Peor que un chicle en el zapato

766 Words
Durante lo que me parece una eternidad, nos quedamos mirándonos, en completo silencio, sin despegar la vista del otro. Como era posible, que luego de la última vez que converse con él y lo amenace, siguiese insistiendo. O está muy loco, o tiene cero comprensión de lo que se le dice. -Ha pasado tiempo-comienza a decir. -Al parecer no el suficiente-le espeto. Me cruzo de brazos y lo observo con ojos entrecerrados. -Hoy comienzo mi rotación por medicina interna-comenta. Arqueo las cejas, porque no entiendo el por qué eso habría de importarme. Claudio suspira y se acerca un paso, encendiendo todas las alertas en mi cuerpo.- Supe lo que te paso, y quería saber cómo estabas. Mi rostro no puede ocultar la sorpresa. Realmente pensé que venía a molestarme nuevamente, no me esperaba para nada su preocupación por mi condición. Dejo caer los brazos y pestañeo un par de besos, aun sorprendida por sus palabras. -Estoy bien-respondo algo insegura, sin poder creerme del todo que realmente estaba preocupado por mí. -¿Te han colocado un marcapasos?-pregunta, y yo asiento. -Y me han hecho una ablación septal-agrego. Arquea sus cejas sorprendido, y luego su expresión pasa de la sorpresa a la preocupación. -Te debe de haber dolido mucho-comenta. Me encojo de hombros. -Algo-miento. Paso mi mano por mi cabello, y mirada pasa de mi rostro a mi dedo, en particular, a mi anillo. Entrecierra sus ojos y frunce el ceño. -______...-susurra. Dejo caer mi mano, y lo miro expectante. Se acerca unos pasos hasta quedar a medio metro de mí, con sus ojos fijos en mi mano. Sus ojos pasan de los míos a mi anillo, y viceversa. Levanto las cejas, intentando que me explique lo que está pasando por su cabeza. -Dime que no es verdad-dice en voz baja, mirando fijamente mi anillo. Frunzo el ceño sin entender. -¿El qué?-pregunto. Coge mi mano y la levanta, mostrándome el anillo. -Esto-dice. -Es un anillo… -Los rumores dicen que no es un simple anillo-comenta. Abro los ojos como plato cuando entiendo a lo que se refiere. Me deshago de su agarre y lo miro con la mayor seriedad posible, intentando que no se ruboricen mis mejillas por la vergüenza. -Los rumores son solo eso, rumores. Pero sea lo que fuese que este anillo significara, no sería de tu maldita incumbencia-le digo con aspereza. -¿Por qué siempre eres tan borde conmigo?-pregunta dolido. -¿Por qué sigues entrometiéndote en mis asuntos? -¿Acaso no es obvio?-pregunta, enderezando su espalda. Levanto las cejas y niego con la cabeza. -No realmente. He barajado la posibilidad de que no entiendas lo que se te dice, o simplemente estés loco-replico. -A veces eres demasiado ciega para algunas cosas-susurra, desviando la mirada al suelo. -¿Por qué sigues volviendo a atormentarme?-pregunto, sin poder detener mis palabras, descargando toda aquella rabia y frustración que me hace sentir con sus actitudes.- Tienes un sequito de chicas con las que salir, deja molestarme a mí y sal con alguna de ellas. O quédate solo y has algo productivo con tu tiempo. Sea lo que sea, no me incluyas a mí en tus planes, he perdido demasiado tiempo contigo como para que pueda soportarte más de lo que ya he hecho. Mi paciencia se ha acabado para ti. -Aun te quiero, ______-confiesa. Desvío la mirada al lado, incapaz de seguir enfrentándolo. -Me parece algo difícil de creer, considerando que nunca lo hiciste-respondo en voz baja. -No se demostrarlo, eso lo sé. Pero no por eso significa que no te quiera-dice. Ruedo los ojos. -En realidad si-digo con severidad. Arruga el entrecejo y da un paso más hacia mí. -Sabes que no es así, que me es difícil. -No. Tú me hiciste creer que lo era. Cuando realmente quieres a alguien, los obstáculos se vuelven algo secundario. Puede que sean grandes, pero eso no significa que no puedas encontrar la forma de demostrarlo-digo con tono calmo y frio. -¿Y acaso eso lo demuestra?-pregunta, señalando mi anillo. Niego con la cabeza. -No es lo material. Es el hecho de que se dedicó a buscar algo que sabría me gustaría, que busca las horas en las que podamos hablar sin interrumpir nuestro sueño, que se preocupe por mí. -Estoy preocupado por ti, por eso te he buscado-dice. -Llegas dos años tarde-sentencio. Nos quedamos en silencio mirándonos. Tal vez todo hubiese resultado diferente si él hubiese hecho esto años atrás, cuando estábamos juntos. Tal vez no. No hay como saberlo, y ya no me interesa preguntar lo que hubiese pasado si hubiese tomado una decisión diferente. De alguna u otra manera, acabe junto al hombre más maravilloso que he encontrado, y aunque sufrí durante mucho tiempo por todo lo que me tuvo que pasar para llegar hasta donde estoy, lo haría mil veces de nuevo si eso me llevase junto a Tom.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD