Ezem.
Tres años después.
Mirándome al espejo me afeito y en mi mente planeo mi día, tengo una obsesión con eso y mi mamá me dice que tengo que orar mucho por mi mente y mi tranquilidad, porque si no tengo mi día planeado ando medio loco, hasta mas o menos calculo como va a estar el transito según el día que es. Salgo de mi casa, paso por Carina, la llevo al colegio, voy a mi trabajo, tengo que revisar todo antes de las doce del mediodía asi me tomo esa hora para ir por Cari, llevarla a su casa, volver al trabajo, comer de la vianda que elijo el menú semanal y me lo llevan, como y vuelvo a trabajar, salgo a las cinco, voy a ver a mis papás hasta las seis treinta, vuelvo a mi casa, me baño y si tenemos iglesia nos vamos sino ahi me relajo un poco, pero no me acuesto mas tarde que las doce, hace tres años me recibí y comencé a trabajar y me tomo muy enserio la responsabilidad y confianza de tenerme en la empresa familiar.
Cari—. Buen día, ¿ya vienes?.
Ezem—. Buenas, en camino.
Cari—. Espero afuera.
Llego a la casa de los papás de Carina, aun vive con ellos pero porque estamos hace año y medio saliendo y en seis meses me caso, nos conocimos en la iglesia y la verdad que me agrada bastante, tenemos una relación media media, sus padres son muy opinologos, le dicen qué hacer y estudia lo que ellos le dijeron, cuando la presenté a mi familia ellos vinieron y quisieron opinar que nos deberíamos casar en unos meses y mi papá le cortó la charla diciendo que no iba a permitir una boda tan rápida y que debíamos conocernos aun en la cama, ¿Qué como íbamos a casarnos sin saber lo básico?, no les gustó nada y según ellos era virgen cuando no lo era, yo le pregunté sobre eso al tiempo de que tuvimos nuestra primera vez y no porque me moleste, pasado pisado, dijo que había salido con un chico, lógica pura porque tenia veintiséis cuando nos pusimos de novios, y que ella se acostó con el pensando que iban a ser esposos, no me importo ni me importa sinceramente, y este año nuevo que llevamos de novios si nos acostamos cinco veces es mucho.
—Buenas... —se sube dándome un beso—. Tardaste bastante.
—Me tuve que afeitar, ayer me dijiste que tenia mucha barba.
—Si, mejor porque me pinchas un montón.
—Bueno, es cansador afeitarme casi a diario.
—Es como yo que me tengo que depilar las piernas siempre... —le alzo las cejas y ella se rie, me da un golpe inclinándose hacia mi—. Eres un tonto.
—Bueno, este tonto pregunta cuando nos toca.
—Yo creo que hoy.
—Sij... —le aprieto la pierna con suavidad.
—Después de la iglesia me voy contigo.
—Dale, lleva ropa de salir asi mañana vamos por las zapatillas que necesitas.
—Si, te iba a decir si vamos al cine.
—¿Hay una peli buena?.
—Si, una de terror... —se rie porque le hago caras—. Dormimos abrazaditos después, no tengas miedo.
—Si me tapo la cara toda la peli no te burles. —llegamos a la universidad donde me bajo, cada vez que la traigo voy por un sanguche y ensalada de fruta—. ¿Qué tienes hoy?.
—¡Ay Ezem, nunca te acuerdas!.
—Uy Cari, perdóname, es que ando con muchas cosas. —de la mano entramos a la facu—. Alla están tus amigas.
—Si, pero vamos a comprar primero...
—Dale, espero tengan de primavera.
—Ay, el tomate estaba re feo el otro día... —entramos al local de la facu, me gustan mucho los sanguches, cuando venia siempre compraba—. Yo quiero de jamón y queso no mas...
—Yo no lo sentí feo. —abro la puerta asi pasa—. Pero a ti no te gusta mucho el tomate... —saco la billetera de mi bolsillo trasero, ando con pantalón de vestir y camisa, el saco y corbata me los pongo cuando llego a la empresa—. Ahi hay de jamón, zafaste loca.
—Siii, sino un alfajor iba a elegir.
—Bueno dias chicos.
—¿Cómo va?, —nos damos la mano con el hombre—. Uno y uno dame, y dos ensaladas de fruta.
—Bien, ya se los caliento... —me pongo de lado viendola.
—¿Qué?.
—Nada, ¿no puedo verte?.
—Si, pero es raro como me miras.
—Me imagino la noche...
—EVA YA ESTA. —Cari mira al hombre que va a calentar los sanguches y yo a la chica, quedo de piedra al verla.
—Permiso chicos...
—Si... —me muevo sin dejar de verla, agarra un termo y me sonríe.
—¿Cómo estás?.
—Bien, ¿tú?.
—Bien, —me mira de arriba abajo sonriendo—. Ya te recibiste por lo que veo.
—Si, la última vez que nos vimos había salido de mi último final. —Carina me mira alzando las cejas.
—Bueno, nos vemos, que les vaya bien... —va a una mesa donde veo que tiene cosas en la mesa y un nene aplaude.
—¿Quién es?.
—Una compañera que tenia, se ve que no se pudo recibir porque no la volví a ver.
—Bien, aca esta todo chicos... —le pago y salimos con Cari.
—Mándame mensaje cuando salgas asi vengo... —saco plata dándole—. Si no puedo venir te tomas un taxi y te mando dinero a tu cuenta.
—¿Me mandas?, encargué unas cosas que necesito y pago por ahi. —saco mi celular mandándole.
—Ahi te mandé, si necesitas mas me avisas.
—Bueno, —nos damos un beso—. Me voy, mándame mensaje cuando estés en el trabajo, o cuando te acuerdes.
—Si, nos vemos...
Espero que entre a la sala y voy a ver a Eva, algo me dice que la vea un poco mas, muchas veces la pensé, muchas de esas veces sintiéndome muy mal por como le hablé la última vez que nos vimos, tendría que haberla escuchado al menos, porque me dijo que buscó ayuda pero en mi cabeza por todo lo que estaba pasando no le crei, estaba enojado y estresado, no puedo mentir que todo este tiempo veía a la calle para volver a verla, es una chica que me gustó muchísimo tiempo, sinceramente me gustaba muchísimo y ahora verla, me siento como hace cuatro años atrás que fue la primera vez que la vi, estaba en la biblioteca buscando agua para los mates cuando se tropezó y me chocó, en ese momento quedé tieso viéndola, y de ahi no pude sacarle la vista de encima. Parado al lado de las escaleras la miro hacerle la leche al nene y mi corazón me late como loco, hace tres años lo hicimos, en una noche medios tomados donde no nos cuidamos, no... Mierda, siempre me dije que como se me pasó y ahora se hace realidad el miedo, lo que dudaba lo veo frente a mi.
Papá—. ¿Ya vienes?.
Ezem—. En camino.
Llego a la empresa a encerrarme en mi oficina, miro a la nada pero la imagen que vi no me la saco de la cabeza, no me pude haber equivocado tanto, no hablo de esa noche, hablo de cuando nos volvimos a ver.
—Ezem... —mi papá entra de golpe, me friego la cara con fuerza—. ¿Qué te pasa?.
—Nada, estoy pensando unas cosas.
—¿Todo bien si?.
—No, no esta bien... —me paro agarrando mi saco donde es hora de comer y estuve tanto tiempo pensando que no me di cuenta—. Se va a ir todo al carajo con lo que me pasa... O mejor dicho, con lo que hice.
—¿Qué hiciste Ezem?.
—¿Tu que crees?.
—No creo nada, porque no te imagino haciendo nada malo... —me aprieto la lengua con los dientes.
—No mate a nadie, con eso quédate tranquilo... Vamos a comer y cambiemos de tema por favor.
*****
Llegamos de la iglesia con Cari donde siento que no estoy bien, siento mi cara tensa y que no puedo controlar lo seca de mis respuestas, voy directo al baño a cambiarme, me cargo en el lava manos respirando con fuerza, siento claustrofobia, siento que estoy en una caja donde me estoy quedando sin aire y quiero salir, siento la manos tensas y no puedo estirarlas.
—¿Ezem estas bien?.
—Si, ya salgo...
—Voy a cocinar algo...
—Cocina para ti, —abro la puerta saliendo—. Me voy a acostar.
—¿Qué pasa?.
—Nada.
—Estas mal Ezem, ¿te sucedió algo o te duele algo?.
—Estoy muy cansado, no tuve un buen día en el trabajo.
—Bueno, voy a cocinarme algo y me acuesto... —me tiro en la cama sin saber qué hacer, decido buscarla en sus redes hasta que la encuentro, no puedo ver nada de ella donde lo tiene en privado.
Ezem—. Hola, ¿estas?.
Ivka—. Si, ¿Qué pasa?.
Ezem—. Mándale la solicitud a esta chica, cuando te acepte mándame captura de sus fotos, por encima, yo te digo cuál abrir y que le saques. —le mando la foto con el usuario y encima su foto de perfil que es con el nene.
Ivka—. Ahi le mando... —con las manos en mi vientre y apretándome los dedos pienso miles de cosas.
Ivka—. Ahi van, me aceptó enseguida... —me manda las fotos y me quiero morir.
Ezem—. La que esta embaraza, que se vea las fechas, la que tiene pocos meses y donde el bebé nace.
IVka—. Listo...
—A ver... Septiembre... Octubre, Noviembre... —cuento con mis dedos—. Noooo, no puede ser.
Ivka—. ¿Quién es la chica?.
Ezem—. Salí un par de veces con ella.
Ivka—. No me jodas Ezem, ¿es tuyo?.
Ezem—. Eso creo, tengo que hablar con ella.
Ivka—. No te puedo creer...
Ivka—. ¿Qué hago?.
Ezem—. Mándale un mensaje, dile que eres hermana de Ezem y que ese es mi número, que necesito hablar con ella.
Ivka—. Ahí le mando.
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