Entre copas con la luna

16. AMISTADES PARTICULARES

Dos meses después

Oz (17 años)

Llegó septiembre y con ello una invitación para el sábado a la fiesta de cumpleaños de Livi, en estos meses nos volvimos muy cercanos los cinco, Bonny era la loca que nos seguía la corriente a Isma y a mí, mientras que Livi era la razón junto a Marc y los que nos sacaban de muchos problemas. Clyde al comienzo estuvo un poco reacio a nuestra amistad, sobre todo porque la noche del karaoke nos encontró a los cinco durmiendo en la sala de su casa con un desorden fatal, pero Livi intercedió por todos y le hizo saber que estuvo pendiente de que no hiciéramos nada malo, lo cual me alegró al saber que tenía una cómplice en los momentos que quisiera divertirme con su hermana.

En lo s****l, Bonny y yo nos entendimos bien, ella no gustaba del sexo rudo, pero decía que conmigo se sentía diferente, incluso llegamos a tener un trío con Isma una tarde que estábamos en mi refugio, ese día Marc estaba en un compromiso con su familia, así que los dos nos quedamos arreglando algunas cosas, Bonny llegó de sorpresa, nos acompañó con unas cervezas que le sacó a un amigo y nos quedamos hablando, entonces ella soltó de la nada que quería saber lo que se sentía estar con dos personas a la vez, Isma y yo nos quedamos mirando sorprendidos, él sabía que yo había estado varías veces con ella, así como yo supe que ellos estuvieron un par de veces juntos.

No sabíamos si hablaba en serio o no hasta que nos hizo la pregunta directamente, dijo que quería experimentar y la verdad es que nosotros tampoco habíamos estado en una situación de ese tipo. No obstante, al tener los tres tanta confianza decidimos probar obteniendo como resultado unas buenas horas juntos, aprendimos más de nosotros mismos y del otro, incluso me atrevo a decir que desde esa tarde confiábamos más en la amistad tan particular que teníamos.

Igual Isma y yo teníamos claro que jamás íbamos a perder nuestra hermandad por una falda, una mujer no valía todo lo que nosotros vivimos como amigos y hermanos, porque es de esa forma como nos veíamos, incluido Marc, para los tres nuestra amistad es importante y prevalecería por encima de todo.

(…)

15 septiembre

Había llegado el día, Isma y yo trabajamos en un taller y vendiendo algunos animales que cazamos en el bosque al carnicero, recolectamos algo de dinero y compramos un regalo para Livi, era sencillo, pero sabíamos que ella lo quería bastante. Marc por otro lado no quiso venir con nosotros, dijo que nos alcanzaría en casa de los Clyde, lo que fue muy extraño, pero algo nos decía que ese tonto saldría con alguna cursilería para Livi y no quería que lo molestáramos.

Me preguntó por qué sigue con nosotros a pesar de ser tan diferente, Marc es un buen hombre, merece mejores amigos y aun así nos escoge por encima de todo, personas así no son fáciles de conseguir en la vida.

Llegamos a casa de los Clyde, íbamos a tocar la puerta cuando vemos a Marc llegar con un ramo de rosas, una caja de regalo y vestido con una camisa formal, nos observa nervioso, pero Isma y yo tenemos mil preguntas en mente y unas ganas monumentales de reírnos al verlo con todo eso.

—¿Vamos a la misma fiesta o nos perdimos de algo? —pregunta Isma un poco divertido.

Marc balbucea un poco y antes de contestar abren la puerta.

—¿Van a quedarse afuera como tontos o van a entrar?

Como siempre, esa voz de mando en Livi la hace ver provocativa. Hoy tiene un vestido azul claro que la hace ver hermosa, un brillo que resalta en sus gruesos labios y una cola alta con sus risos definidos cayendo en su espalda.

—Feliz cumpleaños hermosa, te ves espectacular.

—Gracias Isma, un encanto como siempre —se dan un abrazo y él deja un beso en su mejilla.

Ante todo, Isma la ha visto como una hermana menor, le tiene un gran cariño y es protector con ella. Iba a felicitarla después que él, pero quise que Marc tomara esta oportunidad, así que me fui a su lado para darle el impulso que le hacía falta, estaba tan nervioso que casi deja caer las cosas, por suerte tomé todo a tiempo y le di una señal para que fuese por ella. Marc toma un profundo respiro en lo que yo presiono sus hombros para que tenga más impulso, luego le doy un empujón a su espalda y él da unos pasos hasta quedar cerca de Livi. Guiñé un ojo a Isma y él dio unos pasos atrás para darles espacio.

—Espero que no te moleste, pero compré esto para ti y… feliz cumpleaños Livi.

Mordí mi labio para no reírme por sus nervios, pero sé que hacía un gran esfuerzo, realmente había sentido un flechazo con ella y aún no se decidía en decirle nada, no estábamos muy seguros de si ella sentía algo por él, pero sí gustaba de su compañía y las charlas que tenían al ser tan compatibles en muchas cosas.

—Gracias Marc, están muy bonitas.

—Son quince, la edad que cumples y también te compré esto, espero que te guste.

Un bello sonrojo adornó las mejillas de ella y su avergonzada sonrisa la delató por completo, con él siempre se sentía cómoda. Abrió el regalo el cual nos dimos cuenta y eran unos zarcillos plateados con forma de corazón, sonrió más y cambió los que tenía por los nuevos.

—¿Qué tal me quedan? —pregunta emocionada a Marc… y nosotros como un cero a la izquierda.

—Bonitos… pero tú eres más bonita Livi —responde sin dejar su tonta sonrisa.

Esa escena estaba saliendo tan romántica que habría cerrado con broche de oro en un beso, pero el viejo grita preguntando quién es y rompe la burbuja de ellos haciendo que los dos queden muy nerviosos al darse cuenta de su entorno por primera vez. Isma y yo solo los veíamos con una gran sonrisa burlona, no porque en verdad nos quisiéramos mofar de ellos, sino que verlos tan nerviosos en ese ambiente era divertido. Para evitar que el viejo los pusiera peor nos acercamos a ellos, Isma tomó a Marc del brazo adentrándolo a la casa y yo me quedé con Livi quien aún sostenía las flores.

—Debo admitir que Marc tiene buen gusto para todo —ella entrecierra sus ojos dándome esa mirada inquisidora que me encanta. —Si vas a mirarme de esa forma mejor que tengas un látigo, feliz cumpleaños nena, te ves hermosa.

La tomé de la cintura con firmeza y la incliné hacia atrás dándole un beso en la mejilla que la hizo reír hasta levantarla nuevamente. Ella reía divertida y negaba con su cabeza por mi acto, pero sabía que al hacer eso la hacía sentir más tranquila.

—Estás loco Oz, pero gracias.

—Tenía planeado darte un regalo con Isma, pero creo que te daré otro más tarde, aprovéchalo bien nena que solo tendrás una oportunidad con Marc —murmuré en su oído, guiñé un ojo y tomé su mano alejándonos con una sonrisa cómplice.

Nos dirigimos al comedor donde Bonny estaba saludando a los chicos y sirviendo las bebidas, ellos le ayudaron a poner la decoración y hablaban divertidos con ella, Livi fue a poner sus flores en agua y yo me dirigí a la cocina donde estaba Clyde decorando una torta.

—¿Quién diría que eres un excelente amo de casa? Hasta a mí me conquistas con esos detalles —dije divertido.

—Sigue soñando, mejor haz algo útil y ven a decorar la torta de Livi que voy a voltear los bocadillos del horno.

—Seguro mamá, lo que necesites.

Con Clyde era divertido bromear de esa manera, siempre buscaba una forma de sacarlo de sus casillas con mis comentarios y él contraatacaba con los suyos. Extrañamente fue el primer hombre que me dio confianza, después de la experiencia que tuve con mi progenitor y el de Isma era suficiente para odiar a los adultos, pero Samuel Clyde era un hombre correcto, siempre velaba por la seguridad de sus nietas y hasta la nuestra.

Una vez teníamos todo listo, Livi nos pidió que nos reuniéramos en el comedor para tomar unas fotos, Clyde preparó la cámara y tomó varias fotografías de nosotros, yo tomé otras con él junto a sus nietas y luego preparé la cámara en un buró para tomar una con todos. Cantaron el cumpleaños a Livi, apagó las velas muy feliz, repartieron la torta y comimos entre risas, era algo sencillo, pero muy significativo para todos, en especial, porque Isma y yo habíamos pensado no celebrar nuestros cumpleaños después de lo ocurrido, en mi caso porque nunca celebré uno en mi vida y a él porque le resultaba doloroso al recordar a su madre, quien era la única con quien compartía los mejores momentos de su vida.

Caído el atardecer, hablé con Isma para que distrajera a Bonny en lo que yo me encargaba de Clyde, él sabía mis intenciones y estaba a favor de darles un empujón a ese par de tontos a ver si al menos lograban dar ese beso que tanto querían.

—Nena, necesito que vayas a la tienda para comprar algunas cosas —dije a Livi asegurándome que Clyde no escuchara.

—¿Es mi cumpleaños y me harás ir a la tienda?

—Tranquila que no irás sola, Marc te acompañará y cargará las cosas por ti —él se sorprende volviéndose un manojo de nervios al saber que estaría solo con ella. —Sé una buena chica y cuida de mi hermano, es un buen hombre —susurré en su oído. —y también aprovecha mi regalo de cumpleaños nena que esto no se ve todos los días.

Le hice una señal con mis ojos para que se fuera con él y ella lo tomó de la mano muy feliz, al parecer también deseaba lo mismo.

Volví a la cocina para ayudar a recoger las cosas y limpiar todo con Clyde, de esa manera no estaría husmeando ni arruinaría el plan que hice con Isma. Nos tomó unos quince minutos terminar de organizar todo, él salió al patio invitándome a estar con él, algo raro ya que nunca hacía eso conmigo, pero tampoco me negué, los chicos no habían regresado y quería que este día fuese excelente para ella, así que por esta vez me tragaría las tonterías del viejo.

Tomamos asiento y me entrega una cerveza, a lo que me quedo mirándolo inquisitivamente con los ojos entrecerrados.

—Deja de verme así y recibe, tampoco es tu primera cerveza.

—No, pero si eres tú quien me la entrega sospecharé de su contenido —suelta un bufido y la deja sobre la mesa que está entre nosotros.

—Tómalo como una ofrenda de paz por hoy.

—¿Samuel Clyde siendo amable conmigo? Dime que no sacarás un anillo de compromiso o llamaré al manicomio para que te encierren.

—Eres un idiota.

Ambos reímos un poco y nos quedamos mirando al cielo en silencio, bebemos nuestras cervezas y entonces él nos saca de ese momento tan… no sé ni cómo describirlo.

—Gracias por venir Oz, significa mucho para mis nietas y para mí que estén aquí.

—Viejo no me acostaré contigo, no eres mi tipo.

—Lo digo en serio Oz.

Nos miramos fijamente percatándome que en realidad no está bromeando, su mirada es muy seria, como si esto fuese importante para él.

—¿A qué se debe eso? —pregunté un poco serio.

—Antes que ustedes aparecieran mis nietas, pero especialmente Bonny, estaban pasando por una faceta rebelde, la pérdida de sus padres las hirió profundamente y cambiaron bastante, cuando recibí la llamada de ella esa noche y me contaste lo ocurrido fue un duro golpe para mí, sentí que le había fallado a ella, a mi hijo y mi nuera.

—¿Por qué me dices todo esto?

—Así como señalamos lo malo en los demás, también hay que agradecer las buenas acciones que llegan a nuestras vidas y más cuando vienen de las personas menos esperadas.

—Viejo, no necesitas decirme esto, tampoco es como si nos pagaras por estar aquí.

—Lo sé y es lo que más les agradezco, que estén siempre con ellas y les permitieran reír otra vez con sinceridad, Bonny es muy alocada, pero con ustedes se siente confiada y sabe que nada malo le pasará —da otro sorbo a su bebida y aclara su garganta. —Livi por otro lado consiguió amigos que se preocupen por ella, siempre fue una chica solitaria y la lastimaron de niña al burlarse de ella en la primaria.

—No lo sabía, ella nunca nos dijo eso.

—No me extraña, es algo que prefiere olvidar, pero al verla con ustedes me doy cuenta que en verdad es feliz, confía en los tres y se siente más segura de sí misma. Por eso le agradezco a los tres que llegaran a la vida de ellas.

—No fue lo que me pareció aquella noche que dormimos aquí.

—¿Qué habrías hecho si encuentras durmiendo en la sala a tus nietas con tres idiotas que pueden llegar a lastimarlas? ¿Acaso no habrías sacado una maldita escopeta? —hice un gesto con mi rostro dándole la razón y bebí mi cerveza. —Oz, ¿qué les parecería a Ismael y a ti mudarse con nosotros?

…¿Qué mierda acaba de decir?...