CAPITULO 28| EL SABUESO

2289 Words

Un hombre de tez pálida arribó a la mansión Gurkan. Su andar era seguido de cuatro hombres que le cuidaban la espalda y que al mirarse con la seguridad de la mansión se dedicaron un ligero asentimiento. Berat caminó con una confianza arrebatadora dentro de la casa. El ama de llaves le recibió y le pidió que anunciara su presencia al Mudur. —Lo siento, pero el señor se encuentra en una conversación con el señor Ruzgar—informó la mujer haciendo que el hombre de ojos gélidos asintiera. Ayla no le miró con buenos ojos, le conocía y cuando estaba allí era señal de que no tardaría en arribar un cadáver. Dentro de la casa era apodado “El cuervo”, porque tal y como estos animales que se alimentaban de carroña, era como si su presencia anunciara la muerte de alguien. Ayla se preguntó para sus

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