bc

Caperucita

book_age16+
120
FOLLOW
1K
READ
badgirl
others
bxg
icy
city
like
intro-logo
Blurb

Sé que has escuchado el cuento de caperucita una y otra vez, quizá en todas ellas solo es una niña inocente y el lobo siempre es el malo, pero ¿te has planteado que quizá el lobo fue el abusado y maltratado? ¿Qué tal si ella lo engañó y utilizó para su propio beneficio? Detrás de una pequeña capa, se esconde la verdad.

chap-preview
Free preview
Érase una vez
Érase una vez una niña muy extrovertida y llena de picardía que vivía con su madre en un país muy muy lejano donde los tulipanes crecían gratamente y todo era hermoso, bueno, en realidad vivía en Los Ángeles- California. Los Ángeles es la ciudad más importante de California, aunque no es la capital del Estado Federal. De todos modos, es la ciudad más grande de California y, la segunda más grande de los Estados Unidos en densidad de población. Su madre era costurera, pero no ganaba mucho, solo lo suficiente para sobrevivir, tras el engaño de su pareja quedo a la deriva, sin embargo, su hija le dio la fortaleza suficiente para seguir, aún no nacía, pero por ella haría lo que fuera; incluso lo que se saliera de sus manos, aunque no lo quisiera ella era un bonito recuerdo del hombre que amó, aun no creía que se fuera con otra mujer si se amaban tanto, quizá el amor se acabó, nunca supo que sucedió en realidad, pero no permitiría que su hija padeciera por alguien tan irresponsable como él aunque no podía culparlo del todo después de todo el hombre no se enteró que ella estaba embarazada cuando se marchó, ella tampoco hizo nada para decirle, después de la decepción que se llevo cuando lo vio en un restaurante con otra mujer muy acaramelados, entendió sus razones para irse, ya no la quería, quería a otra persona, o en su defecto ella era la amante con la que había jugado por largo tiempo, lo mejor para su hija era decirle que su padre estaba muerto y así lo hizo. El día en que su hija cumplió ocho años, le diseñó una hermosa capa roja y se la dio como regalo.  —¡Qué capa tan hermosa! —Exclamó la niña contenta—. Gracias, gracias, gracias, ma. Te prometo que siempre la llevaré puesta. Y así fue, todos los días la niña salía vestida con su flamante capa roja, sus vecinos la miraban con gracia y ternura, la niña era un angelito para ellos, así que a veces mientras su madre no estaba la cuidaban, la niña era bastante educada y por lo general le ayudaba a sus vecinos, la llamaban “Caperucita” de cariño, sí, como el cuento infantil, era muy agradecida y juiciosa; al ver trabajar tanto a su madre no quería causarle problemas ni preocupaciones, así que a medida que crecía hacia lo posible por sacarse las mejores notas, no tenían muchos lujos pero tener el apoyo de su madre era suficiente, ella era una heroína para su hija, le dolía mucho que en toda su vida no pudo compartir con su padre pero esto era apaciguado por el amor y dedicación que su madre le brindaba pasaron los años y progresaba en sabiduría  y hermosura; su largo cabello n***o no pasaba desapercibido, se ganó una beca para estudiar en una de las mejores escuelas privadas de los ángeles: BRENTWOOD SCHOOL, hasta ese momento todo iba bien, la fallas comenzaron cuando se despertó una curiosidad incalculable en ella, ver a los padres de sus compañeros recogerlos alegremente la llenó de preguntas, en todo lo que llevaba de su vida su madre jamás hablaba de él, sí, estaba muerto, pero no había ninguna foto de él, era como si hubiese desaparecido y aunque varias veces había tratado de preguntar su madre siempre le respondía  —Hija, él falleció. —Pero ¿Cómo? ¿De qué? ¿Por qué nunca hablas de él conmigo?   —Hija, sabes lo doloroso que es, confórmate con saber que era un buen hombre, uno honorable y te hubiera amado infinitamente —¿Y las fotos? —Ya te lo he dicho se perdieron en el trasteo cuando llegamos aquí —Ojalá estuviera vivo, sería genial ¿no crees?, todos juntos como familia —Sí… sería genial como tú dices De nuevo su madre evadía el tema, —seguro perder a la persona que quieres es muy difícil —Pensaba ella y prefería dejarla en paz, suficiente con el trabajo. Un día mientras ella dormía escuchó ruidos en la cocina, era su madre, sin embargo, le pareció extraño generalmente ella no se levantaba a esa hora o eso suponía, se acercó y la escuchó hablando por teléfono —Sí, mamá tu nieta está bien —Yo también estoy bien mamá, no te preocupes —Solo estoy un poco preocupada, Maleny últimamente a preguntado mucho por su padre… —Le he dicho lo de siempre no quiero que sufra —No creo que sea el momento para contarle la verdad, no quiero que cambie la imagen que tiene de su padre —Sí, mamá no quiero hablar de eso, sabes cuanto me ha costado seguir adelante después de lo que sucedió. —Sí, ya sé que no le dije, pero ¿para qué? Igual ya tenía a otra mujer —¿qué? ¿una explicación? No, mamá, simplemente se largo con otra y ya, mi hija nunca ha necesitado de él y no pretendo que lo haga —Sí, sí, sé que en algún momento se puede enterar, pero no creo que sea por ahora, Male está bien sin él y así va a seguir, ¿no ves lo aplicada que es? —Sí, yo le doy tus saludos y le diré que te visite —Está bien, mamá, descansa, gracias por llamar La mujer colgó el teléfono para luego sentarse agotadamente un rato en el comedor, lagrimas recorrieron el rostro de la chica, toda su vida era una mentira, su madre en quien confiaba ciegamente le había mentido toda la vida, no importaba el por qué, le había mentido, todas esas veces que le preguntaba y no contestaba esa era la razón de evadir los temas, por eso no la miraba a los ojos y se ponía a la defensiva, lo que mas le dolía no era precisamente que no le contara que su padre estuviese vivo, sino las circunstancias en que todo ocurrió, ya estaba en la edad de saber las cosas, ya era una chica grande, ¿por qué esconder eso? Seguramente le diría que, para protegerla, pero ¿de qué? ¿del dolor? ¿de saber que su padre ni si quiera sabia de su existencia porque ella no tuvo la decencia de decirle? Y ¿Qué tal si él si la quería en su vida? ¿Qué tal si no tuvo la oportunidad de elegir? Aunque su madre no la necesitara, ella si quería y necesitaba una explicación, corrió hacia su cuarto y se encerró, no quería ver a su madre, esa noche su almohada terminó empapada con el mar de lagrimas y los gritos ahogados que la condenaban por saber la verdad. La mujer en la cocina lloraba de desolación a pesar de los años no superaba lo sucedido con el padre de su hija, todos esos años y no comprendía las razones de su traición , quizá su madre tenia razón al decir que debió esperar una explicación y no huir, pero así era mejor, no quería escucharlo diciendo que se había acabado el amor o que la culpara , eran de mundos distintos, los cimientos de su supuesto amor estaban mal estructurados, no eran de la misma clase social y eso siempre salía a relucir por mas que no lo aceptaran, a este punto ya no importaba eso, su preocupación era vivir para su hija, así que se limpio la cara se lavó los dientes y se fue a la cama, tenia que madrugar temprano a trabajar. Al día siguiente Maleny se levantó mas tarde de lo normal, no quería que su madre viera la ira que cargaba en su cara y empezara a cuestionarla, decidió esperar a que se marchara al trabajo para estar mas tranquila, la mujer le dejó una nota en la mesa, aunque no se encontró con su hija confiaba fielmente en que era responsable con sus estudios, le dio un último vistazo a la casa y se marchó. Male al escuchar la puerta fue directo a desayunar encontrando la nota  “Buenos días, cariño, disfrútalo, nos vemos en la cena, te quiero” quizá no había razón para estar molesta con ella, quizá simplemente su madre no estaba lista para contar sus delirios de amor, trató de comprenderla pero aún tenia muchas preguntas y sabia que no serian respondidas en su casa, a menos que encontrara pistas que la llevaran al paradero de su padre, por lo menos quería conocerlo, aunque fuera de lejos, saber cómo era físicamente y de ser posible averiguar lo de la otra mujer. Tomó un baño y se alistó para la escuela se acercaban los tiempos de exámenes y debía esmerarse mucho para mantener el promedio. Ethan se levantó con el sol pegándole en la cara, odiaba tener que levantarse tan temprano y sobre todo ir a esa escuela, prefería irse con sus amigos a jugar fútbol americano, pero su madre lo molestaba diariamente para que fuera a la escuela, de lo contrario su padre se molestaría, la verdad disfrutaba verlo molesto, no se parecían en nada, nunca recibió la atención necesaria de él y no era que la quisiese, su trabajo lo consumía o tal vez esa era su forma de escapar de los cargas que tenía en su vida diaria, había que reconocer que ser el presidente de una empresa no era fácil, tomó un baño perezosamente tratando que ese momento se hiciese eterno, a pesar de llevar un mes de retraso lo recibieron en la escuela, esas eran las ventajas de tener un poco de dinero y que su padre fuera uno de los socios de la escuela, se terminó de alistar poniéndose algo casual, impactante pero casual, desayunaría en la escuela, ya no alcanzaba hacerlo en casa, no quería llegar más tarde, después no habría quien aguantara a su madre, tomó su auto y se dirigió al BRENTWOOD SCHOOL, siempre sus padres escogiendo escuelas sofisticadas, por lo menos podría entrenar en la cancha de esta escuela y entrar al equipo, solo por eso había aceptado ir, al llegar se dio cuenta que todos eran un poco estirados, no era sorpresa, todos tenían dinero, las chicas que empezaron a cuchichiar en cuanto lo vieron, típico, siempre era el centro de atención y le gustaba, empezaría a crear su propio terreno, su seguridad siempre lo había llevado a grandes logros y ahora esta escuela sería suya, unos meses antes había visto las instalaciones, aunque no era seguro su traslado, quiso conocerlas por precaución, no le gustaban los contratiempos ni las sorpresas, caminó hacia la oficina del director, todos se preguntaban quien era, ni siquiera lograban disimular sus interrogatorios y él no los miraba si quiera, a fin de cuentas no eran nadie comparados con él, entró con indiferencia a la oficina —Así que llegaste —Sí, ¿Por qué la cara de asombro? —Por nada, creí que ya no vendrías, tu madre me llamó desde la semana pasada y hoy apareces —Sí, tuve unos contratiempos, pero ya estoy aquí —Bueno, se bienvenido, esta es tu casa, espero que puedas llevarte bien con todos tus compañeros —Yo también lo espero —¿Ya conoces el salón o es necesario que te lleve? —Así está bien, iré solo —Le avisaré a la maestra para que te reciba —Ok El campus se veía bien, solo debía dirigirse al bloque B que estaba al otro lado subiendo las escaleras y llegaría a su famoso salón, Maleny caminaba deprisa al estar tan concentrada estudiando en la biblioteca no se percató de que iba tarde a clases, menos mal era cambio de hora, y la maestra la trataba bien, si tan solo la biblioteca del bloque A hubiera estado vacía, no hubiese tenido la necesidad de ir al bloque B, se sentía frustrada y distraída, en la intercesión de las escaleras terminó chocándose con un chico por la prisa, perdiendo el equilibrio, el chico por instinto logró sostenerla en sus brazos, lo que le faltaba ahora una niña loca tirándose de las escaleras, pensó Ethan —Gra- gracias —logró decir Male entrecortadamente por el susto que se llevo —Fíjate por donde caminas mejor —Dijo con indiferencia —No creo que el piso se quiera manchar con tu horrorosa cara. —Bastardo Maleny se arrepintió de haberle agradecido, era un infeliz, un idiota, estúpido, etc. Se fue echando chispas hasta el salón de clases, —que chico tan odioso —repetía apretando los puños —. Un sonso más en esta escuela. Afortunadamente la maestra la dejó pasar sin problema, o quizá solo notó su mal genio y prefirió no decir nada, menos mal, su humor ahora estaba al cien, se sentó con ganas de destruirlo todo —¡Ey, ¿Qué paso?! —Nada —Traes una cara que das miedo —Choqué con un maldito chico y casi me caigo —Pero ¿Dónde? —Las escaleras del Bloque B, y encima me dijo fíjiti por dindi caminis —Hablaba con ira y sarcasmo tratando de arremedar al chico —. Es un bastardo —Cálmate, te va a dar algo —Es que fui amable y encima me insulta —Pero te ayudó —Ya por eso lo dejaré pasar, espero no tener que verle la cara —¿y era lindo? —¡No sé! —¿Cómo qué no sabes? —¿Estás escuchando lo que digo? —Sí —¿Crees que me detuve a verle la cara? —De pronto —Pues no, no me fijé y con esa actitud créeme que cualquier príncipe pierde su encanto —Terminó de decir cruzándose de brazos. Grace simplemente miro al frente riéndose, ver a Maleny así era muy gracioso, sobre todo porque su cara parecía que iba a estallar de lo roja que estaba —Cálmate, pareces un tomate —No, lo único que me faltaba —Dijo con cara de frustración haciendo un puchero —que suerte la mía. —Relájate y toma aire, no pasa nada, olvídalo —Es que de tan solo pensar lo que me dijo me dan ganas de golpearlo —¡Qué peligroooo! —dijo riéndose —No es gracioso —Lo sé, pero cálmate, para que se te baje un poco el color —Eso trato ja, ja —¿Ves? Ríete mejor, pero bajito que nos sacan —¡JA, JA, JA, RÍETE PERO BAJITO ¿QUÉ ES ESO?! —Cállate, baja la voz La maestra las interrumpió —Señoritas, pueden compartir el chiste con la clase si quieren —¿ves? Te lo dije —No profe, no es nada —Si no es nada, entonces hagan silencio y presten atención a la clase, de no ser así, pueden salir —No profe, haremos silencio La maestra continuó con la clase ignorando a las chicas. Ethan siguió su camino, riéndose de la graciosa cara de la chica, parecía un tomate, y si las miradas mataran seguro ya estaría en el cementerio —Que chica más agresiva —pensaba, empezaba el día de forma alegre, hacía mucho tiempo que no se reía de esa forma, fuera de lo chistoso del momento no podía negar que  se notaba que la chica tenía un buen cuerpo a pesar de ocultarlo detrás de ese uniforme y capa roja que traía encima, lo gracioso fue su respuesta,: —Bastardo —Repitió, en todo lo que llevaba estudiando nadie se atrevía a insultarlo o a contestarle, pero ella simplemente lo dijo sin pensar, se defendió por instinto, —¿Será que así es siempre? —Se preguntó en voz alta Ethan —. No me la imagino como será con su novio si es que tiene, ja, ja, aunque no está nada mal, se nota que es toda estudiosa, y se preocupa demasiado, de no ser así, no hubiese estado corriendo sin prestar atención, eso no importa igual. Ethan llegó al aula de clase para ser recibido por una mujer de mediana edad un poco regordeta pero muy amable y llena de ternura —Chicos, él es Ethan, su nuevo compañero y nos estará acompañando por el resto del año escolar, por favor preséntate Ethan miró despectivamente a sus compañeros y empezó a hablar —Mi nombre es Ethan Miller y espero llevarme bien con todos Enseguida escuchó los cuchicheos de los alumnos —¿Miller? ¿Ese no es el apellido del mayor socio de la escuela y de las empresas mayoritarias? —Sí, ese es ¿Será que realmente es el hijo o es de esa familia? —Yo creo que sí, o sea míralo, está buenísimo y mira su ropa a leguas se nota que es de la mejor marca La maestra solo le dijo —Se bienvenido Ethan, puedes sentarte en la parte del medio o atrás, donde gustes —Gracias — Respondió dirigiéndose a la parte de atrás del salón Algunas chicas lo miraban de reojo sonriendo buscando su atención, él solo se concentro en la pizarra, escuchando lo que decía la maestra, pronto comenzó a luchar para no dormirse aunque explicaba bien, la maestra tenia una voz arrulladora, positiva para babear en clase, se despertó totalmente cuando escuchó el timbre que avisaba el cambio de clase, seguidamente escuchó despedirse a la maestra antes de salir, las chicas no resistieron la tentación y se le acercaron saludándolo emocionadas —Hola —Hola —Hola —Bienvenido Le chocaba cuando querían tirársele encima sin ni siquiera conocerlo, solo lo miraban por su físico, aunque siendo sinceros podía sacarle provecho a eso —¿Tú apellido es Miller verdad? —Sí —Dijo indiferente —¿De las empresas M&M? —Esas mismas —¿Ves? Te lo dije —se decían unas a las otras —. Él es el hijo del presidente, y casi no sale en televisión porque no le gusta —Bienvenido, si necesitas cualquier cosa ´puedes decirnos, lo haremos con todo gusto —Sí, ok —Podemos enseñarte la escuela si quieres —Ya la conozco —¡Oh! ¿De veras? —Sí —¡Qué lástima! —Buenos días jóvenes —Fueron interrumpidas por el maestro que ahora entraba al aula de clase —. Escuché que hay un nuevo integrante, me imagino que eres tú —Dijo mirando a Ethan directamente —. Por favor dime tu nombre para anotarte en mi lista. —Ethan Miller profesor —respondió rápidamente, por lo visto sería una mañana larga al tener que presentarse con todos los profesores por ser el nuevo, que fastidio. —Bueno, como sabes ya llevábamos un tiempito de clases, pero creo que tus compañeros pueden facilitarte sus apuntes y puedes ponerte al día  —Yo se los puedo dar —dijo una chica rubia levantando la mano y sonriéndole a Ethan —Bien, solucionado el problema, al final de la clase se los puedes entregar —Será un gusto profe —Dijo mirando a Ethan para luego guiñarle un ojo en forma coqueta Ethan no la determinó, ya le estaba haciendo pasar vergüenza con el maestro por ser una resbalosa, chicas como ella las descartaba enseguida, tendría que esperar los famosos apuntes para estar al día, pero procuraría mantenerse alejado de la rubia oxigenada, no le gustaba su coquetería tan pronunciada, pero podría sacar provecho de ello en cualquier momento. 

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

Beta, estás loco

read
89.0K
bc

Emparejada con el Alfa Bestial

read
33.7K
bc

El regreso de Mate traicionada

read
17.6K
bc

El Alpha

read
196.0K
bc

Mi Crush es un Alpha

read
14.0K
bc

La hija de la Diosa Luna

read
8.8K
bc

Blood Mates

read
7.4K

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook