primero. No sé qué quiso decir con eso de afortunada, no conozco esa palabra. Cuando se abre la puerta y salen los dos menores, ambos me miran sonrientes y de pies a cabeza, cómo si esto fuese mi ejecución, aunque yo también lo siento así. Siento miedo, me da pánico saber lo que viene, estoy completamente nerviosa y me sudan las manos. Agatha se acerca y me toma de la mano mientras camina hacia adentro, me deja y se va cerrando la puerta detrás de ella. Cuando logro observar dentro, el hombre frente a mí se cierne y me mira, una mirada fría y arrogante en esos ojos profundos grises, ese cabello n***o alborotado y quizá un poco largo, su rostro parece una obra de arte de algún dios de la frialdad y su cuerpo es prácticamente una escultura, es sexy pero el bastón en su mano y su notoria cojera, junto a esa expresión de irritabilidad me producen un miedo y un pánico inexplicable. Dios, ¿que me va a hacer este hombre?