Happy birthday: parte 3

1130 Words
Me siento en el sillón y recojo mis piernas, para abrazarlas. Tom cierra las cortinas y se sienta al otro extremo. Esta vez, no dejare que mis hormonas hagan de las suyas. Me controlare, hablaremos civilizadamente y no habrá más interrupciones (llámese interrupciones ir a follar a la mesa). -Bien, ahora que estamos solos, hablaremos-sentencio. Tom se voltea a mirarme, apoya su espalda en uno de los mangos del sillón y estira sus piernas en la superficie. Los dedos de sus pies rozan los míos. -De acuerdo-dice, estirándose, colocando sus manos tras su cabeza. -Se acaba la pausa-digo. Él sonríe y asiente. Que hombre más exasperante pienso. -¿En que estábamos?-pregunta, de lo más tranquilo. -En que no debemos involucrar a otros en nuestros asuntos-digo, frunciendo el ceño. Ya estoy preparada en caso de que venga de nuevo con la estupidez esa de Hazza. -De acuerdo-dice. Abro la boca, porque eso no me lo esperaba.- ¿Hay algo más? -SI-afirmo, la rabia me carcome por dentro. Podría haber sido así de comprensivo ayer.- Si digo que necesito estar sola, y que no quiero hablar, debes respetar mi decisión. -Por supuesto-dice. Esto está resultando frustrante. Parte de mi estaba preparada para discutir, gritar. No es que no me guste que por fin sea civilizado, pero ¡Vamos! Necesito una razón para seguir enojada con él. Quiero seguir enojada, porque no me basta con un sí, necesito que lo demuestre. -Excelente-digo entre dientes. Una sonrisa traviesa se dibuja en sus labios.- Aclarado eso, quiero que sepas que a pesar de todo sigo enojada, y no estoy lista para perdonarte. Su sonrisa se desvanece y se endereza. -Espera ¿Qué?-pregunta. Suelto mis piernas y volteo para mirarlo. -Lo que escuchaste-digo.- Rompiste mi confianza. -¿Por tener celos? -Por escuchar a hurtadillas mi conversación privada con mi amiga-explico, cruzándome de brazos. Suelta un bufido. -Seguro Hazza no te dice lo que hablamos nosotros. -No, no lo hace. Nos miramos en silencio. Está molesto, y yo también. Sabía que nuevamente sacaría a Hazza a colación. -¿Entonces?-pregunta entre dientes. -Tendrás que ganarte de nuevo mi confianza. No me sirven las palabras, tienes que demostrarlo-replico. Rueda los ojos, y eso hace que me enoje aún más. -¿Y qué hay de la confianza que yo te tenia?-pregunta. Abro los ojos como plato y me volteo, apoyando mis rodillas en el sillón. -¡¿Perdona?!-pregunto. -Tus conversaciones secretas con Hazza. -Como si tú no tuvieses secretos con Hazza-suelto. -Pero él es mi mejor amigo-espeta. -¿Ahora estas celoso porque Hazza es amigo mío?-pregunto. -NO-exclama.- Pero no entiendo porque no me quieres contar ciertas cosas. -No es que no quiera contártelas-me defiendo.- Pero yo decido cuando. Y para que sepas, mi vida no rodea entorno a ti. Estas en ella, claro, y eres mi novio, pero no todo lo que hablo con Hazza o Zendaya o Martin tiene que ver contigo. -No creo que todo gire entorno a mí-dice, entrecerrando los ojos.- Solo me gustaría que si tienes problemas conmigo, los aclararas conmigo-sentencia. Suelto una carcajada. -Eso es exactamente lo contrario a lo que hiciste-le espeto.- Involucrando a Zendaya para intentar hablar conmigo. -No quieres hablar de quien ha involucrado a quien-suelta. -No empieces con tus celos sin sentido-le advierto. -¡No estoy celoso!-exclama.- Perdón por involucrar a Zendaya ¿contenta? -Si te disculpas, al menos finge que realmente lo sientes-digo, cruzándome de brazos. -Eres la persona más exasperante que conozco-dice, negando con la cabeza. Suelto un bufido. -¿Cómo andamos por casa? -LO LAMENTO-dice, gesticulando cada palabra.- ¿Ahí sí? -¿Eso es lo único que lamentas?-pregunto, arqueando una ceja. Rueda los ojos. -Lamento ser un celoso, haber traicionado tu confianza e involucrar a terceros ¿de acuerdo?-dice molesto. -Un poco mejor-digo con sorna. -¿Y tú?-pregunta. Lo miro sorprendida. -¿Yo que?-pregunto. Suelta una carcajada irónica y sacude la cabeza. -¿No tienes nada por lo que disculparte? -Lamento que seas tan celoso-digo, levantando el mentón. -¿Es enserio? ¿No crees que te he demostrado una y mil veces que no soy como tu maldito ex novio, y que aquella desconfianza que me tienes es algo inusitada?-pregunta. -No desconfío de ti, puede que no te tenga la misma confianza de antes-aclaro. Resopla exasperado. -¿Bromeas, verdad? Todo lo que me costó que aceptaras que tuviésemos algo, luego hacer publica nuestra relación, y ahora diciendo que no confías en mi por ¿Qué? ¿Estar con Zendaya escuchándote? -¿Te parece poco escuchar una conversación ajena?-pregunto. -Si hubiese estado allí con esa intención, lo entendería. Pero sabes que no es así, no estaba allí para espiarte ni nada por el estilo, simplemente quería saber cómo estabas-replica. -Honestamente no se cuál era tu intención-digo, desviando la mirada. -Si lo sabes-dice.- ¿No crees que merezca tu confianza? Porque compararme con… ese energúmeno… es bastante insultante. -De acuerdo, si lo sé, no eres nada como mi estúpido ex novio, sé que no estabas escuchando por eso ¿contento?-suelto, levantándome del sillón. -Un poco mejor, solo te falta una cosa-dice, levantándose también del sillón. -¿El qué?-pregunto enojada. -Admitir que eres dramática-replica. Suelto una carcajada. -¿Dramática? ¿Yo? -Sí, tú-dice, entrecerrando los ojos. Nos miramos, fulminándonos con la mirada. -Bien, lo admitiré, pero solo si admites que estas celoso de que Hazza sea mi amigo-digo finalmente. -¿Qué?-pregunta. -Deja de ocultarlo, dices que estas celoso porque Hazza siente algo por mí, cuando en realidad estas celoso de que Hazza sea amigo mío, y te aterra que pueda llegar a ser más amigo mío que tuyo-explico. Parpadea, con la boca media abierta, como pensándolo. -Bien, estoy celoso de que Hazza sea tu amigo-escupe finalmente. -Bien, soy dramática-digo. -¡Bien!-exclama aun molesto. -¡Bien!-le imito, igualmente enojada. Me volteo y comienzo a caminar hacia el pasillo. -Solo para que sepas, dormiré en el sillón, porque no puedo dormir con una “drama queen”-dice a mis espaldas, caminando. -Excelente, porque no pretendía dormir con un gruñon celopata-replico. Entramos a su habitación. Cojo el pijama que deje sobre la cama junto al suyo. -¿Qué haces?-pregunto, cuando veo que esta también en la habitación. -Buscar mi pijama, ¿le parece a la princesita?-pregunta. Coge su ropa y camina hacia la puerta para salir de la habitación. -Como quieras, gruñoncito-digo. Se voltea y me fulmina con la mirada. Sale de la habitación y cierra la puerta tras de sí. Siento que echo humo por las orejas. Es un impertinente, exasperante y dramático. Tocan la puerta, y la abro bruscamente. -¿Qué?-pregunto entre dientes. -Solo le recuerdo a la princesa que mañana debemos estar en la casa de mis padres a las diez-dice, con los brazos cruzados. -Bien. -Bien-dice él, y cierro la puerta. Me volteo, y apoyo mi espalda en la puerta. Siento mis manos arder, es como si quisieran golpear algo. Vuelven a tocar la puerta, y la abro nuevamente. -¿Ahora qué?-pregunto, cruzándome de brazos. -Una cosa más. Toma mi rostro entre sus manos y me besa salvajemente. Entonces me doy cuenta de que mis manos no querían golpear nada, sino sacarle la ropa. No me había dado cuenta de lo mucho que me ponía verlo así, enojado. Desesperados, nos despojamos de nuestras prendas hasta caer sobre la cama. Creo que jamás había sentido furia y deseo por una persona al mismo tiempo. Es de lo más extraño, pero también agradable. Tom se separa para mirarme, con nuestras respiraciones agitadas mezclándose. -Sigo sin perdonarte, y aun estoy algo enojada-digo, con voz entrecortada. -Bien-musita. -Bien.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD