Capitulo 51

1998 Words
Victoire Jussieu Había pensado erróneamente que estábamos a salvo, que Claudio no volvería a atacar de sorpresa sin que pudiéramos defendernos o que incluso como lo había hecho veces anteriores, que sería en un lugar público donde salvar civiles sería nuestra prioridad, pero estábamos equivocados, en todo. El estruendo que se escucha en el momento en el que la puerta cae no tiene comparación, mi primer instinto es buscar las armas y eso es lo que hago, me muevo rápidamente con Nard a mi lado y noto que el ya va armado cubriéndome las espaldas, es difícil saber con certeza si este ataque viene de parte de Claudio pero al mismo tiempo es bastante obvio dado que es el único enemigo con las agallas suficientes para atacarme en mi propio territorio. Sin embargo eso no es lo que me preocupa, sino las personas que están en la casa ajenas a lo que pasa, miro a mi alrededor una vez que estoy armada pero noto algo extraño, ninguno de los hombres que entraron se disponen a atacarnos, sino a echar... El olor a gasolina inunda mis fosas nasales alertandome de lo que están haciendo, corro escaleras arriba antes de que sea demasiado tarde y toco repetidas veces la puerta de Sergio, la mía y la de algunos empleados que deben estar dentro, todos van saliendo de a poco pero ya es tarde, los hombres incendian la casa con un poco de fuego y la gasolina ya esparcida. Me meto en la habitación de Sergio junto a Nard y este me mira confuso. —Están incendiando la casa, hay que salir por la ventana, no hay otra salida, son muchos y a esta hora los guardias están haciendo camino de turno. Sergio me mira preocupado y yo solo me dirijo a la ventana, solo son dos pisos pero igual esta bastante alto, busco en el clóset algo que nos ayude a bajar y por suerte noto que Sergio trajo todas sus cosas entre ellas un arnés que seguramente nos servirá. Lo anclo a la ventana abierta y le indico a April que baje primero, no tengo idea en que momento llegó aquí junto a Logan pero agradezco que hayan sido inteligentes, dado que no iba a ser fácil movilizarnos, además de que el calor empieza a sentirse aquí dentro indicando que el fuego se está extendiendo muy rápido. Uno por uno vamos bajando hasta que ya estamos todos, nos dirigimos hacia uno de los autos estacionados y mi ama de llaves llega a nuestro lado confusa, parece que venía de hacer compras, la jalo por el brazo al ver que vienen los mismos hombres que incendiaron la casa y corremos para entrar en los autos, no es el momento de hacernos los valientes, no cuando todos los guardias están en sus cambios de turnos y los únicos que tenemos armas para defendernos somos Nard y yo. Subimos al auto como podemos y empezamos a manejar hacia mi bunker, un suspiro cansado escapa de mis labios y Leonard lo nota por estar mirándome fijamente. —¿A donde vamos?—pregunta Sergio confuso. —A un lugar que mandé a hacer en los años que no estuviste—respondo sin más y media hora después llegamos al bosque. Bajamos del auto en completo silencio mientras voy guiandolos hacia el lugar, después de todo nuestra seguridad ante todo, lo único que me preocupa además de eso es si los demás lograron salir de la casa, por lo menos los que estaban en el sótano en la sala de computación tienen una salida extra por allá, por lo que en dado caso pudieron haber salido por ahí. Sin embargo no lo sé, algo me dice que hay algo mal, porque puede que haya sido Claudio el que nos haya atacado, pero si fue así porque no lo dio a saber, tiene el ego lo suficientemente grande como para cantar victoria después de destruir mi casa. Porque no tengo idea de con qué fin pudo haberlo hecho pero esto es una clara declaración de guerra, la cual no puedo ignorar, en este momento no puedo reaccionar, debo hacerlo con calma y primeramente llamar a Michael quien es mi mano derecha cuando de investigaciones hablamos Marco su número apresurada y cuando abro el bunker contesta, invito a los demas a pasar mientras yo me quedo unos instantes afuera para decirle a donde venir. —Jefa. —Me alegra saber que estás bien. —Estamos bien, solo que ahora no sabemos a donde ir. —Te enviaré una dirección, al final del bosque encontrarás la entrada. Le envío la dirección y me despido de el alegando que los esperaría, a el junto a todo su equipo los cuales son de gran utilidad para nosotros, han sido fieles durante tantos años que no puedo pensar en más personas para tener a mi lado. Entro en el bunker perdiendo completamente la señal de móvil y lo dejo a un lado dirigiendome a los chicos, estos están sentados en silencio como si procesaran lo que acaba de pasar. —¿Quien fue el responsable?—pregunta Sergio como si yo pudiera saberlo. —No lo sé, Michael viene en camino para investigar. Menciono sentandome junto a Leonard quien toma mi mano dándome una mirada tranquilizadora, la mayoría dirige su mirada ahí y puedo ver la clara confusión en sus expresiones. No digo nada dado que no es el momento, tenemos que averiguar rápido quien fue y cuáles fueron sus intensiones, porque sabemos que para atacarnos no fue, si no lo hubieran hecho muy fácilmente y sin titubear, el objetivo era quemar la casa y dejarla en cenizas, lo bueno es que el dinero y armas lo guardo en otro lugar, si bien allí había una parte pero muy pequeña, nada de lo que deba preocuparme Una hora después Michael llega, lo invito a pasar y mi ama de llaves indica que hará comida para todos, la dejo ir dado que aquí siempre hay todo lo necesario. —Que bueno que pudieron salir de la casa, a nosotros no nos dio tiempo de nada, apenas y llegamos al piso de arriba. Aclaro y el le resta importancia mientras saca su laptop. —Por lo que veo tienes una red propia, ni siquiera yo puedo entrar en ella. Le indico que me pase la computadora y una vez lo hace le doy acceso a la red WiFi que tengo aquí, dado que a pesar de no tener señal de móvil si puedo tener WiFi para poder hacer mi trabajo. Durante al menos una hora ambos empezamos a hackear las cámaras de París, las de la casa se quemaron por lo que solo nos queda la opción de ver las de las calles y así poder ver los autos que llegaron a mi casa, es muy extraño que no haya rastro de nada, como si hubieran borrado todo, algo que Claudio nunca hizo cada vez que buscaba atacarnos. O por lo menos, Sergio no hacia tampoco. —¿Crees que Claudio borrara las grabaciones? ¿Tiene un equipo lo suficientemente bueno?—interrogo en dirección a mi hermano quien frunce el ceño confuso y niega con la cabeza. —No es cuestión de si son buenos o no, hacen bien su trabajo pero no son lo suficientemente rápidos como para borrar todo em tan poco tiempo. Asiento comprendiendo y me pongo a pensar en ello, si Claudio no fue, no se me ocurre otra persona que sepa exactamente donde estoy y que tenga razones para atacarnos, porque esta claro que todos hacen lo que sea por poder pero en el caso de Claudio si tiene una razón de peso para hacerlo, yo me deshice de alguien importante para el, cosa que el quiere devolver al no haberlo hecho con Sergio. Aún sigo pensando porque no acabó con el, creo que fue por el hecho de que perdió la memoria y le era más útil vivo, lo fue durante un tiempo porque luego que supo que tenía familia y que vivió engañado durante cinco años todo fue diferente, estoy consciente de que las cosas pudieron haber sido muy diferentes si Sergio no hubiera actuado como lo hizo, si hubiera creído más en la persona que lo apoyo durante los últimos años y quien forjó sus nuevos recuerdos, sin embargo me enorgullece que no lo haya hecho. No cualquiera hubiera hecho lo mismo, yo incluida, porque confiar en alguien que aparece de repente no es fácil, solo espero que tan siquiera tengamos la certeza de que Claudio es el que está detrás de todo esto, así podremos contrarestarlo. —Aquí hay una, la matrícula es 31AP23 Dicta y yo me encargo de buscarlo en los registros de autos, según este pertenece a un tal... Marcelo Beamunt. Frunzo el ceño intentando conectar las cosas pero nada, no tiene antecedentes ni conexiones familiares o de amistad con Claudio, por lo menos no el dueño del auto, aunque fácilmente pudo haber sido robado. En estas cosas no se sabe. —La única persona que se me ocurre es Claudio, ¿Tenemos alguna forma de saber si es el? Me dirijo esta vez a Sergio quien lo piensa. —Llamarlo a reunirse con nosotros, podemos ir preparados para cualquier enfrentamiento, porque dudo mucho que logremos que hable por teléfono. Asiento sin más y Sergio se encarga de citarlo hoy en el aeropuerto. (...) La noche cae y con ello llega nuestro momento de reunirnos con Claudio quien apenas hablo con Sergio aceptó reunirse con nosotros, sospechosamente. Lo bueno es que no tuvimos bajas con el incendio, la mayoría logró salir a tiempo, sin embargo me parece sospechoso que aceptara tan rápido sin pensar que tal vez podía ser una trampa de nuestra parte, la única razón lógica que le encuentro es que el no haya tenido que ver en nada con ello. Después de darme una ducha y cambiarme salgo junto a los demás. Dado que no iríamos sin refuerzos, si Claudio tuvo que ver en todo esto sus intensiones siguen siendo desconocidas y no quiero más sorpresas, me han tomado fuera de base. Mientras Sergio maneja mantengo mis ojos en la ventana, tratando de pensar en cualquier plan de emergencia por si las cosas se ponen feas. Los ojos de mi hermano pasan de la carretera y luego a mi, debe saber lo que estoy pensando, la preocupación que tengo al respecto de todo esto no es algo fácil de digerir porque ya no estamos hablando de un simple ataque, o una persecución, estamos hablando de mi casa, de todo lo que representa mi organización, y aunque no será tan fácil acabar con todo lo que representamos temo que su trabajo de frutos en algún momento y tengamos que dejar de trabajar en el negocio de las armas. Porque todo en este mundo es dinero y poder, en este caso entran algunas cosas más que afectan en gran parte y lo ayudan a acabar con nosotros más fácil, dado que el rencor es la mejor arma que puede tener una persona. Es por ello que al llegar a la parte abandonada del aeropuerto me acomodo muy bien las armas. Miro a Sergio con preocupación y espero que todos bajen. —¿Puedes quedarte en el auto?— pregunto sin tener idea como protegerlo, Claudio es un idiota y se que en algún momento querrá matar a Sergio por lo que yo hice hace años, no quiero que mi hermano pague por ello. —No te dejaré ir sola, menos conociendo tanto a Claudio. —El te querrá a ti. Mi tono de voz denota el miedo que tengo de que le haga algo. —Hermana, aunque no lo creas, el no puede matarme, el cariño que me tiene aunque intente ocultarlo es más grande que su sed de venganza. Aprieto los labios al verlo bajarse y me dedico a bajar también, sin saber lo que nos espera.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD