See you

1227 Words
Cuando amanece, el ambiente se siente distinto. Aquellas sonrisas y bromas que usualmente lanzábamos por la mañana están ausentes, y no es solo por la gran resaca que tenemos, sino porque debemos volver a nuestra vida rutinaria. Paddy no oculta su rostro, cuya expresión triste lo hace ver aún más pequeño. Zendaya es la única que actúa con algo de normalidad, y digo algo porque al menos intenta entablar una conversación, aunque nadie le presta demasiada atención. -Voy por unos waffles-anuncia, rendida al ver la cara larga de todos nosotros. -Te acompaño-le digo, y me pongo de pie con mi plato. Caminamos en silencio hasta la mesa donde bandejas llenas de waffles, tostadas francesas y crepes están repartidas, junto con sirope, salsas de chocolate y frambuesa, pequeños pocillos con mermeladas, nutella y mantequilla, azúcar y chips de chocolate. -¿Iras a visitar a Tom por su cumpleaños?-le pregunto, mientras se sirve dos tostadas francesas en su plato. Zendaya levanta la mirada y me da una corta sonrisa. -No sé. Supongo que todo depende de ustedes, en realidad-replica. Se vuelve a la mesa y comienza a echarle salsa de frambuesa a sus tostadas. -Tengo que ver mi calendario, pero creo que es muy posible que vaya. Martin está prácticamente libre, el próximo semestre comienza sus prácticas-le digo. Zendaya mira concentrada la salsa caer sobre su plato. -¿Y qué piensas regalarle?-pregunta. Resoplo. -Vas a tener que ayudarme. Tom tiene de todo, y digamos que yo no tengo tanto dinero, así que realmente no tengo muchas opciones-respondo. -No hay problema, te ayudare-me dice, y levanta la vista para sonreírme. -Z, creo que es demasiada salsa-le digo, viendo como esta su plato. Ella se ríe. -Comeré una tostada más-dice, encogiéndose de hombros y llevándose otra tostada más a su plato.- Hablando de las prácticas de Martin, necesito tu ayuda con algo. -Claro, tú dime. -¿Deben ser echas en tu país?-pregunta, sin mirarme. Entrecierro los ojos y ladeo la cabeza. -No realmente. ¿Por qué? ¿Qué tienes en mente?-pregunto, muerta de curiosidad. Me mira de reojo. -¿Solo vas a comer eso?-pregunta, señalando mi waffle que solo tiene azúcar y sirope encima. -Mi estómago tiene un tamaño normal, así que si-replico, y nos reímos.         El camino al aeropuerto es un suplicio. De alguna forma, los paparazis se han enterado de nuestra ida y nuevamente nos han acosado en el viaje. Afortunadamente, cuando llegamos, los guardias nos abren paso entre la gente y no tardamos en entrar al lounge privado para nosotros. Nos sentamos en los sillones, y rápidamente Harrison se queda dormitando e ellos. Tiene un aspecto horrible, pero al menos no ha vomitado el desayuno, lo que es una buena señal. Supongo que no recuerda nada de nuestra conversación de anoche, y me alegro, mejor así. Me acurruco en los brazos de Tom, dejándome llevar por el ritmo acompasado de su respiración. Mi mejor amigo se sienta junto a Zendaya y se sacan fotos ridículas mientras esperamos que llamen para embarcar. -Te extrañare demasiado ¿lo sabes?-susurra Tom en mi oído. Me volteo a mirarlo. -Yo también a ti-le digo, y coloco mi mano en su mejilla.- Pero no te darás ni cuenta cuando estemos de nuevo juntos. -Me gustaría poder ir a visitarte en tu cumpleaños-dice con una mueca. Niego con la cabeza. -Celebraremos cuando nos volvamos a ver, en tu cumpleaños-replico. -Pero si no estás segura de poder ir-dice, frunciendo el ceño. -Hare el intento. -¿Me vas a dejar enviarte un regalo al menos?-pregunta. Lo miro seriamente. -Creo que ya es más que suficiente con todo lo que me has dado-le recrimino, y levanto la mano mostrando el anillo.- Cambiando de tema, nos hemos olvidado de hacer ese video que sugirieron los demás, para disipar los rumores. -Cierto, podríamos hacerlo ahora ¿te parece? -Claro-digo. Tom saca su teléfono del bolsillo, mientras yo ordeno un poco mi cabello. Tal vez debería haberme arreglado más, pero alejo ese pensamiento de mi cabeza. No es momento para ser vanidosa. -Oye ______, ¿sabías que nos vamos a casar?-dice Tom, mirándome. Con su mano izquierda sostiene el teléfono que nos está filmando. -Vaya, no tenía idea-respondo, sin dejar de mirarlo, y luego estallamos en risas. Tom sube el video a **. Apoyo mi cabeza en su hombro y juego con los dedos de su mano, observando lo notorias que son sus venas. -Si llegas a ir a Londres para mi cumpleaños, ¿quieres ir a ver residencias en Oxford?-pregunta. -No sería mala idea-replico. -Tal vez… Tal vez podamos ver si hay algún apartamento cerca, estarías más cómoda, con tu baño propio y cocina propia-sugiere. Suspiro. -Me gustaría, pero no sé si el dinero me alcance para ello, recuerda que igual debo pagar un 20% del arancel. Y ni se te ocurra ofrecerte a pagarlo tú, ya hemos hablado de ello-digo, antes de que pueda pronunciar siquiera una palabra. -Está bien, está bien. Pero sabes que ante cualquier problema estaré ahí para ayudarte-dice. Le sonrío y me inclino un poco sobre él. -Lo sé-digo, y uno mis labios a los suyos. Cuando llaman a nuestro embarque, comienzan las dolorosas despedidas. Abrazo a Paddy con todas mis fuerzas, mientras el, resignado, coloca un puchero. -No te darás ni cuenta del tiempo, ya verás peque-le digo, desordenándole el cabello. -Cuando estés en Oxford nos iras a visitar ¿verdad?-pregunta. Sonrío y le guiño un ojo. -Por supuesto. Los siguientes en despedirse de mí son los gemelos. Los abrazo, me molestan llamándome “cuñadita” y finalmente me desean un buen viaje. Harrison, que tiene los ojos algo hinchados y entrecerrados del sueño, me abraza, pero dejando caer parte de su peso en mí. -Eh, Hazza, que yo no tengo fuerza para sostenerte-digo, él se ríe y se aleja. -Nos vemos, vengadora-dice, desordenándome el cabello. Le doy un manotazo para quitar su mano. -Nos vemos, vomitin-suelto, y todos se ríen a carcajadas. Se queda con la boca abierta pero no dice nada ante mi nuevo sobrenombre. Luego me toca despedirme de Zendaya. Nos abrazamos por varios minutos y luego nos separamos, quedando cogidas de las manos. -No te olvides de llamarme, ya sabes que tenemos muchas cosas que planear-dice en voz baja. Me rio. -Por supuesto-le digo. Nos damos un último abrazo y me deja acercarme a Tom. Me rodea de la cintura, acercándome hacia él y une nuestros labios. Es un beso tierno, con un sabor algo amargo por la despedida, pero no por eso malo. Se lajea un poco y me sonríe. -Te amo-susurro, y sin esperar a que me responda, vuelvo a besarlo. Un ultimo abrazo. Una ultima mirada. Un ultimo beso. Con Martin, desaparecemos tras las puertas para ir a nuestra puerta de embarque, y subir al avión que nos regresa a aquella realidad que nos espera en nuestro país. -¿Estas triste?-me pregunta mi mejor amigo, cuando ya estamos sentados en el avión. Lo miro y sonrío. -No tanto, más bien me siento esperanzada. No es que me guste despedirme, pero no sé porque siento que todo mejorara-explico. El ríe. -Por supuesto que sientes eso, si te iras a Oxford y lo tendrás más cerca-replica. -Cierto. Pero extrañare a mis padres, a Thor, a mis amigos. Y por supuesto que a ti, Tintin-le digo, haciendo una mueca. Coloca su brazo sobre mis hombros y me sacude levemente. -Este cambio es algo bueno. Disfrútalo, disfruta estos meses que te quedan en casa. Y quien sabe, tal vez puedas llevarte a Thor allá-sugiere. Me rio. -Imagínate, Thor en Oxford. Sería un desastre-le digo. Nos reímos. El despegue comienza, y con Martin seguimos hablando de los planes que me depara el futuro. Me gustaría poder decirle que el futuro también depara planes magníficos para él, pero supongo que eso no me corresponde a mí revelarlo.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD