169. THOMAS BROWN

1936 Words
Marcus No sabía qué me atemorizaba más, si el silencio de Oz o su cara de desconcierto por mis últimas palabras. Él se levantó repasando las manos en su rostro y cabello tratando de asimilar la noticia, pero parecía no querer aceptarlo… igual que yo no pude hacerlo cuando me enteré. —A ver, vamos en orden: ¿Quién mierda es Mara y por qué coño tienes un hijo del cual no sabía nada con ella si se supone que estás con Livi? Es más, ¿ella sabe de esto? —con gran culpa, negué. Oz tomó una silla arrojándola contra la pared, sentí que era a mí a quien quería dar y lo tendría bien justificado de haberlo hecho. —¡Controla tus malditas voces y escúchalo, no es lo que estás pensando! —riñó Isma tratando de domar a la fiera frente a nosotros. —¡No sabes ni qué mierda estoy pensando así que cállate! Pero tú, Jhonson, será mejor que hables de una maldita vez. Tomé la cajetilla y extendí un cigarrillo a cada uno volviendo a encenderlos. —Te dije que necesitarías bastantes porque la historia es larga. (…) Flashback —Señor Cobbs, no dudo de sus habilidades para reconocer el talento, pero vuelvo y digo, no tengo mucha experiencia y todavía estoy en la universidad, ni siquiera me interesa este mundo o lo que hagan en él, tan solo quiero terminar mi carrera, casarme y formar una familia, soy un hombre muy simple. —Y es perfecto —colocó su mano en mi hombro presionando fuerte. —Lo único que quiero es que sigas haciendo lo que haces, ni más, ni menos. —¿En verdad no tendré que usar un arma? —No, pero sí deberás tener mucho cuidado con las cuentas, sabes lo delicadas que son ¿No es así, Clift? —en lo que él seguía retorciéndose de dolor, Cobbs reía. —Está bien, pero tengo mis condiciones. —Te escucho —respondió levantando sus cejas. —No asesinaré a nadie, no quiero que me involucre en ningún asunto que tenga que ver con eso, tan solo trabajaré como un oficinista más y ya. También terminaré la universidad y por nada del mundo debe intervenir mi trabajo con esta, me haré cargo de los horarios para responderle a usted así no tendrá nada de qué preocuparse y… Quería saber qué tanto sabía él de mí, pero por ahora lo mejor era apegarme a lo que sabía Clift. —¿Y? —insistió. —Requiero de acceso a todos los documentos si quiere que lleve un mejor orden de todo —él y sus hombres se burlaron por mi última petición. —Quizás parezca gracioso para ustedes, pero la forma en que Clift lleva las cuentas hace que todo sea más caótico al momento de trabajar, a no ser que haga la contabilidad de algo más. De igual forma, solo trabajaré para usted máximo un año. —Me agradas, en verdad me agradas, muchacho —dio un trago a su bebida sin borrar su sonrisa. —No tengo problema con las dos primeras condiciones, es más, por mí es mejor que continúes tu carrera, así me ayudarás a llegar más lejos, respecto a la tercera no será tan sencillo, la confianza es algo que se gana; no se obsequia sin más y en cuanto a la última, me negaré por completo. —Pero… —Jhonson, llevo trabajando en esto desde que tenía quince años, antes de eso las calles me criaron, me dieron de comer, aprendí las lecciones más importantes para sobrevivir y vi cada integrante de mi familia morir… —se inclinó intimidante abriendo sus ojos igual que un león. —Yo mismo asesiné a un par de ellos, no imaginas cuánto me rogaron para que no lo hiciera… —pasé saliva con dificultad. —Señor Cobbs… —Trabajarás para mí hasta finalizar la carrera y después de eso veremos qué hacer contigo, por ahora quiero presentarte a alguien —hizo una señal y trajeron a un hombre de traje que tenía un maletín, estaba tan nervioso como yo. —Marcus Jhonson, él es Thomas Brown. Thomas lleva un tiempo trabajando conmigo y es tan bueno como tú, quizás puedas aprender algo de él. Estrechamos nuestras manos evidenciando el nerviosismo en cada uno, lo que me dio a entender que estaba en la misma situación que yo o peor, pues él era un hombre rubio de treinta años, parecía venir de una buena familia clase media que terminó en el mismo agujero por culpa de alguien… Solo espero que no lo estén amenazando al tener secuestrado a alguno de los suyos. Fin del flashback Una vez comencé a trabajar directamente para Cobbs, mi vida se convirtió en un caos insufrible, no podía salir sin ver a sus hombres, debí tener cuidado para verme con Isma e incluso al llamar a Livi, ya que después de hablar con ella solía marcar a varios números al azar y desde diferentes puntos. También creí que trabajaría solo, pero extrañamente Cobbs me ordenó continuar con Clift, ante esto, no cambié mi modus operandi excepto porque era más cauteloso al guardar los documentos entre los papeles de la universidad y respecto a Brown, nos veíamos dos veces a la semana junto a Clift y Cobbs para rendirle cuentas a este último. Así, el tiempo siguió su curso, trabajaba en completo silencio haciéndome cargo de la contabilidad y finanzas de las empresas asignadas mientras Clift se la pasaba de fiesta en fiesta, me recordó tanto a los días en la escuela cuando los populares me obligaban a hacer sus tareas para que no me golpearan. Pero si algo más aprendí de Oz es que se trabaja mejor solo y en silencio, así que no llamé la atención de nadie, me gané la confianza de Cobbs con los meses y me hablaba lo necesario con sus hombres. Fue entonces cuando en diciembre, una semana antes de las fiestas, me reuní con Brown como siempre y al revisar los documentos que me había entregado encontré algunas cifras que no coincidían. Después de tanto tiempo trabajando en esto conocía bien los movimientos y cómo maquillarlos, pero esto se veía más como un error adrede. Flashback Saqué los papeles correspondientes a su cuenta, tomé la carpeta donde guardaba las mías y comencé a compararlas encontrando las fallas en la suya. —Brown —murmuré evitando alertar a Cobbs y sus hombres que estaban cerca de la oficina. —¿Revisaste bien estas cifras? —Sí, ¿por qué? —Dime la verdad, ¿estás trabajando con alguien en la policía? —No… cla-ro que no —respondió nervioso. —Brown, tienes varios errores y esto hará que descubran a Cobbs, pero si él se entera cómo lo descubrieron sabrá que fuiste tú —el pobre tembló hasta las pestañas y sollozó desesperado haciéndome sentir peor. —No, él no puede saberlo, yo… lo hice bien, sé que lo hice bien… Dios, si él se entera que fui yo, asesinará a mi familia… Odio admitirlo, pero Oz tiene razón, soy un sentimental hasta los cimientos y ver al pobre hombre desdichado frente a mí me conmovió demasiado. —Cálmate o llamarás la atención. Por ahora necesitamos corregir estas cifras cuanto antes para que él no se percate de nada y será mejor que tengas cuidado, escuché que tiene hombres en la policía. —¿Qué…? ¿Sabes sus nombres? —No, pero es mejor que no continues arriesgándote —soy un imbécil, pareciera que no aprendiera de mis errores, pero al menos espero que valga la pena y no ocurra nada malo con él. —Pase lo que pase no digas nada y de ser necesario sígueme la corriente, por ahora cálmate, toma un poco de agua. Fui hasta los archivos buscando los documentos de la semana pasada, organicé todo en la mesa y comencé a revisar cada hoja. Si algo nos había ordenado Cobbs era no llevarnos ningún documento oficial, así que solía memorizarlos y creaba una copia al llegar a mi dormitorio la cual enviaba a Isma a través de un tercero con las indicaciones correspondientes, le inventé una excusa rápida que él creyó y guardó todo bajo llave. —Me informaron que tomaste las carpetas de la semana pasada ¿Hay algún error? —la inesperada voz de Cobbs nos dejó nerviosos, pero debía controlarme si quería que siguiera confiando en mí. —Hay una irregularidad y por eso preferí darles un vistazo antes que se enviaran a la oficina de correos, sabe que el gobierno detalla hasta las comas. —¿Y de quién fue la irregularidad? ¿Acaso fuiste otra vez tú, Brown? —Thomas palideció como si tuviera la muerte misma frente a él al ver el arma en la cintura de Cobbs. —No, quizás el error fue mío o tal vez un recibo estaba mal, por eso quisimos revisar otra vez —intervine. —De no ser por el señor Brown, podríamos habernos metido en un problema y no creo que quiera de esos como regalo de navidad ¿O sí, señor Cobbs? —Lo has hecho muy bien hasta ahora, Jhonson, ni un solo error ¿No estarás cubriendo a Brown? —No tengo motivos para mentirle, solo hago mi trabajo y de ser posible desearía terminarlo pronto para viajar y ver a mi familia —nos miraba inquisitivo como pensado a quién asesinaría primero. —Solo es una revisión, no hay nada de malo en ser precavidos y creo que esa lección la aprendió a las malas hace años, según recuerdo —comenté entre neutro y tentador al haber escuchado algunas anécdotas de él mientras trabajaba. Era como si Oz e Isma hablaran a través de mí provocándome un profundo miedo al no reconocerme, pero si debía dar esta imagen para sobrevivir, entonces así sería. —De acuerdo, ni un error o no les gustará su regalo este diciembre —se fue dejándonos a solas. —Gracias por no delatarme. —Gracias por no decir que te cubrí o no estaríamos contando el cuento. —Jamás quise entrar en esto, pero no tuve elección y ahora menos porque él me tiene amenazado con asesinar a mi esposa, ni siquiera le importa que esté embarazada. Brown sacó unas fotografías de su boda, ella parecía de la misma edad que él, es hermosa y se ven muy felices juntos, incluso había una más reciente donde se veía su abultado vientre. —Felicidades ¿Cuánto tiene? —En febrero nacerá mi pequeño Robby —contestó con gran ilusión. —Ha sido nuestro sueño desde hace años y ahora por mi culpa… Yo podría ser él, ese podría ser mi futuro si pisaba en falso y podrían ser Livi y nuestro hijo los que llegarían a peligrar si no actuaba con cautela e inteligencia… y quizás hasta con malicia. Fin del flashback (…) —Marc, me has hecho perder la paciencia como nunca en pocas horas —dijo Oz en lo que servía un trago. —¿Por qué mierda me estás hablando de él en vez de Mara? —Porque debo contar las cosas en orden para que me comprendas bien al final. —¿Y en qué punto aparece ella? —En parte podría decir que apareció ayer, pero no es exactamente así. —Isma, dime que tienes más alcohol antes de que termine el trabajo por Cobbs. —Suficiente para pasar la noche —Isma abrió su morral enseñándole cuatro botellas más de Jack. —¡Excelente! Entonces continúa.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD