La vida de Salax

Capitulo 14

—Señor Salax, puede darnos su impresión acerca del observatorio nacional— dijo Viola al día siguiente, intento castigarlo por su conducta al separarse del grupo.

—Todo a sido muy bonito, me enamore de unos ojos... (risas).

—¡Que les pasa, silencio!— dijo dirigiéndose a los estudiantes—. Señor Salinger, no se haga el gracioso conmigo ¿Que ejemplo les da a sus compañeros con su actitud tanto aquí como en el observatorio?

—Discúlpenme. No quise decir eso, no fue mi intención.

—Disculpas aceptadas, ahora, por favor responda la pregunta— dijo severamente, sintió que no la conocía.

—El observatorio nacional es muy avanzado, me impresiono la tecnología virtual que manejan. Aunque yo sugeriría crear a partir del vacío materia física, existen métodos muy avanzados para eso. Lo ideal sería crear protoplanetas reales, en una especie de incubadora estelar. Pero el método que se requiere es muy avanzado. Todavía no llegamos allí como civilización. Aunque sugeriría...

—¡Wey! ¡Nadie te pregunto cómo crear un observatorio!— dijo Paul, era uno de los estudiantes más odiosos.

—Está bien, lo que más me impresiono del observatorio es que nosotros, de alguna manera, no somos una entidad separada y distinta del cosmos. El simple hecho de reconocer que los elementos escenciales para la vida se crearon en las estrellas nos invita a reflexionar, estamos hechos de la misma sustancia. Somos la misma sustancia. De hecho, a nivel cuántico todo es la misma cosa.

La "Nebulosa de Orión" es impresionante, sobresaliendo algunos compuestos químicos muy familiares tales como : agua, monóxido de carbono, metanol, cianuro de hidrógeno; monóxido y dióxido de azufre entre otros. Estudiar el universo nos permite comprender nuestro origen.

Esa es mi impresión a nivel racional. Ahora bien, yo sentía que cada átomo de mi ser era parte del cosmos. Sentía una relación muy profunda con las constelaciones y las nebulosas y todo.

La Imagen panorámica del centro de la nebulosa de Orión abarcaba 2,5 años luz de lado a lado. Pensé en términos astronómicos y sentí que al calcular la edad el universo me acercaría al infinito, abarcaría la eternidad.

Eso es más que magia, eso es magia ancestral. Los mayas, una civilización pasada, fueron los únicos que reconocieron a dicha constelación.

Todos escuchaban sus palabras en silencio, Viola también se encontraba enamorada de sus palabras, no era solo lo que decía, era como lo decía.

Sus palabras penetraban en cada uno de los estudiantes.

Al salir Hugo se le acercó muy bruscamente.

—Oye, ¿ de dónde salió eso? No sabía si lo que decias era verdad o solo estabas borracho.

—Es lo que sentí.

—¿ Dónde te inspiraste?

—Solo salió y ya.

—No me mientas ¿es ella verdad?

—No.

—Estas aprendiendo a mentir, al comienzo no eras así. Yo te vi.

—¿En serio?

—Es cierto, no te engañes mas ¿Como se llama?

—No se nada...

—No seas agüafiestas, la mayoría los vio.

—Eso era lo último que esperaba.

—Dime, me muero por la intriga. Estoy comenzando a reconocer tu forma de ser. No eres como yo, a la mayoría de los hombres solo les interesa follar.

—Esta bien, se llama Lore.

—¿Lore? ¿De verdad? Que ridículo nombre. Y mejor no te recuerdo el tuyo, es mas raro todavia.

—Si, su encuentro fue lo más importante para mí en el observatorio.

—¿Seguro? Pensé que te encantabas por la astronomía.

—Eso también me interesa.

Salax aprendía a confiar en las personas, Pensó que Hugo era alguien de fiar.

—¿ Que pasó?

—Solo nos conocimos, creo que aún no le agrado tanto.

—Por eso no te preocupes, ellas son así al comienzo, después van soltándose. Y te lo digo yo, que las conozco más. Las mujeres son más maleables, se irá moldeando a tu forma de ser.

Reconocieron a Lore, estaba en una esquina con sus amigas. Irían al teatro, creyó que debería entrar.

Estaba vestida de lana, con una especie de vestido achicoria marron, parece que se acercaba a una presentación.

Ambos se despidieron. Era el último día de la semana. Tenía que planear el encuentro con Lore.

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