Para la buena suerte de los muchachos, la mansión estaba en penumbras. Lo que significaba que todos estaban durmiendo. Con mucho sigilo, los jóvenes subieron por las escaleras dispuestos a molestar a Jacob y a Misha, pero en eso, Isaías se desvió hacia otra dirección, logrando captar la atención de los otros dos jóvenes. — ¿A dónde vas? ¡No te separes de nosotros! — Grita en susurros Isaac, a su hermano que se encoge de hombros. — ¡Me estoy muriendo de hambre, voy a la cocina para robar algo! yo después les alcanzo, sigan sin mi — Dice el muchacho en murmureos, Thomas e Isaac se miran por un instante. —Buena idea, si consigues cerveza róbate varias… te vemos después — Susurra Thomas viendo como Isaías se dirigía hasta otra dirección, mientras que ellos seguían su camino hasta

