El amor lo puede todo? Tom Holland y Tu

Pequeña visita

Ordeno las fichas según el orden de las camas en que están los pacientes, dejándolas en sus cubículos correspondientes. Luego, cojo las tablas de enfermería y reviso si se han tomado los últimos signos vitales y si hay alguna alteración. Cuando trabajo, es como si me encerrara en una burbuja donde nada más que mi trabajo y yo existimos, así que cuando reparo en el alboroto que hay a unos metros de mí, ya era bastante grande la cantidad de gente agrupada. Miro desconcertada, sin entender qué demonios está pasando. Pienso en que quizás hubo un código azul, pero habría sentido la alarma. Además, al gente no parece alarmada ni triste, sino que emocionada. Dejo la tabla en su lugar y salgo de la estación de enfermería para entender que está sucediendo.

-Por favor, uno a la vez-dice la voz del enfermero a cargo de toda la unidad de pediatría.

Junto a él, nada más y nada menos que mi novio disfrazado de Spiderman, sacándose fotografías con los niños. Boquiabierta, me quedo congelada y pegada al suelo, viendo anonadada la situación. Por supuesto que en su momento vi sus visitas a algunos hospitales para hacer eso, pero jamás pensé que se le ocurriría hacerlo aquí, en mi hospital. Además, verlo en persona jugando con niños es toda una nueva experiencia, que me causa una mezcla entre ternura y deseo (Dios, este hombre va a terminar convirtiéndome en una ninfómana). Tom levanta la mirada y sus ojos encuentran los míos, haciendo que todo el mundo se detenga a mi alrededor. Un impulso loco de querer correr a sus brazos me invade, pero me controlo. Tom me ofrece una sonrisa ladeada, de esas que quitan el aliento, y luego continua jugando con otros niños. Me quedo mirándolo embobada.

-Ah, aquí esta señorita ______-dice el enfermero en jefe. Lo miro y asiento.

-¿Me buscaba?-pregunto. Me hace señas para que me acerque.

-Sería de gran ayuda si pudieses traducir lo que los niños le dicen-me comenta. Doy unos cuantos pasos para acercarme y quedar junto a Tom.

-Hola-susurra en inglés. Me sonrojo y sonrío.

-Hola.

Me es imposible despegar la mirada de él, se ve tan… perfecto. Traduzco cuando es necesario, ayudo a tomarles fotos a algunos niños, e incluso Tom me pide que suba una historia en su **.

Estoy tan ensimismada en él que no reparo en un par de ojos que me observa a lo lejos. Saco una foto, me levanto para entregarle el teléfono a la madre de la niña a la que le acabo de tomar la fotografía y mi mirada se cruza con la de Claudio. Rápidamente desvío la mirada. No quiero escándalos, así que ruego a lo que sea que exista para que Claudio se comporte.

-¿Qué significa esto?-pregunta entonces la enfermera a cargo de mí. Me volteo, su mirada es como si quisiera asesinarme en ese mismísimo instante.- No puedo creer esta irresponsabilidad, no estamos aquí para sacarnos fotitos. Ya sabía que tus prioridades eran la fama más que tu carrera, pero esto es inaceptable ______.

Abro la boca para intentar replicarle, pero entonces el enfermero jefe, cuya presencia la enfermera no había notado, se le acerca y se coloca en pose autoritaria.

-Enfermera Pascal, no dejare que trate así a la alumna. Ella ha sido de gran ayuda para gestionar esta visita, y los niños necesitan divertirse un momento. Además, ______ es una alumna ejemplar, no por nada la aceptaron en Oxford-me defiende el enfermero. Creo que saltaría a abrazarlo de no ser porque eso no se vería nada bien. Muerdo mi labio para ocultar una sonrisa al ver la expresión de frustración de la enfermera.

-¿No le parece una irresponsabilidad que utilice a su novio para quedar mejor con los demás?-pregunta ella.

-No, porque no lo ha hecho. Fui yo quien le pidió al joven que viniese-replica el enfermero, dejando a la enfermera muda.- Y ahora, si no le molesta, creo que dejare a la señorita ______ a mi cargo.

-En lo absoluto-responda la enfermera entre dientes. Me da una última mirada asesina, y luego voltea y se va.

-Gracias-le digo al enfermero. Me sonríe.

-Lo que dije iba enserio, eres una de las mejores alumnas aquí-me dice, y luego se acerca a Tom para continuar con la visita.

Sonrío para mí misma. De a poco, las cosas comienzan a mejorar, y quien sabe, tal vez por fin todo empezaría a funcionar bien nuevamente.