Jamie y Trenton estaban en el sofá viendo un partido de béisbol el domingo por la noche. Habían llamado al cuarto de Ashton casi diez veces, pero éste se negaba a salir o hablar con ellos. Jamie estaba muy preocupado y Trenton, aunque se esforzaba por disimularlo… también. Ashton salió de su cuarto una hora más tarde, para cenar las sobras de la pizza. Se sentó solo y en silencio, pero los chicos lo interrumpieron para saber cómo estaba. - ¿Pasa algo? – inquirió Jamie, sentándose frente a Ash, quien a duras penas levantó la vista. - No – respondió. - Te conocemos, viejo – agregó Trenton. – Eres amargado, pero te estás pasando. - No me he sentido bien, estoy algo estresado. Nada muy grave… - ¿Dónde fuiste anoche? – preguntó Jamie, quien creía haber vis

