Ezem.
—Mami hambe.
—¿Qué quieres comer Jonás?. —me paro sonriendo—. Vamos a ver que tengo asi cocinamos y comemos, tengo juguito, hamburguesa, pescado, ¿Qué quieres comer?.
—Mmm, fuito y buesa.
—Bien, ven, vamos a ver. —la mira a Eva—. Ven mamá, vamos a ver que tenemos para comer.
—Si, vamos... —corro una silla de la isla que es alta.
—Después de comer vamos a ir a comprar las cosas que hagan falta, una silla me doy cuenta ahora.
—Tienes que calmarte un poco Ezem. —abro la heladera y le hago señas a Jonás.
—Ven asi eliges que juguito quieres.
—Vel... —casi con miedo lo alzo asi ve, la señora que viene a limpiar me acomoda todo bien en la heladera por color y los jugos y botellas en filas—. Mmmm.
—Hay de naranja... Frutilla... Banana... Todas las frutas... Y esta es mi favorita, es de manzana y pera.
—Esa, queo esa.
—Bien, tómala.
—¿Si?.
—Si, saca una, y uno para mamá.
—Ete mamá... —saca uno de naranja y le sonrío a Eva.
—Sabe lo que te gusta.
—Si, es muy inteligente.
—Mami toma. —lo siento en una silla donde le abro la botella de jugo.
—¿Quieres bombilla Jonás?.
—Si faol... —le acomodo y lo ayudo asi puede tomar, voy a la heladera viendo las hamburguesas.
—Aca tengo y son riquísimas.
—No puede comer carne picada Jonás, ni hamburguesas ni en tuco, ni en guiso.
—No tranquila, aca tengo de salmón, tengo dos sobrinos y sé de las comidas porque mi hermana está ahí... —enciendo una plancha antiadherente—. Que no coman esto, que no coman lo otro, entonces me acuerdo.
—¿Cuántos hermanos son?.
—Somos siete. —acomodo seis hamburguesas en la plancha que son las que entran—. Mis dos sobrinos son de mi hermana Oddette.
—¿Es mas grande?.
—Si, por un año, tiene veintinueve y esta embarazada de nuevo. —voy por unos fideos integrales asi pongo a hervir—. El mas grande tiene cinco, el otro tiene dos y ahora es otro nene, mi papá estaba, se viene la nena y no quería que ni siquiera dudemos y llego mi hermana con la eco que era nene, no se enojó ni nada, solo dijo, para la próxima va a ser.
—Wou, que lindo, ¿ningún otro sobrino?.
—No, pero para mi Harley en cualquier momento nos dice, porque Oddi esta con vómitos, y hace unos días dijo que se sentía como si estuviera en los primeros meses de embarazo y ella ya tiene siete meses. —saco unos hongos y huevos para un revuelto—. Asi que capas que tengo otro sobrino dentro de poco.
—¿Y es mas grande que Oddette?, ay, que raro decirlo.
—No, —pico los hongos viéndolo a Jonás que toma jugo viéndome—. Son gemelas, soy el único sin par, todos compartieron la panza menos yo.
—¿Ósea que todos gemelos?.
—No, Harley y Oddi son gemelas, Baram e Ivka son mellizos, son pareja. —tiro la preparación a otra zarter y doy vuelta las hamburguesas—. Fedora y Farik son el otro par, listo, ya esta esto, ¿vamos a poner la mesa hijo?.
—Si. —ponemos la mesa y voy por unas almohadas asi Jonás come mas cómodo—. Mmmm, que ricoooo.
—Mmmm. —acomodo todas las cosas en la mesa, saco una hamburguesa cortándola.
—Bien, vamos a orar y después comemos. —hago una oración rapidito y le paso el tenedor—. Listo, vamos a comer.
—No sabia que orabas, perdón por agarrar las cosas.
—No pasa nada, —no puedo parar de sonreír a verlo comer—. Come re bien.
—Si, bastante bien.
—¿A cuántos meses comenzó a comer?.
—A los cinco.
—¿De verdad?.
—Si, se saboreaba y quería manotear todo, le tocó control y le dije y me dijo bueno, a comer entonces. —le corro el plato asi puede pinchar bien—. Tenia miedo pero comenzó a comer papillas y de a poco agregué cosas mas firmes hasta que ya, comemos de todo.
—Siii, mmm iko.
—Que rico hijo.
—Ezem, hablemos sobre como vamos a seguir desde ahora.
—No sé qué vamos a hablar aun, porque es todo reciente.
—Bueno, yo ya pensé muchas cosas y sé que van a salir mas cosas.
—¿Y qué pensaste?.
—Lo primero es que no me voy a venir para aca.
—Te lo di, no hay truco en esto.
—No Ezem, no voy a mudarme aca, estamos acostumbrados a mi casa, donde es todo lo que conoce.
—¿Quieres una casa entonces?, una casa con patio asi juega, este departamento fue una compra para alguien que no quería responsabilidades de una casa.
—Noo Ezem, quiero que lo tomemos mas calmado.
—No vamos a tomar esto calmado Eva, necesitan un lugar donde vivir y donde yo pueda ir a ver a mi hijo.
—Ese es el tema, no quiero que me alquiles un lugar porque te vas a creer con el derecho de ir y venir y entrar como se te de la gana.
—No me voy a creer nada, por eso vamos a tener nuestros números y te escribo, pero donde tus papás va a ser incómodo, ¿van a permitir que vaya cada día a pasarla con mi hijo?. —tomo un poco de jugo sintiéndome desesperado—. Te aseguro que no voy a pasar por encima de ti, pero no voy a perderme ni un día desde ahora porque quiero una relación mas seria, que me diga papá, poder llevarlo conmigo, que no sé... Ser padre e hijo Eva.
—Déjame pensarlo.
—Solo si voy cada día donde tus papás, o venimos aca, no sé, tu decide.
—¿Y tu novia?.
—¿Qué pasa con ella?.
—¿No le va a molestar que venga?, porque no voy a dejar que mi hijo vaya solo a ningún lado y le puede molestar que este en tu casa.
—No tiene porque molestarle, ella no tiene llave de mi casa, me tiene que avisar cuando viene, y es mi hijo al cual no voy a esconder, a ella la conocí un año después de nuestro encuentro, no hay nada mas que decir.
—¿Vas a defenderlo siempre a Jonás?.
—Obvio que si.
—No te creo.
—No me creas, pero lo voy a defender de quien sea, a partir de hoy mi hijo es mas importante para mi que una mujer.
—Voy a recordarte eso si le fallas a Jonás. —mira el teléfono y veo que responde.
—¿Todo bien?.
—Mi papá dice que donde estamos que no volvemos.
—Dile la verdad, que están aca.
_Les voy a decir en la casa, y sola asi puedo hablar bien con ellos.
—Bien, me gustaría que vayamos por unas cosas para él.
—¿Como qué?.
—Eeemmm, una silla y cosas que usa pero para mi, para tener aca y veo que necesita ropa nueva.
—Tiene ropa.
—Pero no nueva, y comprendo que haces lo mejor y ahora me toca a mi darle lo mejor. —lo ve a Jonás que ya esta medio dormido—. No menosprecio nada de lo que haces, pero ahora llegó mi turno.
—Siempre hice todo lo que pude.
—Y lo agradezco.
—No pude darle algo mejor.
—Lo sé... —me paro antes que ella y lo agarro a Jonás—. Vamos, los llevo a su casa asi hablas con tus papás y en la tarde los busco para salir.
—Me quedaría pero mi papá no va a dejar de llamar.
—Tengo un padre parecido, entiendo... —en el auto lo lleva ella ya dormido y va viendo hacia afuera casi que temblando—. ¿Le tienes miedo a tu papá?.
—¿Qué?, noooo, nada que ver, sino que pienso como decirles que estas y que quieres ser parte.
—Bien, cualquier cosa me llamas, a todo esto... —paro en un semáforo y agarro el celu—. Dame tu número que nos olvidamos. —voy memorizando las calles porque las voy a recorrer a diario de ahora en mas.
—Ahi, donde esta el auto rojo. —veo la casa diciéndome que no es un buen barrio, espero poder convencerla rápido para que salgan de aca—. Aca vivo.
—¿Es de tus papás?.
—No, alquilamos, no es un buen barrio pero los precios en esta zona son mas económicos.
—Ah, ahí te abro. —lo agarro a Jonás asi ella puede abrir el portón—. Piensa bien el salir de aca Eva, no me gusta esto para mi hijo.
—Lo voy a pensar. —abre el portón y me estira las manos pidiéndolo, y siento que no quiero dejarlo, lo miro a su carita sonriendo, es hermoso.
—A la noche vengo por ustedes, asi salimos a comer, también se pueden quedar en mi casa, hay una habitación extra.
—Si, mándame mensaje cuando estés por venir asi nos preparamos. —le doy unos besitos y se lo paso.
—A las cinco estoy aca, vamos a merendar, compramos lo que necesiten, haz una lista de lo que necesites aca, y bueno, yo compro lo que necesite en mi casa.
—A las cinco vamos a estar listos.
—Y voy a hablar con mi tio que es abogado asi hacemos los papeles y te paso una cuota.
—Si, nos vemos. —espero a que entre y me voy donde mis papás, estaciono afuera porque están los autos de mis hermanos, cuando entro es el bullicio de siempre.
—TIOOOOO.
—Eeehhhh. —agarro a Bastián y Benicio viene corriendo enojado, Fedora alza la mano y apunta la cocina y asiento.
—Tiiooo, Basti peo.
—¿De nuevo con los golpes Bastián?.
—Es muy molesto tio, me cansa.
—Aca... —Benicio toca su cara—. Aca peo tio.
—Pero los dos están medio mal, porque tu tienes que dejar de molestar y tu dejar de pegar, dense la mano asi arreglan las cosas. —se dan la mano asintiendo—. Y la cortan los dos porque sino vamos a hablar muy serio los tres.
—Si tio.
—Si tio.
—Ahora vamos que hay rico olor, —lo alzo a Benicio dándole un beso y de la mano con Bastián—. ¿Qué hacen?.
—Mamá hace galletas.
—Uuhhh, que ricoooo, desde que aprendió a hacerlas son lo mas rico que eh probado.
—Si, mamá cocina muy rico, todo rico, ¿viste Beni?.
—Siiii, tooo. —el living es un desastre donde tienen juguetes, galletitas, vasos, los almohadones todos tirados.
—Buenas.
—¿Hablaron?. —voy saludando a todos sin soltarlo a Beni.
—Si, ya arreglamos las cosas como los hombres que somos. —le doy un abrazo a Oddi de atrás y un beso en la cabeza— Esa panza amiga.
—No digas que son dos por favor, mamá toda la mañana lo dijo.
—Pero puede ser Oddi.
—NOOOO, —todos nos reímos cuando se tapa los oídos—. CALLATEEEE.
—Pero si Dios lo quiere asi, no debes renegar.
—No reniego mami ni voy a renegar lo que Dios me mande, pero le hago saber que dos bebés no. —lo siento a Beni en su silla.
—Yo no sé si alguna vez quisiera ser mamá... —todos nos reímos por Ivka—. Papá tuvo un tiro libre no más, —mas nos reímos donde me apunta—. Después dobletes, no sé como vas librándote de eso Oddi, nos pasas la suerte a los demás.
—BASTAAAAA. —Bastián golpea la mesa viéndonos a todos.
—Basta de molestar a mamá, basta.
—No te enojes Basti.
—Siii, me enojo tio, porque mamá dice basta y molestan. —Baram quiere abrazarlo y no quiere—. Basta.
—Listo, no la molestamos mas. —Oddi lo abraza diciéndole algo que lo hace sonreír.
—Mami, ¿y papá?.
—En su oficina, estaba hablando con tu tio.
—Ven mami, tengo que hablar con los dos.
—¿Todo bien?.
—Si, ven asi hablo con los dos. —todos me miran en silencio—. Y después le cuento a todos.
—Vamos... —voy atrás de mi mamá y justo mi papá va saliendo.
—Buenas, ¿ya están las galletitas?.
—Amor, Ezem quiere hablar con los dos.
—Si... —le doy un beso a mi papá que asiente—. ¿Qué sucede?.
—Es algo bastante serio que les voy a contar... —nos sentamos los tres y me miran fijo poniéndome muy nervioso—. Hace tres años, estuve con una chica de la escuela, la última vez la vi fue en mi graduación y no la volví a ver hasta dos semanas atrás que acompañé a Cari a la universidad... La vi de nuevo.
—No entiendo nada hijo.
—¿Sigues enamorado de ella?. —le asiento a mi mamá cuando habla—. ¿No vas a casarte?.
—No se si me voy a casar pero no por mis sentimientos, la vi con un nene...
—Mi Dios Santo. —mi mamá se tapa la boca y mi papá nada, me mira serio.
—Hoy fui a hablar con ella de sopetón porque no me respondía los mensajes, me dijo que si, que es mi hijo y asi lo creo... —les paso el celu donde tengo la foto mía y de Jonás—. Esa ultima vez que la vi estoy seguro que me iba a contar que estaba embarazada y yo no quise hablar con ella. —mi papá le pasa el celu a mi mamá.
—Mi Dios, es igual a ti.
—¿Qué vas a hacer?.
—Me voy a hacer responsable, hablamos en la mañana y si, ahora quiero hablar con Enrique asi me va asesorando y hace todos los tramites, no voy a dejar un hijo tirado.
—Estoy... Aaajjj. —mi papá se tira para atrás fregandose la cara—. Y siempre crei que les habíamos dado una buena salud sexual...
—Papá espera...
—Ya Ezem, —se para viendo hacia la ventana—. Mas vale que tienes que ser responsable, y te voy a decir una sola cosa... —asiento enseguida—. Tu hijo es tuyo, Carina no debe opinar nada, tu esposa es primero y siempre lo decimos, pero tu hijo es tuyo y tiene madre, ¿esta claro?.
—Si.
.
.,
Holis, comenzamos con esta aventura...
Espero me puedan acompañar en los comentarios y votos.
Besitos....
.
.