Ezem

Ezem. Alzo la mano haciendo que la chica con la que estoy bailando gire, la conozco de vista y cada vez que la veo la quedo viendo porque es una chica muy hermosa, cuando llegué a la fiesta la vi y fui directo a ella invitándola a bailar, y de ahi no nos separamos. —Aaagggg. —la agarro de la cintura girando, es cuarteto y me gusta bailarlo—. PARA PARA... NO PUEDO MAS. —riendo dejo de moverla—. ¿Vamos a tomar algo?. —Pero vamos a la orilla del lago. —Si, asi no escuchamos tanto ruido... —la agarro de la mano llevándola a la barra, es la fiesta del agua y los de la universidad a la que voy venimos ya que es nacional y separan el lugar para nosotros y hay seguridad. —¿Qué quieres tomar?. —Lo que tu tomes. —Bueno, —alzo el brazo asi nos ven—. DOS CERVEZAS. —agarro las cervezas y vamos al lago casi a la fuerza por la cantidad de personas—. Al fiiiiinnn. —Si, hay muchísimas personas. —¿Vamos a la orilla del lago?. —Si, pero mas allá asi no nos retumba la cabeza. —¿No estas acostumbrada al ruido fuerte?. —No, no soy de escuchar música fuerte, ¿tú?. —Si, estoy muy acostumbrado... —nos sentamos en la oscuridad, le abro la lata pasándosela—. Espera, ¿Qué edad tienes?. —Veinte, ¿por?. —Por un momento crei que me ibas a decir diecisiete. —¿Y tú cuántos tienes?. —Veinticuatro... —tomo un sorbo viendo el agua tranquila—. ¿Qué estudias?. —Estoy haciendo seguridad e higiene, ¿tú?. —Contabilidad, ¿estas en los primeros años?. —Si, en realidad primer año porque estoy tomando materias que me permitan trabajar. —¿No tienes ayuda?. —Tengo la ayuda de mi papás y de mis padrinos, pero es caro... La universidad es casa, disculpa... ¿Cómo te llamas?. —Ezem... —estiro la mano y ella me la da. —Evangelina. —Un gusto, bienvenida al club de las E. —Somos pocos... —toma de su cerveza viéndome—. No me dijiste porque estas acostumbrado a la música fuerte. —Aunque no lo creas voy a la iglesia y estoy en el coro. —¿Y porqué no te creería?. —Por la cerveza y por mis tatuajes. —¿Puedo verlos de mas cerca?. —Si, obvio. —me subo la manga de la remera de su lado—. Puedes acercarte, no hay problema. —No quería tocarte y ser una atrevida. —Para nada... Toca sin problema... —enciende la linterna del celular viéndolos. —Que bellos, ¿Dónde los hiciste?. —Todos hechos por mi familia... —¿De verdad?. —Si, este de aca, me cubre del codo hasta el pecho y me lo hizo mi papá... —señalo el otro—. Estos de aca hasta la mano mi tia... Este... —subo mi pantalón un poco—. De la rodilla hasta el empeine mi tio, y el de este brazo me lo esta haciendo mi primo, pero voy a esperar un poco porque lo que pensaba en primer lugar ya no me gusta, entonces no me voy a hacer algo que después me arrepienta. —Eres muy joven y ya te hiciste todo esto, no sientes que vas a arrepentirte. —Naaaaa, mi papá dice, los tatuajes son como los hijos, por mas que no simpatices muy bien con ellos no los dejas de amar y desearías volver a tenerlos, lo mismo yo, y mis tatuajes, no me arrepiento solo sé cuando es el momento... —baja el celu aun apoyada en mi hombro y nos miramos fijo—. Eres hermosa... —me giro un poco sin saber bien qué hacer—. ¿Puedo besarte?. —Te estabas tardando. No planeaba esto, no planeaba para nada liarme con una chica ni menos tener relaciones a la intemperie y encima medios tomados los dos, porque no es solo esa lata de cerveza que nos tomamos, yo me tomé tres desde que llegué y al no tomar me pega enseguida, ella no tengo idea. ***** Unos meses después. Pensando en Evangelina y en como me desperté en la madrugada boca arriba, los pantalones bajos y el bóxer subido a penas, rindo el último final, no le dije a nadie de mi familia, vine solo sin siquiera tirarles el dato de que rindo, no quería la presión de que esperen afuera y que me diga si aprobé o no y yo pensando en que les tengo que dar la buena noticia, pasó con Oddi, no aprobó su final y estábamos todos afuera con un cartel y esperando que diga que se había recibido y cuando dijo que no, comenzó a llorar y se sintió re mal, y yo no quiero eso, no del tema de llorar porque seguro lo haría de la rabia misma, sino el decirle a mis papás que no, que no pude, que los nervios ganaron y no salí ya recibido. —Bien joven, facilidades, tenemos un nuevo contador. —¿Aprobé?. —Si, con diez, nota excelente. —Bueno, gracias, ¿me lo puedo llevar?. —Aun no, tengo que pasar todo al archivo y recién ahí se la devuelvo. —Bueno, le tomo una foto entonces. —le saco una foto y salgo sin creer mi reacción tan calmada, siempre crei que me iba a volver loco de felicidad. —Ay... —Discul... —sonrío viéndola—. ¿Cómo estás?. —Bien, ¿tú?. —Bien, necesito una explicación de lo que pasó, y no me refiero a que iba a invitarte a cenar y ser novios, sino que me dejaste casi en bolas sin despertarme cuando te fuiste, no era tan difícil. —Intenté despertarte un montón de tiempo, te sacudí y golpee y no despertabas, fui a buscar a tus amigos y cuando volví no estabas. —¿Los fuiste a buscar a sus casas acaso?, porque te busqué por todos lados y no te encontré, no me vengas con el cuento... Sabes, me tengo que ir. —Ezem, tengo algo que decirte. —¿Qué?, si es algo de esa noche no me interesa, y te pido que lo olvides, para mi pasó y ya fue. —Tienes razón, nos vemos entonces. —salgo directo a mi casa para poder enseñar la foto de mi evaluación, llego a mi casa viendo a mis hermanos menores jugando con una soga saltando, Oddi en la cocina haciendo no sé que pero hay olor a budín y cuando veo al living mi mamá está acostada y mi papá encima riendo y mi mamá le dice algo. —Juro por Dios que no hacia falta ver esto. —¿Eh?. —mi mamá se tapa la cara riendo y mi papá me mira divertido y sé que por mi cara de culo al verlos asi—. ¿Qué te pasa?. —Si... —mi papá se para enseguida viéndome con duda y mi mamá—. ¿Qué te pasa Ezem?. —Nada, la imagen que tenían... Aagggg. —mi papá me empuja de un golpe en el pecho. —Idiota, nos asustaste. —MAMI VEN, ASI ME AYUDAS. —Bueno, ve a bañarte asi desayunamos. —Si... —Junten eso y a lavarse las manos asi desayunamos. —Si papi... —cuando bajo están en la mesa, menos Harley y Baram, deben estar en clases aún—. Al fiiinnn, creímos que el inodoro te había aspirado. —Bueno, cuando me baño me friego... —la miro a Fedora haciendo como que me friego—. ¿Lo sabes o mamá te tiene que decir que no te fregaste?. —Tonto... —¿Qué vas a querer?. —Un té por fis... —le doy un beso a Mateo que Oddi lo tiene en su silla—. Hola bebé. —Oa tio. —me siento buscando en mi celu la imagen. —Mira pa, ma, ven a ver. —¿Qué?. —mi papá se para atrás mío viendo—. ¿Tuviste una evalua... —¿Es el final Ezem?. —Aaajjj. —mi mamá me da un palmetazo en la cabeza—. Bueno nena, pegas fuerte. —¿Cómo no avisas?. —Es que tenia muchos nervios, no quería tener presión... —me paro riendo donde mi mamá llora y mi papá me abraza—. Perdonen pero saben que los nervios me juegan en contra. —Que alegría hijoooo. —Mami no llores... —la abrazo con mi brazo libre—. Necesitaba hacer esto solo. —No lloro por eso, sino que lo lograste hijo. —¿Ya tienen preparado el cuadro para mi diploma?. —mi papá me suelta pasándose las manos por la cara con una sonrisa enorme. —Si obvio, lo tenemos y ya tenemos el lugar, ¡felicidades!. —Gracias, ahora avisarle a todos... —sigo abrazando a mi mamá y Oddi viene a abrazarme. —¡Felicidades!. —Gracias Oddi, tu también vas a estar asi en unos dias. —Eso espero. —No digas eso... —mi mamá le da una nalgada alejándose asi mis hermanos me saludan. —Ahi avisé en el grupo, todos ponen que eres un idiota por no avisar... —me rio con ganas sin soltar a Fedora que es la mas mimosa—. El abuelo dice que vamos a ir a cenar. —Buenísimo entonces. . . Holis, comenzamos con esta historia ganadora... . .