Happy birthday: parte 1

1245 Words
Avanzo impaciente por la cinta transportadora. Mi maleta, por pequeña que sea, pesa unos veinte kilos, más que nada por los zapatos. Según Tom, iba a hacer “calor”. Claro, para el 20°C es prácticamente verano, para mí, no. Me sorprendo cuando veo a gente con sandalias. Está bien, la temperatura es mucho más templada que en el invierno, pero ¿sandalias? Si llegan a ir a mi país durante el verano se morirían calcinados. -¿Por qué vas tan rápido?-pregunta Martin a mis espaldas. Volteo a verlo. -Nos están mirando-digo. Siento algunos flashes a mis espaldas. Por supuesto, los paparazis no faltan. Camino con prisa hasta el salón privado. Allí, sentado en la barra, esta Tom junto a Harrison y Zendaya. Por un momento, el tiempo se detiene. Me acerco, dejando mi maleta a medio camino. Tom se baja de su asiento y en tres zancadas se encuentra frente a mí. Salto a sus brazos, enrollando mis brazos en su cuello, mientras sus manos rodean mi cintura y me aprietan contra él. Hundo mi rostro en su cuello, inhalando su aroma. Es imposible mantenerme enfadada si lo tengo cerca, pero debo pensar con la mente fría. Bien, ya no estoy enfadada, pero es no significa que no haya asuntos que arreglar entre nosotros. -Ejem-escucho a nuestras espaldas. Nos separamos. Tom esboza una sonrisa, de esas que me quitan el aliento. Me pongo de puntillas con la intención de besarlo, pero entonces el payaso más irritante de todos los tiempos se posiciona a nuestro lado. -¿A ustedes no les han enseñado modales?-pregunta Harrison. Tom y yo volteamos al mismo tiempo y lo fulminamos con la mirada. -Hazz, arruinas el momento-le dice Tom. Harrison se encoje de hombros y luego extiende sus brazos. -Ven a saludarme, vengadora-dice. Ruedo los ojos y me acerco. Harrison me abraza con fuerza, y debo pisarlo para que me suelte, antes de que rompa todos mis huesos. Zendaya, que está junto a Martin, me mira dudosa. Finalmente acordamos que ella también vendría y por lo tanto podríamos hablar. -¿Qué tal si nos adelantamos? Creo que algunos tienen mucho de qué hablar-dice Martin. Tom me da una mirada, y yo volteo sin entender. -Eh, amigo, creo que Martin se refería a ______ y Zendaya-dice Hazza. Tom pestañea y nos mira detenidamente. -Pero… -No te pongas más en ridículo, vamos-dice Harrison, jalándolo del brazo. Se llevan mi maleta y se alejan lo suficiente para que yo y Zendaya hablemos tranquilas. -Hola-dice, con una mueca. -Hola. -Yo… lamento mucho lo que hice, estuvo mal, y tienes razón de enojarte. Al principio pensé que estaba ayudando, pero luego pensé si tu hubieses hecho eso con Martin y, demonios, estaría echando humo por las orejas-se disculpa.- De verdad lo siento. -Lo sé-digo.- Sé que tenías las mejores intenciones. Espero que después de esto aprendamos que, aunque todos seamos amigos, hay límites. -¿Entonces, me perdonas?-pregunta angustiada. Sonrío. -Por supuesto que sí, Z-digo, y nos abrazamos. Cuando ya vamos en camino al departamento de Tom, el ambiente es algo menos tenso, aunque está claro que entre Tom y yo hay mucho que hablar. Les comento de mis planes de visitar Oxford para aclarar algunos problemas con el papeleo, y Harrison insiste en que debemos ir a un parque de esponja (aparentemente, le agrado mucho la idea de lanzarse esponjas). Tom se va de la lengua y confiesa que las locaciones de grabación para la próxima película de Spiderman serán en Venecia, Praga, e incluso Londres. No logro sonsacarle información sobre si eso quiere decir que Spiderman sobrevive al chasquido o si la película está ambientada en un periodo previo a ello, lo que hace que me moleste solo un poco, el suspenso no es lo mío. En el departamento hay un delicioso aroma a especias, y no tardo en ver a los gemelos dinamita mirando el horno atentamente. -¡______!-grita Paddy, y se lanza a mis brazos. -¡Paddy!-digo, abrazándolo. Me separo y le revuelvo el cabello.- ¿Cómo es que creces tan rápido? Pronto me pasaras. -No es muy difícil que digamos-susurra Harrison. Le doy un golpe en las costillas- Auch. -Oye Sam ¿no te apetece un sándwich?-pregunta Harry a su gemelo. No los vi acercarse. -Gran idea, hermano-le responde Sam. Y antes de que haya soltado a Paddy, los gemelos se me acercan y me abrazan, dejándome al medio. -¡Suéltenme!-grito, mientras intento inútilmente soltarme. -Sándwich de ______-dice Paddy, riéndose. Logro pincharle las costillas a Sam, haciéndole cosquillas, y de esa manera me agacho y pasó bajo sus brazos que me tenían atrapada. Me dirijo a los brazos de Tom, que me abraza y me protege, aunque está muerto de la risa. -Basta chicos, o _______ se enojara de verdad y se vengara-les dice Tom. -Ya van a ver-susurro. Tom me queda mirando, y yo levanto la cabeza, embobada. -Tortolos-dice Harrison. Nos separamos, sonrojados. -Iré a ver la pizza, espero que no hayan destruido mi cocina-dice Tom.- ¿Por qué no acomodan sus cosas? -Claro-dice Martin, dándome una mirada de “compórtate”. El y Zendaya se van a la habitación de visitas. Harrison coge mi maleta y avanza por el pasillo hasta la habitación de Tom. Me apresuro a seguirlo. No me había detenido a pensar en si sería correcto estar en la misma habitación, después de todo, que habláramos no significaba que solucionaríamos las cosas. Me volteo para mirarlo mientras el, concentrado, revisa el horno. Si, definitivamente solucionare las cosas, no puedo pasar más tiempo sin besarlo. De pronto choco con Hazza, no me había dado cuenta de que ya había llegado a la habitación. Trastabillo pero logro recuperar el equilibrio. Harrison se voltea a mirarme y se ríe. -Eres realmente un desastre, querida amiga-dice. Lo fulmino con la mirada. -Cállate-le digo. Me quito mi chaqueta y miro por la ventana. -¿Has hecho algo de lo que te aconseje para manejar tu rabia?-pregunta. -Dibujar no funciono, no soy muy buena cantando, no tengo paciencia para tocar un instrumento, pero… escribir ha servido de algo-confieso. Entrecierra los ojos y esboza una sonrisa ladeada. -¿Escribir? Mmm ¿y de que escribes?-pregunta curioso. -Nada que te incumba-digo con una sonrisa falsa. -Eres lo peor-dice. -Aja. Y aun así, soy lo mejor de tu vida. -Sigue soñando-dice, soltando una carcajada. -La luz de tu vida-digo dramáticamente. -A ti te botaron de la cuna cuando naciste ¿verdad? -El ángel que guía tu camino-digo, dando una vuelta. -Tú tienes de ángel lo que yo tengo de seriedad-dice. -Pero si tú no tienes nada de serio. -Exacto-dice. Le doy un manotazo en el hombro y se ríe.- Sabes que digo la verdad. Le doy otro manotazo, y el sale corriendo por el pasillo. Lo persigo, y justo antes de alcanzarlo, él logra jalar a Tom del brazo y lo coloca frente a mí, haciendo que choquemos y caigamos al suelo. -Auch-dice, Harrison se ríe detrás de nosotros. -Me vengare, Osterfield-le grito. -Ahora si tengo mis sentidos en estado de alerta, soy como un gato-dice, entrando a la habitación de invitados, dejando a Martin y Zendaya fuera. -No sabe lo que le pasa a los gatos cuando se le cortan los bigotes-susurro. -¿Estas cómoda?-pregunta Tom. Estoy prácticamente tendida sobre él. -Oh, Dios, lo siento-digo. Sus ojos atrapan los míos, y ya no tengo nada que me detenga. Sus labios, que están a unos centímetros de los míos, jamás se habían visto tan apetecibles. Sin previo aviso, me inclino y lo beso. Al principio se queda inmóvil, sorprendido, pero no tarde en sentir sus manos rodear mi cintura mientras las mías se afirman a su camisa. Entreabre sus labios, y nos movemos a un ritmo lento, como si en aquel beso pudiésemos expresar todo lo que nos habíamos extrañado. Unas risitas a nuestro lado nos obligan a separarnos. Abro los ojos, avergonzada, sintiendo mis mejillas ruborizadas, y me doy cuenta de que el también esta sonrojado. -Hola-susurro. -Hola-dice el, y sonríe.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD