Capitulo 42

930 Words
Victoire jussieu Después de todo lo que ha pasado solo puedo pensar en april, quiero empezar a entrenarla, siento que he dejado pasar demasiado tiempo sin empezar, ella necesita saber defenderse, en algún momento sabrán que trabaja para mi y será un peligro para ella, aunque no quiera admitirlo es importante para mi en cierto aspecto y no siempre estaré para protegerla. Sergio sabe hacerlo solo, más que bien a decir verdad, pero ella no, así que necesito enseñarle lo mejor que pueda para nadie pueda ponerle un dedo encima. Confío en ella tanto como en mi hermano y aunque no quiera, tendré que pedirle ayuda a alguien para entrenarla, aunque no me agrade la idea el es la única persona que conozco que puede hacerlo mejor que yo. Al salir del hospital luego de una larga tarde me dirijo al auto acompañada de mi asistente quien fue quien me arrastró para que dejara de trabajar, a decir verdad quiero mantener la mente ocupada e ignorar lo que se que pasara. —Hoy empieza tu entrenamiento. —¿Entrenamiento? Enciendo el auto y asiento empezando el camino a casa. —Sabes en que mundo vivimos April, no puedes estar sin protección, aunque nadie te conozca en algún momento lo harán y no voy a arriesgarme a que algo te pase. Una sonrisa curva sus labios al escucharme más no dice nada, marco el numero de Nard quien no tarda nada en contestar. —¿A que debo el honor? Ruedo los ojos enseguida sintiéndome estupida por lo que estoy a punto de hacer. —Necesito tu ayuda. El silencio al otro lado de la línea me sofoca, estaciono el auto y... ¡Oh miren! ¡Mi dignidad! En el suelo, obviamente. —¿En que soy bueno?—en todo. Pienso más no lo digo. —Empezaré a entrenar a mi asistente, pero tú y yo sabemos que de maestra no sirvo—menciono bajo la atenta mirada de April. —¿Te importa esa chica no?—pregunta y yo suspiro. —¿Me ayudarás o no?—abro la puerta de la casa dejándola pasar primero. —¿Cuando? —A las ocho, en mi casa. Y eso es todo lo que digo antes de colgar el teléfono, se lo paso a ella sin querer saber más al respecto y me voy directo a mi habitación para descansar del ajetreado día que hemos tenido, no me imaginé que tendríamos tanto trabajo hoy, además que esas dos semanas fuera de París lograron hacer una lista larga de pacientes a la espera de que llegara. Eso me alegra en cierta parte, me hace saber que mis consultas son útiles y efectivas, dado que siempre vuelven para agradecer mis servicios, hace poco vi a Danielle, la chica que ayudé hace un tiempo, está embarazada y yo no puedo estar más feliz al saber que pude ayudar a alguien que lo necesitaba. La felicidad en su rostro al contarmelo me recordó el porqué escogí esta carrera, porque aunque en mi día a día deba dañar personas, se que cada una de ellas eligieron su camino, en cambio cada una de las que ayudo buscan hacer lo mismo de la mejor manera. Se que no está bien todo lo que hago, sin embargo estoy bien sabiendo que puedo ayudar a las personas inocentes de todo el mal que rodea el mundo. Porque hay personas que no tienen la culpa. En mi caso tengo la culpa de cada cosa mala que me pasa, las decisiones que tomo me llevan a eso, sin embargo ya no hay vuelta atrás para algunas cosas, no puedo evitar pensar que hubiera pasado si hubiera actuado diferente, se que no estaría sufriendo en este momento pero ese no es el punto, se que todo tiene un motivo de ser, que si las cosas pasaron así fue por algo pero a la vez se me hace tan difícil creerlo. Porque si hubiera querido que fuera diferente, si solo le hubiera creído a Leonard, si tan solo hubiéramos esperado que pasara todo dentro del auto, no hubiéramos perdido a Sergio por cinco años, no hubiéramos visto decaer nuestras organizaciones e incluso ni siquiera nos hubiéramos separado. Pero el hubiera no existe y ahora cargo este peso sobre mis hombros, lamentando que no sea diferente que la persona que amo no quiere estar conmigo. Porque aunque diga lo contrario las acciones hablan más que las palabras y yo no necesito escucharlas para saber que ya nada es lo mismo, diga lo que diga. Aunque algo si es cierto y es que yo haría cualquier cosa para que eso volviera a funcionar, talvez no ahora, no hoy, pero en algún momento cuando ya la herida no duela tanto, puedo volver a confiar en la única persona que he amado toda mi vida, porque hay personas que se quedan tatuadas en tu corazón, por más que quieras escribir nuevos nombres, nunca podrás. Porque esas personas que llegan a tu vida por casualidad, en el momento en el que menos las esperas, son las que más te afectan, a las que mas quieres, porque no es alguien a quien elegiste, simplemente llegó y no supiste en que momento las dejaste permanentemente en tu corazón, solo sabes que nunca se fueron. Y es difícil porque yo siempre he sido un persona selectiva, no me gusta que muchas personas entren en mi vida, por lo menos no desde hace tiempo, sin embargo Leonard pudo entrar con mucha facilidad a pesar de que hace tiempo lo había sacado.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD