Capitulo 3

1860 Words
Evangelina. IvaWeish05—. Hola, soy Ivka, hermana de Ezem, me pidió que te dé su número que necesita hablar contigo urgente. Leo el mensaje una y otra vez como todos estos días, la chica me volvió a mandar otros mensajes que Ezem necesita hablar conmigo y hasta él me mandó la solicitud, no se la acepto todavía, pero no sé qué hacer, no sé para qué quiere hablar tan urgente conmigo. —Mami pipi. —Si, vamos... —lo ayudo mas que nada porque le enseñé que debe hacer solito, estoy pensando en anotarlo en el jardín de tres años y le estoy enseñando a ir solito al baño, a tener sus cuidados, no quiero pero no tengo otra salida—. Ahora los dientes. —¿Evangelina ya salen?. —Siiii, nos estamos lavando los dientes. —Au vaaaa. —Bueno, te hago la leche Jonás. —Si au. —¿Cómo se dice?. —Acias au. —De nada. —Bueno, vamos a cambiar la ropa y vamos a tomar la leche. —lo cambio y perfumo para ir a desayunar, va corriendo a darle besos a mi papá, quien mas renegó por mi hijo y ahora es su debilidad. —Hola papi, ¿Cómo dormiste?. —Ien au. —Que bueno hijo, siéntate a mi lado asi tomamos la leche. —Ambe yo. —Uuuhhh, vamos, asi comes y no tienes mas hambre. —con mi mamá ponemos la mesa, mi hermana espera sentada a que sirvamos. —Aca esta la leche de Jonás, enfríale. —Si... —me siento dándole una medialuna salada y yo saco con crema. —¿Van a salir?. —Si, vamos a ir al parque. —Si au, paque a mamá. —Wou, juega mucho Jonás. —Montón. Terminamos de desayunar y le hago una mochila a Jonás para ir al parque, me gustaría mucho tenerle juguetes de todo tipo y ropa bonita, pero trabajo medio tiempo en la rotisería de mi tio, voy de la una a las cinco de la tarde los jueves, viernes y sábado dejando todo picado y acomodado para los cocineros, y con lo que gano ahí, visto a mi hijo con ropa de segunda mano, con los pañales y comida me sostienen mis papás, por eso le meto a full a los estudios para poder recibirme y poder mantener a mi hijo. De camino al parque miro hacia atrás a cada tanto donde me da la sensación que alguien viene detrás mío pero no veo a nadie, no hay nadie cada vez que me giro, pero voy incómoda. A penas llegamos le saco la campera y va corriendo al tobogán. —Mami aaaaa. —Siii, vamos... —voy atrás de él al sube y baja—. Espera que te subo. —lo acomodo bien y las manos—. Agárrate bien, sino te caes como ayer. —Si mami. —¿Se calló?. —Aaaaggg. —me giro del susto donde me hablaron de golpe, y Ezem esta detrás mío—. ¿Qué haces?. —Vine a conocerlo. —¿Eh?. —Intenté contactarme contigo todos estos días y no me respondiste, no me quedó de otra que buscarte. —¿Tu de verdad crees que es tuyo?. —Si, lo creo, es mi hijo y es igual a mi... —Mami lale. —me muevo poniéndome delante asi no lo ve. —Déjame verlo Evangelina. —No tengo idea de quién eres, solo sé tu nombre, no vengas a querer privilegios que no vas a tener. —¿Que no voy a tener?, si me hago un ADN y voy a la justicia voy a tener todos los privilegios de un padre... —me giro alzándolo y voy a la banca donde dejé la mochila de Jonás—. Evangelina espera. —Nooo, desaparece Ezem, no nos jodas. —No es joder, es mi derecho... —agarro la mochila girando para irme pero sigue atrás mío. —Ezem no, no voy a darte a mi hijo. —No te pido eso... —abre los brazo impidiéndome pasar—. No voy a sacártelo, quiero tener una relación con él. —Estuvimos una vez... Una vez y ya, toda la relación que vas a tener, deja de molestar. —¿Cómo te piensas que voy a vivir mi vida sabiendo que tengo un hijo y no me hago cargo de él?. —Si es por hacerte cargo de dinero o que sepa quién eres, lo tienes, pero no un trato cercano. —¿Escuchas lo que dices?, me estas sacando mi derecho Evangelina. —NO TE SACO NADA PORQUE HACE UNA SEMANA NO SABIAS, SIGUE CON TU VIDA QUE NO TE NECESITAMOS. —Mi hijo me necesita... —Jonás asustado me envuelve por el cuello—. ¿Quieres que crezca sin un padre?, ¿dándole un hombre que no es su papá?. —lo miro llorando—. No quiero nada mas que ser su papá Evangelina, no voy a sacarlo de tu lado, no puedo vivir la vida sabiendo que tengo un hijo y no estoy para él, no puedo sin saber como esta, si vive bien, si esta bien cuidado... No voy a alejarlo de ti, —se le llenan los ojos de lágrimas y yo no sé qué hacer—. Por favor Evangelina. —cierro los ojos suspirando—. No voy a hacer nada para que estés preocupada, sé que no me crees pero dame la oportunidad, solo eso. —tiro la mochila y asiento no sabiendo bien si confiar en él o no. —Bien, tenemos que hablar mucho esto. —Si obvio, déjame verlo. —lo giro un poco pero se quiere bajar, Ezem enseguida se agacha sonriendo—. Hola bebé. —¿Bebé?. —me mira sonriendo. —¿No eres bebé?. —Nooo, nene. —Eres un nene, un hermoso nene... —sonrío volviendo a llorar—. ¿Cómo te llamas?. —Joas. —¿Joas?. —Nooo, Joas. —Jonás se llama. —Hermoso nombre Jonás, soy Ezem, tu papá. —¿Papá?. —Siii, papá, —se pasa el dorso de la mano secándose las lágrimas—. ¿Cuántos años tienes?. —Los. —alza la mano como le enseñé. —Wou, con razón no eres un bebé, ¿puedo darte un abrazo?. —No, —me envuelve por la pierna negando, Ezem me mira con dolor, pero me agacho sonriéndole. —¿Le damos un abrazo?, ven... —me cargo en su hombro asi Jonás lo abraza, Ezem cierra los ojos llorando en cantidad. —Mmmggg... Como quería abrazarte. —mi hijo se aleja un poco y se miran, son iguales, siempre supe que Jonás es igual que Ezem porque de mi, nada—. ¿Vamos a comer algo? ¿tienes hambre?. —Mmm si, hambe. —¿Vamos?. —Si, vamos a comer algo... —lo quiere alzar pero Jonás niega sacándole las manos. —A mamá. —Bien, vamos de a poco, tenemos tiempo, —alza la mochila, la campera y me sonríe—. Ven, vamos a mi casa asi hablamos bien. —Si, porque vivo con mis papás, no podríamos hablar ahi. —Necesito saber muchas cosas sinceramente, —vamos a un auto hermoso, me abre para subir adelante y lo envuelvo a mi hijo que esta como asustado donde yo tiemblo, cuando arranca lo envuelvo bien—. ¿Jonás cuánto se llama?. —Jonás solo, no quise segundo nombre. —¿Todo bien en el embarazo?. —Si... —lo mira a cada segundo sonriendo—. Tuve un buen embarazo, pesó tres kilos trescientos setenta. —Perfecto. —Si, con buen peso. —¿Cómo fue el parto?. —Un poco terrorífico para ser honesta, tuve muchísimo dolor. —me mira serio—. Después todo bien, tomó pecho hasta el año y medio, ahora estamos con la leche, vamos al baño solos. —Siii, eche y pipi. —Wou, re inteligente eres... ¿Enferma mucho?. —Un poco, reconozco la culpa, lo abrigo mucho, el pediatra me reta cuando voy pero no puedo verlo sin ropa de abrigo. —¿Qué pediatra tiene?. —Del hospital publico, lo atiendo ahí. —Bien, cuando lo registre va a tener una buena cobertura médica. —¿Ni una duda que es tuyo?. —Ahi te muestro. —para en un semáforo revisando el celular, me muestra una foto de Jonás que publiqué y otra que es él a la misma edad, hizo un corte de imagen donde se ven los dos y son un calco—. Y también que era tu primera vez. —No hacia falta eso. —Para mi si... Ya estamos llegando... —entra a un edificio estacionando—. Ahí te ayudo... —abro la puerta y viene casi corriendo—. ¿Te puedo bajar Jonás?. —Mmm si... —a penas bajo me estira los brazos—. Mamá. —Si hijo, ve con mamá... Vengan, vamos a mi casa. —en el ascensor lo envuelvo bien, no sé donde me meto, tengo miedo sinceramente—. Pasen, vivo solo asi que no tengan miedo de hacer ruido. —Que lindo lugar... —miro todo sonriendo—. Hermoso. —Voy a darte este departamento asi viven aca y tienen privacidad. —¿Eh?. —Si... —deja la llaves en una mesa y señala el sillón—. ¿Mira dibujos?. —Si, le gusta el payaso Plim Plim. —Bien, vamos a ponerle asi podemos hablar, sácale los juguetes, no hay problema que ensucie algo o rompa. —Es un niño muy bueno, casi no hace travesuras. —se sienta en el suelo y lo mira. —Quiero que te vengas para aca con Jonás, que vivan aca que es un buen lugar y es seguro. —¿Y tu?. —Me busco otro lugar, no hay problema... —Ezem... —No Evangelina... —agarra un muñeco oliéndolo—. Ahora, desde ahora, soy responsable de él, mañana mismo vamos a ir los dos asi tu ves todo, y vamos a hacer los tramites para registrarlo, y quiero que lleguemos a un acuerdo, cuando lo vea vas a estar presente, soy consiente de eso, tienes que estar, él no me conoce y no voy a traumarlo alejándolo de ti porque eres todo lo que conoce, —lo miro a mi hijo que juega a mis pies y medio que lo mira desconfiado—. Nos presentamos con las familias asi nos conocemos y mas que nada para que tu familia sepa con quién su hija y con quién se va su nieto. —Me siento tan perdida... —cargo los codos en mis rodillas y me tapo la cara—. Nunca me esperé esto mi Dios. —Te juro que yo tampoco, pero verte en la facu me hizo sumar dos mas dos y ya. . . Holis, recuerden que cuando tenga noticias estaré avisando en mi Ig. Nos seguimos viendo en Marcado por tus Curvas. Besos!!!. . .
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD