**SERAPHINA**
Me quedan tres días. Tres. Lo conté esta mañana mientras me cepillaba el cabello frente al espejo del baño de huéspedes, ese que huele a madera vieja y a colonia masculina que no es de Thayer. Tres días para volver a mi casa, a mi realidad, a la universidad donde soy solo una estudiante más de tercer año de Turismo que se sienta en la tercera fila y toma notas que nunca vuelve a leer.
Tres días para dejar atrás este paréntesis que empezó como una aventura calculada y terminó como una novela desordenada que no sé cómo cerrar, ni siquiera sé si quiero cerrarla.
La idea era simple, casi estúpidamente simple: conocer a Thayer, grabar algunos videos, mostrar los paisajes, los cafés escondidos con sus tazas desparejas y sus dueños que cuentan historias como quien regala teso
