143. EXTENTIENDO EL VIAJE

2561 Words
Estos días fueron la crónica de una muerte anunciada para mí con ese par quienes se han convertido en un verdadero dolor de cabeza, ni siquiera mi hijo me dio tantos problemas como ellos aun con sus silencios los días en los que Danna estuvo inconsciente. Para empezar; la pequeña inglesa no se recuperó sino hasta el tercer o cuarto día tras darle parte del medicamento de Travis, claro que no le di el mismo como tal, sino que preparé la base y tras los exámenes que hice al dúo dinámico logré aumentar sus defensas, así como también cambié la dieta de ella para reforzarla en vitaminas y minerales. La mayor dificultad fue que debió permanecer con oxígeno ya que el cáncer estaba atacando sus pulmones, un avance que pude apreciar en los exámenes que se hicieron el día que llegué, sin embargo, hoy se suponía que debía estar empacando para volver a Princeton con los Clyde y más porque dentro de poco volvería a la universidad, pero Danna no estaba lista para dejarla en un mar de incertidumbre respecto a su salud, el hecho de que hubiese una mejoría en tan pocos días no era un sinónimo de que estaba en óptimas condiciones y eso complicaba más la situación para mí. Al menos me alegraba que Travis tuviera un buen contacto con los chicos del CIS, se divertía con ellos en lo que Danna despertaba y después se quedó acompañándola, incluso le ayudaba sosteniendo su bebida o le daba de comer en la boca, nunca faltaba el desorden, pero ambos se divertían mucho haciéndolos inseparables, a su vez que el verlos juntos me hacía feliz. —Los extrañará bastante ahora que se irán —comentó Steve quien los ve al igual que yo por el ventanal del pasillo. —Lo sé, pero no teníamos programado más que una semana de estadía —respondí neutral. —¡Oz! —llamó Lawrence en lo que se acerca a nosotros. —¿Por fin se pusieron de acuerdo en algo e intentarán convencerme para que me quede aun cuando mi carrera peligraría? En el fondo sabía que no era el caso considerando la conversación que tuve con el director la última vez que nos vimos, pero ellos no lo sabían. —No puedes irte ahora Oz, mi hermana te necesita al igual que nosotros —reclamó Steve. Era evidente la impotencia de ambos. —Igual hablé con Derran y dijo que no tendrías problema alguno en quedarte si respondías por tus trabajos después o demostrabas aquí tus avances siendo eventualmente avalados por el personal médico, ya que algunos de ellos son catedráticos en algunas universidades de Zúrich. —Entonces parece que todo depende de si quiero quedarme o no. Muy tranquilamente me separé de la pared y comencé a caminar para dar un paseo en el jardín interno que había en el CIS. —Oz… —Ahora no cariño, papá necesita estar solo —interrumpí a Lawrence a sabiendas de lo que diría. —No puedes irte y abandonar a mi hermana cuando más te necesita. —Creo que entre los dos pueden cuidarlos en lo que papá va por unos cigarrillos, necesito alejarme de ustedes antes de que los asesine o termine en un maldito psiquiátrico después de soportarlos una semana entera. —Mi hijo tiene razón Oz, no puedes irte ahora —recriminó Lawrence omitiendo mis palabras. —Tú y yo tenemos un acuerdo Borson y sabías perfectamente mis términos el día que firmamos ese contrato, porque aun si tu hija o mi hijo llega a morir, yo no puedo descuidar mi vida y mi carrera por uno de ellos dos —contesté firme rayando a lo déspota dejándolos atónitos. No dije más y me alejé del lugar disfrutando al fin de mis preciados cigarrillos, los cuales han sido una maldita molestia encontrar en esta ciudad, prácticamente me tocó comprarlos por contrabando a un imbécil que quiso dárselas de vivo porque yo era extranjero, pero no contaba con que ese día estaría bastante estresado por culpa de junior y senior, mis voces mortificándome como siempre y el estrés de saber que Danna no mejoraba, así que le di una buena golpiza que lo hizo recapacitar. Ante la difícil encrucijada tomé la decisión de llamar al director Derran mientras seguía disfrutando del pirata en tan pacífico jardín, varios del personal médico y hasta personas del común se molestaban porque me tomaba atribuciones que no me correspondían, pero poco me importaba. Tras llegar a un acuerdo con Derran llamé a casa para saber cómo iba todo y le comenté a Clyde lo ocurrido, quedando al final en la misma incertidumbre que yo al tener en consideración todas las partes. —¿No crees que quedándote podrías tener mayores probabilidades de avanzar en la investigación al tener más recursos? De todas formas, Borson está dispuesto a justificarte frente a la universidad y Derran avalará tus estudios en Suiza. —Lo sé viejo, pero mi problema es Travis, no puedo dejarlo aquí tanto tiempo y menos si tengo que meterme en un laboratorio todo el día, sabes que no confío en nadie. —Oz… —maldita sea, va a empezar… —esta llamada no era para contarme cómo iba tu semana, ¿no es así? Es para pedirme que vayamos a Suiza —soltó jocoso, hasta imagino al idiota sonriendo petulante. Tantos años viviendo con este infeliz y todavía no puedo doblegar mi ego, menos cuando se pone de arrogante el muy maldito al saber que necesito algo de él. —Podría decirte que vinieras únicamente tú para que Livi no tenga que faltar a clases, pero no sé qué opine ella al respecto o si estés dispuesto a dejarla sola quizás por más de un mes. —¿Tanto tiempo? Creí que a lo mucho sería una o dos semanas. —Desgraciadamente no, ahora que estoy aquí puedo sacarle provecho al viaje al estar tan cerca de todo lo que he necesitado y avanzar con el diagnóstico de Travis bajo cuerda. —Y también el de Danna… —recalcó. —No uses ese maldito tono conmigo Clyde, bien sabes que aun cuando ellos tengan el mismo tiempo de cáncer no poseen el mismo diagnóstico, y es justo eso lo que quiero eliminar cuanto antes de Travis. En medio del tormentoso silencio que se hizo por parte de ambos, siendo únicamente las profundas exhalaciones lo que se escuchaba de cada uno, encendí otro cigarrillo con la colilla que tenía y di una profunda bocanada. —Deberías dejarlo, no vaya a ser que seas tú el próximo paciente —comentó preocupado y ladeé una sonrisa. —Sería una ironía muy grande. —Oz, no soy experto en la materia ni soy brujo, pero tengo el presentimiento de que tienes otra carta bajo la manga. ¿Me equivoco? —me acosté en la banca viendo el cielo azul. —No, hablé con Derran hace poco llegando a un acuerdo para que aprobara un intercambio estudiantil con Livi aquí en Suiza, claro que tendría que quedarse hasta mitad de año, pero le avalarían varias materias y sabes que eso pesaría bastante en su futuro —él ríe y yo me contengo, mas no evito ensanchar mi sorna sonrisa. —No me extraña viniendo de ti. Ahora te pregunto, ¿esta llamada es para avisarnos que ya tienes los tiquetes o para intentar convencernos de ir? —Digamos que es un cincuenta y cincuenta, sabes perfectamente que mi hijo no es su responsabilidad y ustedes no está obligados a nada, pero sí me quedaría más tranquilo al saber que ambos estarán con él. Lo imagino colocando su estúpido semblante victorioso al saber que de nuevo me tiene en la palma de su mano. —¿Cuándo viajamos? Sé que esto no saldrá de mi cabeza, pero aun así odio admitir que me alegró escuchar su pregunta hecha con tanta felicidad. —En tres días, sus pasaportes y demás papeles están en mi habitación y si necesitan algún permiso especial solo debes avisarme con anticipación. —De acuerdo, dejaré todo listo y pediré a algunas personas que se queden al pendiente de la casa, también le avisaré a Bonny y los chicos para que no se preocupen. —Está bien, en una hora te envío la confirmación de los tiquetes para que los busques en la agencia y dile a Livi que hable con Derran para hacer el papeleo correspondiente. —Así lo haré. (…) Tres días después En compañía de Borson recogí a Livi y Clyde quienes aparecieron con varias maletas, pero a diferencia de mí tomaron un vuelo directo a Zúrich siendo más cómodo su viaje, esto, tras chantajear a padre e hijo para que lo hicieran de esa forma o tomaría el primer avión junto a Travis directo a Princeton, también pedí a Clyde que trajese una enorme caja con mis cigarrillos, mis reservas de Jack y la caja fuerte que me hizo Isma conteniendo documentos importantes y la medicación experimental. Fuimos primero a la casa donde ya estábamos instalados Travis y yo, dejaron las maletas y partimos al CIS. Durante los últimos dos días comprobé por qué Borson me trajo primero con Danna (siendo una chiquilla muy persuasiva) y en este caso quería conocer a Livi y Clyde, lo peor fue que quiso chantajearme usando a Travis a su favor, así que la dejé ganar esta vez para aprovechar esa carta más adelante cuando su padre y/o hermano me sacaran de mis casillas. Llegamos a la habitación de Danna quien estaba con Travis y Steve jugando y, así como hizo conmigo, ella les da una muy cálida bienvenida a ambos mientras mi pequeño se lanza en brazos de Livi con enorme felicidad comprobándome que tenía razón, él no soportaría estar tanto tiempo lejos de ellos siendo tan pequeño. Samuel Livi abrazaba muy fuerte a Travis mientras lo llena de besos y viceversa, entretanto, me presenté con los hermanos Borson. —Me han hablado mucho de ti jovencita, pero se quedaron cortos con tu belleza —adulé a Danna quien nos veía muy atenta y emocionada. —Gracias, pero no es necesario que lo diga señor Clyde, sé que no es verdad —contradijo con mucha madurez, aunque al ver a Oz voltear sus ojos me dio a entender que era muy propio de ella responder eso. —¿Y por qué no? Creo que mi abuelo tiene razón, eres muy hermosa —dijo Livi. —Ninguna niña es bonita con cáncer y sin cabello —tanto su padre como su hermano se tensaron bastante y Oz veía la escena en silencio mientras que Livi y yo seguimos hablándole con mucho cariño. Con el transcurrir de las horas fuimos conociéndolos, pero más que nada la convivencia en la familia que evidenciaba serios problemas entre ellos, igual no hicimos comentario alguno y solo de vez en cuando veía a Oz quien silenciaba sus opiniones. Después de la cena nos despedimos para ir a descansar, aunque Danna nos invitó a pasar el día siguiente con ella si así lo queríamos, invitación que no rechazamos haciéndola muy feliz. Llegados a casa junto a Steve, ya que Lawrence se quedó con su hija, nos arreglamos para ir a dormir, pero antes de eso me quedé en la sala viendo el panorama de la ciudad. —Creí que serías el primero en dormir —di la vuelta señalándole a Oz el sofá para sentarnos. —¿No puedes esperar hasta el desayuno para regañarme? —¿Por qué estuviste tan callado hoy? —No tenía nada qué decir y ustedes eran los recién llegados. —¿De verdad me saldrás con esa respuesta tan patética? —ambos reímos y él sirve un whisky para ambos. —Prefiero que tú mismo te des cuenta de todo y ya después harás tu truco de magia sobre esta familia. —¿Y qué ganas de esto? —Hacer feliz a mi prometida —respondió con cierta obviedad, pero sé que algo se trae entre manos. —Por eso querías que viniera, ¿no es así? No es solo por Travis. —Sabes que mi hijo es primero, pero ese par cada día dificulta más mi trabajo y agotan mi paciencia, necesito a alguien que los ponga en cintura de la forma en que yo no puedo hacerlo. —¿Danna te lo pidió? —No. Solo haz lo tuyo Clyde y encárgate de esos dos, haz tu obra del día con esa familia y facilita mi trabajo para ayudar más rápido a mi hijo. —Respóndeme la verdad, ¿esto lo haces por ti, por tu hijo o por ellos? —Tengo mis propios planes y no puedo ejecutarlos si ese par están discutiendo todo el maldito día mientras se pasean en mis hombros como buitres. —¿Y qué hay de Danna? Porque no me dirás que ella te es indiferente —esquiva su mirada quedando en silencio y da un trago. —Ella es otra que sabe fastidiarme, pero es el mejor recurso que tengo en el momento para obtener lo que necesito de los Borson. —¿Qué quieres hacer mientras estemos aquí? —Quiero adentrarme al laboratorio para obtener algunos insumos y también deseo trabajar en otros proyectos con los que no he podido avanzar por falta de recursos, mismos que se encuentran en las instalaciones. —Es peligroso, si te descubren robando… —No lo harán, sé cómo manejar a los Borson, pero necesito a alguien que los controle por mí cuando tenga que estar a solas, el mejor momento para trabajar es en las noches cuando no hay nadie y sé que Lawrence de vez en cuando trabaja allá mientras su hija duerme. Era un riesgo bastante alto para todos si llegaban a descubrirlo, pero él se veía muy seguro y sé que Oz no es de los que improvisa cuando se trata de cosas importantes, realmente se tomó el tiempo de evaluar su entorno, lo que me deja en claro por qué quiso que nos quedásemos medio año. —De acuerdo, pero quiero que me mantengas al tanto de todo, sin secretos ni mentiras, necesitamos saber todo lo que ocurre en caso de algún imprevisto. —Está bien, pero no le digas nada a Livi, ambos sabemos que ella es más fastidiosa que tú cuando se trata de hacer lo correcto. —No te preocupes, algo me dice que ella se apegará bastante a Danna y sabes que tampoco dejará a Travis de lado. —Esa es justo la idea —ladeó una perversa sonrisa que conocía a la perfección. —Entonces vamos a descansar que a partir de mañana tendremos mucho por hacer. —Clyde… —llama antes de que me levante, aunque son sus silenciosos segundos los que me desconciertan con su neutral semblante. —Gracias por venir y más por ayudarme con esto pese a no estar de acuerdo. —Me alegra que comprendas mi punto de vista sin decírtelo, pero no tienes nada qué agradecerme Oz, tú y Travis son mi familia y ustedes están primero para mí. No sabría explicarlo, pero hubo algo en su mirada que me hizo recordar la fotografía de él cuando era un niño, solo que estos ojos del ahora tenían más esperanza que los de aquel pequeño.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD