Capitulo 56

1969 Words
Victoire Jussieu Después de mucho pensar llegue a una sola conclusión, desde hace muchos años intenté alejar a mi familia de todo lo que tuviera que ver con la organización, por la simple razón de que no los quería involucrados en esto, porque la definición de lo que yo soy y lo que me dedico es el peligro, por eso siempre evité que estuvieran en mi vida, siempre los visito pero desde hace años que no vivo con ellos ni dejo que estén en mi casa por más de un día. Sin embargo ahora que lo pienso es un buen momento para involucrarlos, Danielle me dio la clave de todo, dado que aunque intenté alejarlos, ella ha intentado acercarse a esto, muy pocas veces he dejado que mis hermanas se queden conmigo, cuando lo han hecho no duran más de dos días conmigo porque siempre estoy ocupada con el trabajo o alguna investigación de las que no es conveniente que sepan, sin embargo ahora es conveniente que tan siquiera Danielle sepa un poco más, de manera cautelosa, paso a paso, porque aunque nadie se de cuenta de ello, Danielle tiene un gran potencial que no puede ser desperdiciado, su interés por las cosas de la organización me hace saber que ella puede ser la próxima persona a cargo de todo esto. Es algo riesgoso, dado que no tiene idea en el mundo en el que vivimos, sin embargo puede aprenderlo, desde hace tiempo que he querido retirarme de la mafia, he querido viajar y dejar todo esto atrás pero no he podido por el hecho de que no tengo alguien que quiera quedarse a cargo de todo esto, Sergio después de la experiencia con Claudio me expresó que no quiere volver a encargarse directamente de algo así, quiere llevar una vida tranquila, aunque me ayude no se involucra directamente con mis asuntos, algo que respeto, no es facil mi trabajo y nunca se lo daría a alguien que no lo quisiera. Pero la diferencia en este caso es que Danielle si querría este puesto, su interés en meterse en nuestro asuntos me lo ha demostrado, desde hace años que quería saber cual era nuestro trabajo y aunque nadie nunca se lo ha explicado directamente ella sola lo intuye, es una chica inteligente y tiene el carácter necesario para ser la líder. Es por ello que desde esta mañana lo he estado pensando, aunque será difícil, no es imposible, la entrenare y solo si ella lo quiere le cedere mi puesto una vez cumpla la mayoría de edad, que es lo necesario para que no necesite el permiso de mis padres. Estoy casi segura de que aceptará que la entrene, sin embargo no me precipitare a nada, no le diré nada hasta que sea el momento adecuado, le daré la idea a Sergio para saber su opinión al respecto y me pondré en marcha. Aunque primero debo concentrarme en la cena de esta noche, después de tantos años podré ver a los padres de Leonard, también a su hermano, hace tanto que no lo veo que no me sorprendería que no me recuerde, aunque tiene la suficiente edad como para hacerlo, después de todo solo han pasado cinco años desde que los vi. Recuerdo que cada vez que los veía hablábamos por horas, siempre había un tema de conversación entre nosotros, tanto con Paul como con los padres de Leonard, con el que menos hablaba era con su padre, sin embargo siempre hubo una cordialidad entre nosotros, no se la razón por la cual apenas me hablaba pero supuse que siempre sería así. Las horas pasaban rápido a su lado porque eran demasiados temas de los que hablar, demasiados puntos de vista que compartir, ellos son de esas personas con las que puedes hablar durante horas sin aburrirte, no hay silencios incómodos, solo ellos y tu. De esas personas amo rodearme, porque te llenan de vida, despiertan tu alma y te hacen ver que si hay personas buenas en el mundo, personas diferentes que te inspiran a ser mejor cada día, es por ello que nunca olvido a ese tipo de persona, puede pasar el tiempo pero ellas siguen aquí, en mi corazón. Porque en realidad nunca se fueron. Sonrío saliendo de mis pensamientos y decido empezar a alistarme para la cena, mis ojos se mueven por la ropa en mi armario dado que quiero elegirla antes de ducharme, paso mi mano por las prendas y mis dedos se detienen en una, tomo el short rojo junto a un blazer del mismo color, busco una blusa para ponerme antes del blazer y elijo una negra junto a unos tacones. Salgo del armario y luego de dejar las cosas en la cama me dirijo hacia el baño, entro en la ducha sin esperar más y comienzo a bañarme, faltan aun dos horas para que lleguen los padres de Nard pero igual el también va a ducharse aquí así que debo estar lista antes para poder checar que todo este en orden. También quiero hacerle una visita a Celeste, aún la tenemos encerrada en una de las habitaciones, aún no tengo el valor para hacer nada, ni en su contra ni a favor, por lo que solo espero que se me ocurra algo pronto para no tenerla tantos días a la expectativa Aunque creo que para ella es mejor así. Lo que hizo no tiene perdón y no se que hacer con ella. Suelto un suspiro saliendo de la ducha y envuelvo una toalla en mi cuerpo mojado, salgo del baño y me visto rápidamente para luego alisar más mi cabello con la plancha, me maquillo levemente y por consiguiente salgo de la habitación para ir a la de Celeste. Mis nervios se hacen presentes dado que no se que me vaya a encontrar, la ultima vez que vine me echó diciendo que la matara de una vez, la verdad es triste tener que pasar una situación así con alguien que fue importante para ti, yo la consideraba como una madre para mi, parte de la familia, después de todo siempre lo fue, sin embargo con lo que hizo no me quedaron dudas de que nunca terminas de conocer a una persona, no me imagino aún las razones por las cuales ayudó a ese sujeto desconocido, del cual aún no tenemos rastro alguno, sin embargo se que ninguna razón es justificable para la traición que hizo. Abro la puerta con pesar y la cierro detrás de mi, mis ojos se mueven por la habitación en penumbras y solo puedo tragar saliva por lo que estoy observando. Enciendo la luz para poder ver mejor y una vez lo hago ubico a mi ex ama de llaves acostada en la cama, su cuerpo se mantiene inmóvil mientras mira el techo, las ojeras adornan su rostro como si no hubiera dormido hace días y me pregunto si de verdad no lo ha hecho o esto se debe al encierro. Lo dudo mucho, ni siquiera se si tiene miedo, últimamente siento que no la conozco y duele saber que durante tanto tiempo estuve conociendo a una persona que no existe, que nunca lo hizo. Ella al reparar en mi presencia me dedica una mirada frívola antes de volver a mirar al techo, me siento en uno de los sofás de la habitación y me doy cuenta que hay algunos platos con comida en un escritorio, a un lado de mi. Quiere decir que no ha comido nada en días, aunque el personal esté cumpliendo su labor de traerle ella no ha querido comer nada, como si se estuviera dejando morir, aunque no me sorprendería, después de todo la tengo encerrada sin saber que haré con ella, no es un futuro muy esperanzador, y es lo que merece a decir verdad. Me ha decepcionado tanto que ya no quiero tenerle compasión, aunque la tengo. —¿Por que no has comido?—señalo los platos de comida a mi lado. —No soy estupida, no dejaré que me envenenen—espeta con enojo —Me conoces muy poco si crees que te mataría de forma tan fácil—ruedo los ojos y la miro fijamente, ella se sienta en la cama y me mira extrañada. —¿Que haces aquí? Crei que no vendrías más despues de la última vez. Claro, si me tiró un jarrón a la espalda, aún me duelen las cortadas. —No soy tan inconsciente—me excuso mirándola mal. ¿Por quién me toma? Se que ella más que nadie me ha visto ser cruel con quien se lo merece pero son demasiadas cosas que hemos pasado juntas como para ser igual con ella, aunque se lo merezca nunca podría igualarse a ninguna de las personas a las cuales he torturado para sacarles información. —Creí que intentarías sacarme información—menciona y yo le paso el último plato que trajeron, que es el que se ve más fresco. —Quisiera hacerlo, pero se que eres fuerte y no dirás nada, más aún conociendome. Su expresión no cambia cuando le paso la comida pero se dedica a comerla muy rápido, la desesperación que muestra me da lástima, sin embargo no puedo hacer nada más. —Me conoces bien. —No como creía—suspiro mirando a la nada, la nostalgia me ataca haciendo que me sienta triste de repente, en estos momentos son en los que traería a mi mamá conmigo. —No soy tu enemiga Tory, aunque parezca así, no lo soy, solo soy la socia de alguien que quiere lo mejor para ti. Frunzo el ceño con enojo por sus palabras y me levanto para irme. —¿Que quiere lo mejor para mi? Me entero que lo mejor para mi es dejarme sin hogar y con más problemas de los que ya tengo—suelto con rencor saliendo de la habitación. Cierro con llave sin siquiera detenerme a ver su expresión y me dirijo a pasos rápidos a la cocina, debo admitir que ir a verla me afecta más de lo que me gustaría, después de todo aún no he podido hacer algo, al final creo que tendré que pedirle a Sergio o Nard que se encargue de ello, yo no puedo hacerlo, soy demasiado blanda cuando se trata de ella, a pesar de que no pueda entender su actitud mi amor por ella me impide hacerle algún daño. Y de alguna manera necesito saber de quién habla, quiene es la persona misteriosa que está haciéndome la vida de cuadros. Primero fue Sergio, luego Claudio, ahora alguien que ni siquiera conozco ni tiene motivos para venir a joderme. Me pregunto cuando acabará esto. Suelto un largo suspiro al llegar a la cocina donde me encuentro con April dándo órdenes respecto a la cena, mis labios se curvan en una sonrisa leve sin poder evitarlo pensando en lo bien que ha aprendido de mi. —Recomiendo hacerle caso, si no se pone histérica—menciono llamando su atención, sus ojos se abren mucho al verme y también sonríe nerviosa. —Jefa, que bueno que llegó. Estaba a punto de gritar. Río sin poder evitarlo y Amanda, la ama de llaves de Leonard me mira divertida. —Ya está casi todo listo, el joven Nard pasó hace poco para ir a cambiarse. Informa y yo asiento revisando que esté todo listo. Al hacerlo me dirijo a la entrada para esperar a Jules, Thomas y Paul, los extraño tanto. Me muevo con impaciencia por la sala junto a la puerta y minutos después escucho unos pasos acercándose, miro a Leonard quien se acerca a mi y me abraza por detrás, su calidez me embarga haciendo que me sienta un poco más tranquila, observo a mi alrededor y finalmente escucho el timbre sonar.
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