Capitulo 55

2031 Words
Victoire Jussieu Han pasado algunos días desde que estamos en la casa de Nard, el día en el cual veríamos a sus padres hubieron algunos inconvenientes por lo que no pudimos cenar con ellos, sin embargo quedamos en que lo haríamos pronto, por otro lado las cosas han estado tranquilas, todo ha ido mejorando al pasar de los días y me pregunto si todo seguirá así de tranquilo, cuando pasa asi suelo preocuparme porque al vivir rodeada de problemas llega un punto donde estoy paranoica y solo espero lo peor de todo, es justo eso lo que me ha pasado estas dos semanas. Estoy a la expectativa de cualquier cosa que pueda pasar, por el simple hecho de que mi vida nunca tiene una pausa, siempre son acontecimientos constantes, ya sean buenos o malos que terminan quitando la paz y serenidad que puedo obtener en algún momento, incluso estando con Nard a veces me siento ansiosa por saber que pasara en un futuro, es un mal mío, siempre quiero saber lo que pasará, tener un plan aunque nunca lo cumpla, si no lo hago siento que no tengo un rumbo trazado. Recuerdo que mi madre solía decir que debía relajarme y dejar de sobre pensar las cosas, que debo dejar que todo fluya pero es difícil, porque cuando te acostumbras a planearlo todo, a fijar una meta para seguir adelante no hay vuelta atrás, eso se vuelve una rutina y nunca haces nada sin planearlo, o por lo menos sin pensarlo antes. Es una de mis debilidades y supongo que en algún momento debo deja de hacerlo si quiero que las cosas funcionen mejor, porque los planes suelen forzar muchas cosas que talvez no estén destinadas a ser y otras que si lo están solo necesitan un empujón por nuestra parte para pasar, solo que no puedo evitar pensar dos veces las cosas antes de hacerlo. No se si eso sea bueno o malo pero en ocasiones me han salvado de muchos errores y golpes, aunque digan que estos te enseñan y que son necesarios ya yo he llevado tantos que se me han quitado las ganas de vivir, de seguir adelante y probar nuevas cosas. Aunque pienso que después de resolver mis problemas debo hacerlo, debo cambiar mi rutina y hacer aquello que nunca me he atrevido por tener miedo o pensar que voy a fallar, porque el miedo me ha paralizado muchas veces pero no dejaré que siga haciéndolo, sé que el primer paso lo he dado al dejar que Leonard entrara otra vez en mi vida, el siempre ha sido como una de mis canciones favoritas lo describe "Una mezcla de cocacola y mentos" una explosión de emociones que nadie puede detener, porque no es una persona común, es una persona profunda. Dicen que nunca terminas de conocer a una persona, y aunque eso es cierto creo que esa frase le queda bien a el, sería muy difícil para cualquier decir que lo conocen bien, incluso para mi, cuando lo conocí crei que seria una persona más, alguien que podría dejar pasar con facilidad, una persona básica, pero luego me di cuenta que no, que es la persona más indescifrable que he conocido en mi vida. Y no podría dejarlo pasar como si nunca hubiera estado, porque Leonard marcó un antes y un después en mi vida, uno que yo nunca olvidaría, aún recuerdo cuando lo vi aquel día en la carrera, la camiseta verde que traía puesta le favorecía, en realidad ahora debo preguntarme sinceramente ¿Que no le queda bien a el? Sin embargo desde ese día en el que me dirigió la palabra supe que me había encadenado a él sin siquiera saberlo, es como si escogieras a esa persona y no quisieras soltarla, intenté hacerlo por un tiempo, los años pasaron y aunque crei haberlo hecho al volver a verlo me di cuenta que talvez nunca lo lograría, porque hay personas que son como un tatuaje, escriben su nombre en tu corazón y la tinta te recuerda constantemente que como ellos no encontraras otra persona. Es difícil saber eso y alejarte como si no lo supieras. Es por ello que cuando volví a ver a Leonard, aunque quise negar mis sentimientos no pude, todos seguían allí cubiertos de polvo, solo hacía falta una sacudida para verlos como nuevos, como si en ningún momento los hubiera ocultado, porque eso es algo que tenemos en común todos, sabemos fingir muy bien que algo no nos importa cuando en realidad es lo más importante para nosotros. Ya sea en el caso de personas o de cosas, siempre perdemos lo que más amamos y luego nos damos cuenta de la importancia que tenía en nuestras vidas. Esa frase de "Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde" es más cierta de lo que me gustaría y no quiero que me pase a mi, por lo que de ahora en adelante planeo disfrutar cada segundo porque se que ninguno se repite, ni siquiera una sonrisa, una mirada, nada se repite, todo siempre es nuevo y diferente y solo quedan los recuerdos de lo que fue, por lo que yo no dejaré pasar nada por alto, porque esos cinco años que perdimos, que no disfrutamos al lado del otro no regresaran, debemos vivir con ello y crear recuerdos, ya sean cinco años, diez o veinte, los que hagan falta para que un día solo nos riamos de lo que paso y lo que no. Porque es difícil ignorar el sentimiento que te dice que has perdido mucho tiempo, porque la importancia que tiene el tiempo en nuestra vida pesa sobre nuestros hombros cuando un día vez que hay cosas que quisiste hacer y no hiciste, distintos motivos, mismo sentimiento. Levanto la mirada del libro en mis manos para clavarla en mi hermana quien está de visita, Danielle me mira curiosa mientras se acerca a mi para luego sentarse a mi lado, ignoro su presencia para concentrarme en lo que estoy leyendo pero escucho un resoplido por su parte que me indica que esta esperando recibir mi atención. —¿Se te ofrece algo hermanita?—pregunto y ella asiente sonriente. —Quiero que me enseñes a disparar. Una expresión de sorpresa se plasma en mi rostro mientras pienso en las posibilidades, puedo hacerlo, claro que puedo, el problema es que si mis padres se enteran de que le he enseñado a Danielle a disparar me quitarán la cabeza, mínimo. Siempre han sido muy estrictos con ellas, además de que nunca han estado de acuerdo con nuestro trabajo, tanto el mío como el de Sergio quien siempre se ha visto involucrado en los asuntos de la mafia, lo que me sorprende es el hecho de que Danielle quien nunca ha estado enterada del mundo en el que nosotros estamos, quiera de repente aprender a dispara, me parece extraño y a la vez me gusta la idea de enseñarle, porque el hecho de que quiera aprender seria un alivio tanto para Sergio como para mi porque estaría más segura. Porque no sabemos con quién tengamos que enfrentarnos y si estas personas quieran usar nuestro punto débil en nuestra contra, es lo usual, gracias a Dios nunca hemos tenido que experimentarlo, mucho menos el quien apenas viene recuperando gran parte de sus recuerdos. —Sabes que nuestros padres me matarían si se enteran—aclaro mirándola con los ojos entrecerrados, su mirada cambia a una suplicante. —No lo sabrán por ahora, lo mantendré en secreto hasta que deba utilizarlo—pide juntando sus manos—Sergio sabe hacerlo. —Sergio me influenció para que empezara la organización Danielle, no es que tengas un punto a tu favor por ello, además hoy tengo cosas que hacer. Intento persuadirla para que se olvide de eso, no quiero problemas con mis padres. —Tenemos toda la tarde, solo tienes la cena con los padres de Leonard en la noche—dice como si se supiera mi agenda. —¿Y a ti quien te dijo eso?—entrecierro los ojos. —April, ella tiene tus tareas anotadas. Se excusa y yo gruño. —Esta bien, vamos—la señalo y ambas nos levantamos para dirigirnos hacia la sala de tiro que tiene Nard, hace unos tres días me dio un recorrido por la casa para que no me perdiera, solía hacerlo muy a menudo por el hecho de que esta casa es gigante, más que no solo tiene habitaciones, sino que tiene muchas otras cosas que hacen que sea fácil perderte. Camino junto a mi hermana por los pasillos y me encuentro con mi asistente en el camino, la castaña al verme intenta caminar más rápido para bajar las escaleras primero pero yo la tomo por el brazo. —Tú irás con nosotras, por soplona. Una mueca es lo que recibo de su parte antes de que las tres nos dirijamos hacia la sala de tiro, Nard al vernos nos regala una sonrisa divertida, aún más al ver la expresión de sufrimiento de April quien camina a nuestro lado siendo arrastrada por Danielle. Una vez llegamos a la dichosa sala la cual está insonorizada cierro la puerta detrás de mi y busco los tapones para los oídos los cuales tienen forma de audífonos para mayor comodidad, le paso unos a April y Danielle y yo tomamos uno cada una, me posiciono detrás de ella y tomo el arma de prueba. —Acomoda tu postura, así—le enseño—sujeta bien el arma, al principio la sentirás muy pesada. Le explico y así empezamos la práctica, al principio se le hace difícil sujetar el arma, tal cual como a todos los que aprenden a disparar, cuando yo lo hice sentía que iba a dispararle a alguien en vez de al muñeco, por el simple hecho de que sentía el arma muy pesada, apenas y podía sujetarla, luego cuando pude hacerlo tuve que practicar puntería, era muy mala en todo lo que tuviera que ver con sujetar un arma, fuera del tamaño que fuera, me daba miedo. Incluso recuerdo que la persona que me enseñó, un chico bastante experimentado en el área perdía la paciencia conmigo, pero me sentí muy bien cuando al final de todo, mucho tiempo después el me extendió la mano y me dijo: "Te felicito, has aprendido bien" Porque después de no poder siquiera sujetar el arma, era la mejor de la clase, porque si, entrenaba con otras personas, a decir verdad me daba mucha pena recordar la vergüenza que pasaba en aquellos días, cuando no sabía nada acerca de defensa personal, ni siquiera sabía en qué lugares debía golpear para desmayar a alguien. Fue interesante cuando pude hacerlo, Sergio llegó a ser mi muñeco de prueba, Nard se reía de él cuando terminaba desmayado por mi culpa, hasta yo me divertía en aquel tiempo. Fueron buenos tiempos aquellos, donde estábamos aprendiendo y empezando de cero todo, es extraño recordar todo lo que pasamos para llegar hasta este punto, me sorprende que después de tanto sigamos aquí. —No no, Danielle, mírame, así. Le corrijo a mi hermana pequeña quien suspira haciéndolo como le digo, por fin le da en el blanco al muñeco de prueba y aplaude soltando el arma, tomo una de las armas que sueltan balas de goma y le disparo en la espalda sorprendiendola. —Nunca sueltes tu arma ni te distraigas. Ella me da una mala mirada y se levanta del suelo, esas balas duelen aunque no hagan daño, solo dejan un ligero moretón. Buen, tendrá que explicarle eso a mis padres. —Practica hasta que te salga, quiero enseñarte más cosas pero tendré que decirle a nuestros padres que te dejen más tiempo conmigo. Ella asiente y sigue practicando, salgo de la sala en compañía de April, la idea que se esta formando en mi mente no es del todo buena, se que mis padres la odiaran pero no esta descartada del todo. —Que extraño que haya accedido a enseñarla, crei que sus padres no estaban de acuerdo. —Y no lo están, pero Danielle tiene algo... algo que puede llevarla a la cima.
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