Tatiana se encontraba en el trabajo cuando recibió la llamada de su hija, le gustaba la relación tan bonita que llevaban juntas, mas que madre e hija, eran amigas, sin embargo, el ocultarle que su padre estaba vivo en ocasiones la perturbaba, pero esto disminuía en cuanto en cuanto recordaba lo sucedido, estaba segura que no necesitaban nada de él, su hija no necesitaba a nadie a excepción de ella, solo esperaba que Alexander jamás apareciera en sus vidas ni si quiera por coincidencia, ¿odio? No, ese sentimiento era demasiado para un ser tan despreciable como él, no merecía nada de su parte, estaba agradecida con el universo de darse cuenta a tiempo del engaño en el que vivía, hasta su vida hubiese dado por ese hombre, era tan tonta al pensar que él de verdad la amaba, ¿por qué no decirle que no la quería? ¿Por qué no ser sincero y decirle que aún sentía algo por su ex? ¿Cómo podía seguirla queriendo después de abortó a su hijo dos años atrás y lo dejó? No le cabía en a cabeza, no tenía sentido, el único hombre que ella llegó de verdad y con toda el alma no era más que una farsa, de seguro solo estuvo con ella para ahogar sus penas, pero… se veía tan real, que, Tatiana creyó en todo lo que él daba, soñaba tanto con algo así, “un amor destinado” en toda su vida trabajando de costurera había aspirado a algo mejor, tener su propio negocio y crecer académicamente, eso era importante para ella, sin embargo en los afanes de su vida se frustró un poco tras la muerte de su padre, era ella quien debía llevar el sustento al hogar, el conocer a Alexander aquella tarde en la empresa de costura tras chocarse la dejó sin habla, aquellos ojos esmeralda la hipnotizaron a primera vista y él no se quedó atrás con la atracción que se expandía en el aire, esos ojos que quería ver a diario luego desaparecieron en solo unos segundos, quien diría que su hija los heredaría, pese a todo era el mejor regalo que nunca le pudieron dar, el día en que Maleny nació sintió que estaba soñando, la nostalgia la invadía mezclándose con felicidad, esos largos nueve meses de espera estuvieron llenos de luchas, de amor, de comprensión, de cosas que Tatiana no lograba explicarse, Maleny lo era todo para ella, por eso no permitiría que un fantasma del pasado se la arrebatara y la lastimara en el proceso.