Capitulo 9

679 Words
Sintió que tenía los nervios de punta, no paraba de temblar. No tenía experiencia con mujeres jóvenes, que eran más dóciles. Y peor aún con mujeres mayores. Se sentía muy crío. No tenía capacidad de dominar sino de ser dominado. Esto le despertaba su maestra. Caminaba muy de prisa, más que desear llegar a tiempo, lo hacía por los nervios. Creyó que éstos, le jugarían una mala pasada. Miró su reflejo en las ventanas de un edificio y observo que estaba muy flaco, parecía un poste de luz. Fue vestido de traje, le quedaba muy bien, al cuerpo, gracias a los ajustes realizado por su madre. —¿A dónde vas? — pregunto Artemisa. —Es una reunión — aprendía a mentir. —¿Con quién? —Eso no necesitas saberlo. —¿Por qué no? Tanto aqui como en nuestro planeta seré siempre tu madre—. ¿Que pasa? ¿Es tan importante que no me lo dirás? —Es difícil. —Confía en mi ¿ Es una chica? —No los sé. — Si es una chica, es muy afortunada— le dijo en su oido su madre. Lo besó en la mejilla. Salax salió con aire arrogante, se sintio con la libertad de hacer lo que le venía en gana. Mientras caminaba creyó que todo era un truco de su mente, sus miedos volvieron a salir. Entró en el restaurante, era de cinco estrellas, se llamaba " Royal India". Antes de pasar por la puerta giratoria, su maestra lo saludo con un beso en la mejilla. —¡Viniste!— le dijo sonriendo, por sus modales la considero otra persona, era todo menos aquella aburrida maestra de su clase. Todo el ambiente era muy fino, escuchaban música Chill Out. Después aparecieron músicos en vivo, tocaron música jazz. Salax se sintió sorprendido, se sintió afortunado y creyó que no merecía algo así. Unos diminutos puntitos, parecidos a luciérnagas, alumbraban el ambiente. Raices transparentes como el agua flotaban en todo el lugar, parecía un adorno imposible de imitar. Para que deslumbrara más a sus visitantes, les habían puesto foquitos de colores. El lugar estaba mezclado con arquitectura antigua y moderna. Salax creyó que estaba viviendo nuevamente la historia del mundo. El ciclo se repetía, la humanidad -así como todo el universo - estaban condenados a repetir ciclos. Cada cosa parecía tener un símbolo que tenía que descifrar. Podía pensar todo el día en eso. Pero su atención fue arrebatada por su maestra. Tenía puesto un vestido pequeño y apretado de color berry. Lo admitía, no conocía a esta mujer. —¿Sabes el significado de este color?— dijo su maestra tocando su vestido —Estaba a punto de preguntar eso. —Es un símbolo de la pasión— actuaba muy sexi. A Salax aún no se le despertaban deseos lujuriosos. —Pide lo que quieras, siéntete cómodo. Salax sonrió nerviosamente. —Tengo que pedirte algo. —Dime— dijo Salax seriamente. —Nadie debe enterarse de esto. Es nuestro secreto. Salax empezaba a entender sus intenciones, lo que le dijo Hugo era verdad. —Esta bien— dijo como un chico bueno. —¿Verdad que nadie lo sabrá? Sé amable con ambos y nunca lo divulgues. Así podremos pasar un buen rato— tenía una actitud extraña al hacer la petición. Como si fuera una niñita caprichosa y adulta a la vez . No sabía que patología tenía, en lugar de sentirse cómodo, se sintió aún mas nervioso. —Señorita Viola, yo aun no se por que me tiene aquí. Creí que se trataba de un asunto del instituto. —Que inocente eres, ahora puedo comprobarlo ¡Eres especial! —¿Por qué estamos aquí? —Tranquilo, no te voy a forzar a hacer nada que no quieras. —¿Por qué...?— no cambiaba de tema. —Para conocernos mejor. —¿Es necesario? Y los demás estudiantes... — Quieto, no te va a pasar nada. Te lo dije: es para conocernos mejor. En lugar de sentirse atraído por su maestra, solo sintió turbación.
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