El consejo iba a hacer preguntas. ¿Cómo demonios había optado por hacer algo así? La paciencia de Kerem tenía un límite y esta situación lo ponía al borde del colapso. Sentía que el aire le faltaba de la rabia que le circulaba por las venas. Su mujer se había ido. Osman estaba frente a él, esperando que dijera algo y visiblemente apenado. El guardaespaldas había notado sospechoso algunas cosas pero pensaba que Arabelle en su sano juicio nunca provocaría a Kerem hacía el abismo como había hecho ahora. Se había equivocado, Arabelle había hecho algo que la ponía en peligro porque sí había algo que detonara la ira del Mudur eran situaciones que ponían en riesgo su poderío y esta era una de esas situaciones. —¿Cómo pudo pasar algo así?—habló de forma tan lenta y pausada que Osman sinti

