Victoire Jussieu
Una vez el agotamiento no me deja reaccionar, me dirijo a la cama donde el ya está acostado y me acuesto a su lado, su brazo me atrae hacia el como si no pesara nada y por el cansancio no lo detengo, cierro los ojos sintiendo el sueño embargarme junto a una tranquilidad que hace tiempo no sentía, esa sensación de estar con esa persona aunque sea un ligero contacto, un momento fugaz en el que ambos coinciden, solo que en este momento sé que esto puede alargarse aún más porque ambos estamos de acuerdo en una cosa y es que no queremos separarnos del otro por más difíciles que resulten las cosas.
Porque a partir del minuto uno se supo que nada sería fácil, mucho menos con lo que pasó anoche, dentro de todo tenemos todas las de perder pero tenemos una esperanza, la cual nos hace no quedarnos paralizados del todo.
Admito que fue un golpe bajo haber quemado mi casa, porque allí hay tantos recuerdos que puedo decir que es una de las cosas más importantes para mi, sin embargo la persona que lo hizo va a pagar cada uno de los recuerdos que quemó anoche.
Porque no me importa que tanto rencor me tenga ahora o lo que acabé, lo único de lo que estoy segura es que van a arrepentirse de haberlo hecho porque nadie se mete conmigo y sale ileso.
Claudio es un claro ejemplo, el eligió muy bien de que lado estar al darse cuenta que uno de los dos iba a seguir perdiendo y que esa no sería yo, mucho menos al tener a Sergio de mi lado, creo que eso fue lo que lo motivó a dejarnos en paz, saber que estaba en clara desventaja al tener a alguien que lo conoce de nuestro lado, porque Sergio a pesar de ser mi hermano fue su aprendiz, la persona que sabe todos los secretos ocultos de la mafia italiana y que a pesar de poder tener el mundo a sus pies prefirió a su familia.
No saben cuánto lo admiro por eso, porque nadie más lo haría, talvez yo no lo hubiera hecho, pero el sabe que lo que es mío también es suyo, que aquí no hay envidias ni intercambio de interés, aquí somos nosotros quienes dirigimos y en el momento en el que el quiera hacerlo yo no tengo ningún problema porque a final de cuentas el fue parte de los inicios, el ayudó a fundar esta gran organización que después de muchos años sigue siendo la mejor de todas y no puedo simplemente fingir que el no ha tenido nada que ver, el tuvo y tiene su parte aquí.
Es por ello que no importa cuánto hablen acerca de que dejo su puesto como líder de la mafia italiana para quedarse con nosotros porque esta mafia es tanto suya como mía, y de Leonard quien fue uno de los creadores, también quien me enseñó todo lo que sé y que nunca le daría la espalda tampoco por más enojados que estemos.
Por eso cuando me pidió ayuda aquel día no lo rechacé, dudé si aceptar pero al final no me quedó de otra que hacer lo que debía, ser justa y pensar primero en nuestras organizaciones que en nosotros.
Porque hubiera sido muy fácil simplemente dejar que ambos siguiéramos por nuestra cuenta pero al siguiente ataque no lo fuéramos aguantado, nos hubiéramos quedado sin personal, con una cantidad de dinero dudosa para seguir creando mercancía, sin ánimos e ideas, hubiera sido muy malo para ambos.
Pero por suerte ambos la pensamos bien y aquí estamos, juntos otra vez, solo espero que ahora no hayan tantos problemas como antes, porque no quiero volver a decepcionarme de Nard, no ahora que todo está retomando su curso.
(...)
Despierto por el sonido de un celular, abro los ojos buscando de dónde proviene y al ver a Leonard contestando su teléfono gruño por lo bajo al haber sido despertada, miro sin interés el techo de la habitación y me doy cuenta que es de noche, dormí todo el día, no me sorprende dado que al amanecer nos acostamos a dormir después de una noche muy agotadora para nosotros, aún me pesa recordar que debo comprar una casa porque no podemos quedarnos mucho tiempo aquí, no con todos, apenas nos hemos podido acomodar para descansar el día de hoy, no dejaré que nadie más duerma en el suelo.
Debo ponerme manos a la obra para que esta noche cada uno pueda dormir en un nuevo lugar, aunque me duela mucho el hecho de que ya no tengo mi casa, mi sitio de paz ya no está, aunque dicen que eso lo creas tu mismo, tu lugar de confort y tranquilidad.
Dudo un poco si creer en eso dado que es algo que es automático, no es como si yo llegue a un lugar y diga: este va a ser el sitio donde me siento bien conmigo y con los demás.
Además que suena demasiado infantil si lo ponemos así.
Dejo de divagar al ver como Leonard cuelga el teléfono y vuelve a mi lado en la cama, sus ojos se clavan en mi perfil y noto que se pone de lado para observarme mejor, me mantengo mirando el techo solo captando sus movimientos por el rabillo del ojo y mi corazón comienza a latir más rápido por la expectativa.
Siento una de sus manos descender por mi mejilla hasta mi cuello donde deja suaves caricias sobre el, me quedo quieta y siento como su sube sobre mi dejándome aún más sorprendida sin embargo no lo dejo ver eso, sus labios se curvan en una sonrisa al verme de frente y no tarda mucho más en unirlos a los míos, el beso diferencia del de la noche anterior no es dulce, mucho menos suave, esta vez es un beso desesperado y hambriento que me deja desestabilizada, paso mis manos por su nuca apegandolo más a mi y puedo sentir la excitación subiendo por mi cuerpo, mis ganas de pegarme a el como lapa aumentan con cada roce de nuestros labios y pasados los minutos sus manos descienden por mi cuerpo hasta mi trasero para apretarlo, un gemido escapa de mis labios al sentir su erección sobre mi vientre y seguido de eso no puedo evitar separarme de sus labios para que se acueste en la cama.
Me subo sobre el tomando el control de los besos y siento sus manos debajo de mi blusa de algodón subiendo mi espalda para desabrochar el ausente brasier, el al notar ese detalle se separa un poco para quitarme la blusa dejando mis pechos en el aire, su boca se dirige a uno de ellos chupando y mordiendo mientras yo me muevo en círculos sobre el creando fricción, su rostro extasiado causa en mi miles de sensaciones mientras mi húmedo centro pide atención.
Leonard se separa levemente de mi desesperado mientras se quita el pantalón de dormir el cual no se de donde salió, apenas noté que llevaba ropa consigo, seguido de eso me quito el short que llevo conmigo junto a las bragas.
Continúo besandolo mientras se acomoda debajo de mi y suelto un jadeo al sentirlo por completo, me muevo levemente acostumbrándome a su tamaño y el placer me llena por completo al moverme sobre el.
Comienzo a moverme mientras siento sus manos sobre mis caderas ayudándome, el placer que siento con el no tienen punto de comparación y no puedo evitar querer más.
Me muevo aún mas rápido mientras nuestros jadeos y gemidos se escuchan por toda la habitación, nos movemos más rápido chocando nuestros cuerpos al sentir que ya estamos cerca de terminar y una vez lo hacemos me dejo caer sobre el cansada.
Mis piernas tiemblan mientras mis ojos se mantienen fijos en su pecho desnudo, la sensación de calidez y a la vez el temor comienzan a llenar mi mente dado que la vez pasada esto no terminó como esperaba, sin embargo esta vez no parece ser así, sus ojos se dirigen a los míos y parecen ver la duda en ellos porque me abraza aún sin separarse de mi, entonces es cuando recuerdo que no usamos un maldito condón.
—El condón—gimoteo cansada y el rie.
—Te tomas una pastilla.
Asiento sin más tratando de despreocuparme y el sale de mi para luego dirigirse al baño tomando mi mano para que lo siga, entramos en la ducha y tomamos un baño rápido para luego vestirnos e ir a comer algo.
Salimos de la habitación con el cabello húmedo y pijamas dado que no tenemos muchas intenciones de salir, al llegar a lo que es la "sala" la verdad es que esto no es como si fuera una casa, nos encontramos con todos reunidos mirando una película, estos al vernos examinan nuestra ropa y se dan cuenta de que ambos acabamos de salir de la ducha.
No tardan mucho en conectar los puntos y lo chicos se muestran sorprendidos mientras que April solo sonríe contenta porque su ship este junto al fin.
Si, ella a pesar de todo estaba a favor de que Nard y yo estuviéramos juntos.
—¿Ustedes...?
—Que bueno que despertaron, sientense para que coman, ya los demás lo hicieron, solo faltan ustedes—ordena mi ama de llaves y me señala—¿Tienes hambre?
—Mucha.
Un asentimiento de su parte es toda la respuesta que recibimos antes de sentarnos en el sofá para comer, minutos después ya nos encontramos frente a mucha comida y los chicos nos observan con sospecha, como si aún no supieran exactamente lo que pasa entre nosotros.
Aunque creo que es bastante obvio para ellos no parece serlo.
—¿Que pasa entre ustedes?—pregunta Charles poniéndole pause a la película.
—Estamos iniciando otra vez, ya sabes, a llevarnos bien y no intentar dispararnos.
—Eso lo intentaron hace tiempo.
Señala entrecerrando los ojos y Nard le hace una seña que solo ellos entienden pero solo se limita a mostrarse sorprendido y recibir muchas preguntas por parte de Logan y Sergio quienes no entienden nada.
Me mantengo en silencio divertida y luego de terminar de comer me dirijo a la sala de computación donde Michael trabaja sin parar con una taza de café a un lado y la mirada fija en la computadora.
No parece cansado, es más parece que a dormido lo suficiente como para estar activo.