— Señor Salax venga, acérquese— Viola llamaba su alumno ejemplar para darle un comunicado.
—Deseo verlo a usted hoy en mi oficina, es sobre asuntos académicos.
Salax asintió con la cabeza. La observaba de manera curiosa.
—No me vaya a defraudar ¿eh?— dijo, Salax le regaló una sonrisa y dijo:
— Esta bien, iré.
Salió, le dijo esto al finalizar la clase.
—¿Que te dijo?— pregunto Hugo.
—Nada que te incumba— dijo Salax, estaba muy serio.
—¿Por que te portas así? Me importas mucho, y sobre todo ese bombón. Me gusta esa profesora
—Si tanto te gusta ¿Por qué no te declaras?
—Lo haría pero eso es ilegal, al menos en esta institución ¿No lo sabes? La mayoría de estudiantes se derrite por Penélope.
—¿Hablas de la maestra de cinemática?
—Si, es una diosa. No me imagino como es en el sexo. Yo sueño con eso.
La de Biología también me gusta, es muy flaca pero asi también me gustan.
—¿Que te dijo? Dime , por favor— Hugo a veces se comportaba como un muchacho. Parece que se había quedado en secundaria por sus modos de actuar.
— Quiere que vaya a su oficina, es sobre asuntos académicos.
—Yo he notado que le agradas, te queda viendo muy raro. Creo que le gustas.
—¡Que! ¿Estás loco?
—¿No? ¡te la rifaste cabrón! Si te ama no deberás preocuparte por las notas, saldrás sano y salvo.
—No tengo idea ¿en serio piensas eso?
— Todos hemos notado esa forma de ser un tanto extraña de la maestra, tú eres la única persona a la que trata así.
Salax se quedó en silencio. En general no sentía atracción por las mujeres, solo por su chica especial, ella era un caso excepcional.
Sus compañeros jugaban fútbol y Salax solo los observaba, nunca se unía al grupo, sentía más regocijo en observar que en participar. Millones de verdades se ocultan en el cosmos, ser un espectador era más regocijante en estas situaciones. Veía los movimientos parabólicos que se formaban con la pelota. Pensó que en su mundo, al lanzar piedras o lo que sea, salían disparadas a millas de distancia por tratarse de un planeta con menor gravedad. Analizaba la fuerza de rozamiento del viento, la fuerza gravitacional y la enorme diferencia en la transición de los días en la Tierra con KB16B.
Veía a los alumnos moverse con gran agilidad, sentía que específicamente en la tierra la gente se había adentrado demasiado en el plano de la materia, la gente se obsesiona con eso. Aún existiendo más dimensiones por experimentar. La vida se la puede vivir en todas sus dimensiones, que son muy numerosas. Pero el ser humano limitó su experiencia a solo tres.
Mientras los veía jugar, observaba sus cuerpos, era todos muy obesos. Todos tenían un estilo de vida sedentario.
Pensó que los mejores genes debían ocultarse en los cuerpos más proporcionados y sanos. O en aquellos con proporción áurea.
Esta regla indica que un rostro bello es, aproximadamente, una vez y media más largo que ancho.
En cuanto a la belleza de un cuerpo, esta proporción establece que la representación ideal de belleza se obtendría multiplicando por 1,618 la distancia que separa el ombligo del suelo.
Las personas perciben la belleza Inconscientemente. Es como si una parte oculta de ti lo sabe, conoce las proporciones y todo eso.
Subió al edificio 503. Esperó a que otras estudiantes salieran.
Al ingresar, su maestra estaba muy ocupada pasando notas.
—Señor Salinger, siéntese por favor.
Espere un momento.
Le hizo esperar mientras varios apuntes amontonados de varios metros se apilaban. Creyó que si los ubicaba en determinada forma y serie llegarían a la luna. Su maestra era muy rápida para corregir, los leía a velocidad luz, con el mismo esfuerzo que la gente usa para caminar o hablar.
Vio su cuerpo, aunque muy delgado, no era desagradable. Tenía gracia, era el cuerpo de una niña. Muy agraciado y limpio.
Su maestra no superaba los 1,65 cm.
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